“Las víctimas no están en la agenda de los que promovieron el No”

      

Así calificó el plebiscito un líder de víctimas de Chocó. A su voz se suman las de muchas más de personas que padecen el conflicto y que hablan sobre qué viene tras la derrota de los acuerdos de paz en las urnas.

victimas tras el noCon el 50.21 por ciento del total de los votos, los colombianos le negaron el respaldo al acuerdo que buscaba poner punto final al conflicto armado con la guerrilla de las Farc, firmado el pasado 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena. Sin embargo, en las regiones más afectadas por la guerra, ganó el Sí. Foto: archivo Semana.

“La guerra (en Colombia) cambió, pero no porque haya disminuido sino porque hoy se vive en zonas rurales, donde normalmente no ha habido presencia estatal. Olvidar que en esos lugares existe guerra es lo peor que le podría pasar al país”, afirmó hace dos años Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para los Refugiados y asesor especial de la ONU para los diálogos del Caguán, al tratar de explicar para VerdadAbierta.com en 2014 cuáles eran las diferencias del conflicto entre las regiones periféricas de Colombia y las del centro del país.

Ahora, estos contrastes se demostraron una vez más con los resultados del Plebiscito por la Paz, a través del cual se esperaba que los colombianos respaldaran los acuerdos logrados con las Farc. Tal como lo contabilizó la Registraduría, en las regiones más apartadas del país ganó el Sí mientras que en el centro, venció el No.

El veredicto final fue No

Si bien no todas las regiones más afectadas por el conflicto votaron para aprobar el “Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, al que llegaron las partes tras cuatro años de negociaciones en La Habana, el Sí ganó enla mayoría de ellas.

Ante estos resultados, VerdadAbierta.com conversó con líderes de víctimas de varios de los departamentos más golpeados sobre lo que esperan ahora tras el triunfo del No y qué pasará en las regiones. Ellos aseguraron que han construido la paz en los territorios durante varios años, incuso desde antes de que comenzaran los diálogos de las Farc con el gobierno en La Habana. Ahora, pese al desconsuelo y al temor que les produce lo que pueda suceder, muchos líderes de víctimas insisten en que seguirán trabajando con las comunidades.

Cauca

Cauca
SÍ: 67,39% (235.219 votos)
NO: 32,60% (113.776 votos)

En todos los municipios del Cauca, sin excepción alguna, ganó el Sí. Pero el caso más emblemático de todos fue Toribío. Este es el pueblo donde ha habido más tomas guerrilleras por parte de las Farc en el país y, aun así, casi el 85% de los votantes aprobaron el acuerdo de paz.

Sin embargo, el No que preponderó en el país y esto atemoriza a algunos líderes del municipio. “En Toribío estamos muy preocupados porque vuelve la tensa calma. No sabemos qué puede pasar en cualquier momento y qué están pensando el gobierno y las Farc. Por eso les pedimos que se sienten a negociar y no se paren de la Mesa”, dijo Esneider Gómez, exgobernador del cabildo de Toribío y consejero de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin).

Toribío empieza a dejar la guerra atrás

Para él, la alta abstención se debió a la pedagogía del gobierno, que “no dio para mostrarle a la gente la importancia de votar en el plebiscito” y, a su juicio, los partidos políticos de la coalición que rodeó el proceso solo hicieron propaganda.

“Los que votamos por el Sí tenemos la conciencia tranquila de que queríamos terminar la guerra y hubo un poco más que tienen sus reparos al proceso. Hay que escucharlos y saber qué es lo que quieren”, expresó Gómez y agregó que esperan que ese nuevo diálogo que se abre tenga en cuenta a todos los sectores.

Precisamente, este martes la comisión étnica conformada por organizaciones afrodescendientes e indígenas de todo el país y que ya participaron en La Habana, se reunirá para pedirle al gobierno nacional que les dé un puesto en la mesa donde se negociará con los partidos.

Por su parte, Víctor Mena, representante de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte de Cauca (Aconc), que agrupa 41 consejos de diez municipios, sostuvo que las comunidades negras quieren seguir construyendo paz desde los territorios: “Queda el sinsabor como si nos hubieran dado la espalda. Las personas que no han sufrido la guerra no saben lo que significa darle la espalda al proceso. Como lo muestran las votaciones, las víctimas estamos respaldando la construcción de paz. Sabemos que muchos votaron No por desinformación y porque no les duele lo que pasa en las regiones y en la zona rural”.

Mena cree que lo que sigue es una Asamblea Constituyente, pero espera que “eso no vaya a ser un retroceso de los derechos adquiridos y ganados por las comunidades étnicas del país”. Y, de paso, le hizo una invitación a los habitantes de las grandes ciudades: “la paz se construye entre todos y no sólo entre las personas que han sufrido el conflicto armado”.

Chocó

Chocó
SÍ: 79,76%(75.257 votos)
NO: 20,23%(19.095 votos)

Uno de los apoyos más contundentes al Sí fue en Chocó, donde al igual que en Cauca, todos los municipios eligieron esta opción. Pero el caso más particular fue Bojayá, un pueblo que, a pesar de ser víctima de una de las masacres más cruentas perpetrada por las Farc, que dejó 79 muertos, el 96% de los votos fueron aprobatorios.

