Las comunidades negras del Consejo Comunitario General del San Juan (Acadesan), que representa a centenares de familias negras organizadas a lo largo de los ríos del sur del departamento de Chocó, en la zona meridional de Colombia, se enfrentan a un posible despojo material de una porción de su territorio, más grande que un país como Malta.
Desde 2012, la entonces sociedad Desarrollo e Inversiones Progreso Verde —hoy, Eightfold Colombia—, ha hecho lo posible por quedarse con 32.450 hectáreas de un paraíso biodiverso ubicado en el municipio de Sipí. Un pedazo de selva en el que han vivido por generaciones familias afrodescendientes e indígenas al margen de la protección y las garantías estatales, y bajo el riesgo de una guerra interminable.
Hoy, el título está enredado en una maraña de empresas, abogados y empresarios en Panamá, Estados Unidos y Canadá; pero todos los hilos se tejen alrededor de Daniel Alexander White, un empresario canadiense que carga sobre su espalda litigios jurídicos, investigaciones tributarias y una desprestigiada reputación en la manera cómo hace negocios.
Las comunidades negras de Sipí han resistido a grupos armados ilegales, economías ilícitas, saqueo de recursos minerales y forestales, desamparo del Estado y, lo más reciente, el despojo de su territorio.
Ver CapítuloAntes de terminar en manos de la empresa que hoy amenaza con despojar materialmente a las comunidades negras de Acadesan, el título pasó por varias personas que, al parecer, simularon su legalidad.
Ver CapítuloDesde hace nueve años, la empresa Desarrollo e Inversiones Progreso Verde (hoy, Eightfold Colombia) ha seducido con proyectos confusos a las comunidades negras del municipio de Sipí, en especial a la de Santa Rosa.
Ver CapítuloUn entramado de firmas de abogados y de sociedades constituidas en Panamá, Estados Unidos y Canadá, respaldan el posible despojo jurídico y material. Un canadiense está a la cabeza de esa red: Daniel Alexander White.
Ver CapítuloEn las manos de las autoridades agrarias está que las comunidades negras de Acadesan no sean despojadas materialmente. Sin embargo, el consejo comunitario denuncia que han sido escasas las acciones para proteger sus derechos étnicoterritoriales.
Ver Capítulo