Ante el Juzgado Sexto Especializado de Bogotá, la Fiscalía solicitó condenar al ex gobernador de Cesar, Hernando Molina Araújo, por el delito de concierto para delinquir agravado.
Según el fiscal Jesús Antonio Marin, delegado ante la Corte Suprema de Justicia, la información recolectada a lo largo de la investigación y del juicio arrojó pruebas contundentes sobre los vínculos del ex gobernador de Cesar con las Autodefensas, refiriéndose especialmente al apoyo obtenido por el político cesarense para las elecciones de octubre de 2003.
Según la Fiscalía, la investigación se inició con la información recolectada por el fiscal octavo de Valledupar. En ésta se relataba la supuesta participación de Molina en acciones delictivas tales como homicidios selectivos, masacres y vinculación a las AUC.
De igual forma, la Fiscalía aportó pruebas recolectadas entre septiembre y noviembre pasado, en las que se detallaron los supuestos nexos de Molina Araújo con el ‘Bloque Norte de las AUC y con el extraditado jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo alias ‘Jorge 40’.
‘Una de las pruebas claves contra Molina fue la declaración de Guillermo de Hoyos, quien aseguró que Molina Araújo se reunió con ‘Jorge 40’ y otros jefes paramilitares en varias ocasiones, tanto antes como después de las elecciones de 2003′, explicó el Fiscal.
El caso de Molina resulta ser uno de los más representativos de la parapolítica en la Costa Caribe. De acuerdo con un artículo de Revista Semana publicado en febrero de 2007, sobre Molina ya pesaba toda una leyenda negra. Su entrañable amistad con ‘Jorge 40’ es conocida por todos en Valledupar. En los círculos políticos, tanto de sus aliados como de la oposición, muchos aseguran que sus vínculos con las autodefensas en el pasado llegaron a sertan estrechos, que a Molina se le conocía con el alias de ‘Comandante 35’ y que antes de ser gobernador participó en varios actos criminales como la masacre de El Cafetal, en Villanueva.
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