Las víctimas de ese municipio emitieron un comunicado este martes en el que piden que se respete su votación y se implementen los acuerdos de La Habana; solicitan un encuentro con el presidente Santos; y expresan su preocupación porque el gobierno nacional anunció que el cese al fuego bilateral se mantendrá hasta el próximo 31 de octubre. “Las víctimas de Bojayá hemos sufrido la inclemencia de la guerra y por eso votamos Sí a La Paz. La voluntad de las víctimas debe ser respetada, la sociedad que votó por el No tiene una deuda con los derechos de las víctimas y con el costo en vidas humanas que tiene su votación sobre las poblaciones que si padecemos la guerra. No es justo que ellos puedan votar e influir en nuestras vidas o nuestras muertes y que nosotros no influyamos en las políticas que a ellos y ellas los afectan”, señala en uno de sus apartes. (Ver comunicado)

Marino Córdoba, vocero internacional del Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano (Conpa), que agrupa a nueve organizaciones negras del país, aseguró que el “resultado es difícil de digerir” y expresó su preocupación por la incertidumbre que generó el triunfo del No: “es lamentable porque generó una polarización a punta de mentiras y engaños, y muchos salieron a votar de manera inconsciente, respaldando una posición más guerrerista dándoles la espalda a las víctimas”.

El líder afro indicó que lo curioso es ver cómo las zonas más afectadas por la guerra le dieron el voto al Sí, que representa la oportunidad de la reconciliación. Su trabajo lo ha llevado a ser el líder visible en las reclamaciones de las comunidades afro de la región del río Cacarica, en Riosucio, arrasadas por la violencia paramilitar de los años noventa. (Lea: El largo camino para que las comunidades étnicas llegaran a La Habana y Riosucio intenta sanar heridas viejas bajo nuevos fuegos)

Córdoba afirmó que en este momento lo crucial es respaldar a las partes de la negociación [al Gobierno y a las Farc], de darles una voz de aliento y “de seguir dando nuestro aporte para que el acuerdo de paz se concrete incorporando el capítulo étnico. Somos hombres y mujeres afrodescendientes e indígenas que queremos tener participación real y efectiva”. Sin embargo, reconoció que el nuevo panorama será todo un reto: “las reclamaciones de las víctimas no están en la agenda de los que promovieron el No pues para ellos, somos una ‘piedra en el zapato’ en su modelo de ‘desarrollo”.

Putumayo

Putumayo
SÍ: 65,50% (44.643 votos)
NO: 34,49% (23.505 votos)

Durante los cuatro años de negociaciones de paz, la Alianza Departamental de Organizaciones de Mujeres Tejedoras de Vida de Putumayo recorrió todo el departamento para hablar de paz de casa en casa. Por eso recibieron la victoria del No con “mucho dolor y tristeza porque las ciudades siguen decidiendo por la periferia”, expresa Fátima Muriel, presidenta de la organización.

“Los del centro siguen hablando sobre nuestro vivir y nuestras cotidianidades. Así nunca habrá justicia. Aún no alcanzo a asimilar el plebiscito pues ha sido una pesadilla inmensa”, detalló la líder social.

Muriel aclaró que las mujeres de Putumayo, congregadas en una de las organizaciones civiles más fuertes del departamento, continuarán con su plan de acción con perspectiva de género para mover la reconciliación y el perdón desde las regiones. “Ese trabajo no se afecta con el ‘No’ porque los acuerdos son una firma y nosotras vamos más allá, vamos por un perdón de corazón”, precisó.

No obstante, su temor es que después del plebiscito muchas líderes del Bajo Putumayo, especialmente de la zona fronteriza con Ecuador, sean siendo tildadas por otros ciudadanos de ser guerrilleras solo porque votaron por el Sí.

Bolivar

Bolívar
SÍ: 60,23%(208.019 votos)
NO: 39,76% (137.307 votos)

Salvador Alcántara es líder de la comunidad de El Garzal, un corregimiento del sur de Bolívar, donde 374 familias exigen la titulación de terrenos baldíos que cultivan desde hace tres décadas. Han sido víctimas de la guerrilla y de los paramilitares, y su reclamación ha sido truncada por el propietario de una hacienda que fue allanada después del secuestro del Fokker de Avianca, cometido por el Eln 1999.

“Quieren expulsar a los campesinos del Magdalena Medio”: víctimas

Frente al resultado de la votación al plebiscito, el campesino dijo que quedaron sorprendidos: “Quienes votaron No son quienes no han vivido la guerra y tampoco quieren que existan posibilidades de crecimiento y desarrollo para las comunidades más afectadas por el conflicto armado”.

El líder campesino aclaró que las comunidades víctimas nunca se han opuesto al desarrollo, y menos a que haya inversión, pero que claramente el Acuerdo Final proponía una reforma rural integral que, a su vez, exigía la recuperación de baldíos ilegal e irregularmente despojados y acumulados. “Esto tocaba muchos intereses”, afirmó.

El líder campesino expresó desconcierto al advertir que el resultado de la votación fue el reflejo de “la desinformación, que promovió la idea que iba a haber impunidad, que ‘Timochencko’ [Rodrigo Londoño, máximo líder de las Farc] iba a llegar a la Presidencia, cuando eso no era así”.

Alcántara confesó que tras las noticias del domingo en la anoche no pudo conciliar el sueño, pero que guarda esperanza, tras la alocución presidencial de Juan Manuel Santos y las declaraciones de ‘Iván Márquez’ [Luciano Marín], de que se mantiene el cese al fuego bilateral y que están dispuestos a seguir sentados en la mesa de negociación en La Habana, Cuba, de forma respectiva.

“La tristeza es que sigan muriendo más campesinos y nuestros hijos, pues parecieran que no valiéramos, que somos simplemente la carne del cañón. Pero lo que menos se puede perder es la esperanza. Sigo orando y confiando en que Dios le puede dar la vuelta a esto, que nos puede ayudar para salir adelante”, concluyó.

Por su parte Gil Alberto García es uno de los líderes del Comité Cívico del sur de Bolívar que reúne a víctimas de los corregimientos de Monterrey, Santa Lucía, San Blas, San Joaquín y El Paraíso, afectadas por las guerrillas del Eln y las Farc, y luego por los paramilitares del Bloque Central Bolívar. Entre 1998 y 2005 sus tierras fueron contaminadas con minas antipersonal y los pueblosfueron arrasados con desplazamientos masivos. En 1998, por ejemplo, Simití llegó a expulsar a 2.193 campesinos según cifras oficiales. Hace cuatro años le presentaron al gobierno un plan de reparación con 93 medidas para lograr superar los efectos de la guerra y progresar.

Simití, una comunidad que lucha por sellar sus ‘fracturas’

Tras los resultados de la votación, García sostuvo “que no pude dormir. Siento que el egoísmo de una parte de la clase dirigente nos llevó a esto. Esta parte de la clase dirigente parece que está pensando es en la campaña [presidencial] de 2018 y a punta de mentiras, de decir por ejemplo que nos íbamos a convertir en una ‘Venezuela’, convencieron a mucha gente. Creo la mayoría del pueblo colombiano votó sin tener claridad y pareciera que les gusta vivir engañados”, indicó García.

El líder campesino está convencido de que el presidente Juan Manuel Santos y las Farc seguirán adelante con la negociación y que las víctimas deberían movilizarse para que las escuchen: “El problema es que al no haber una refrendación de los Acuerdos todo queda como sin piso jurídico. Uno queda como desilusionado, pero hay que seguir insistiendo y luchando porque el proceso salga adelante”.

Por su parte Soraya Bayuelo, directora del colectivo de comunicaciones de Montes de María, una región que no solo sufrió la guerra de las Farc sino de todos los grupos armados, aseguró no fue fácil asimilar los resultados del Plebiscito: “Hay un grito unánime desde los territorios para que no se paren de la mesa, que sigan en el cese al fuego bilateral, que no queremos poner más muertos, queremos que se dignifique a vida donde se sembró la muerte”.

Ella está convencida que el No es una prolongación para obtener la paz y dice que quienes no salieron a votar no tienen que ser un reto para el gobierno nacional y las Farc pues “de seguro a ellos no les ha tocado la guerra”.

Su esperanza es que en el proceso que se viene “los políticos que aprovechan esto se pongan la mano en el corazón y se pongan serios”, sin pasar por encima de lo que quieren las víctimas que, a su juicio, seguirán apostando por la paz como lo han hecho en los últimos años. “Como dijo una compañera de El Salado: ‘Si ya hemos vivido lo peor esto no nos puede achicopalar’. No nos puedequitar la esperanza de tener una paz con verdad, con justicia y garantías de no repetición”.

Arauca

Arauca
NO: 51,37% (30.274 Votos)
SÍ: 48,62% (28.653 Votos)

En otra de las regiones más afectadas por el conflicto de la guerrilla de las Farc, además de sufrir los embates del Eln, también el No salió victorioso.

“Es incomprensible que en un departamento donde se vive aún la guerra haya ganado el No, algo malo debemos estar haciendo todos los que venimos desde hace años trabajando por la salida política al conflicto”, aseguró un líder de la región que pidió la reserva de su nombre, quien cree que este resultado se debió a la desinformación y al miedo. “Prima el para-Estado que domina política y administrativamente el territorio”.

Su mayor duda frente a lo que se viene no es tanto con este proceso de paz. “Hay que ver más allá de las Farc y saber que lo ocurrido también es un golpe para el inicio de la mesa de diálogos con el Eln. ¿Bajo qué garantías se van a sentar a hablar si el rechazo fue tan contundente con las Farc? No le vendría nada bien al departamento que se agudizara la guerra con el Eln y se entrara en zozobra por lo acontecido ayer con las Farc”, señaló.

Al respecto, después de conocerse los resultados, el Eln expresó en su cuenta de Twitter que hacía un llamado a la sociedad colombiana “a continuar buscando salida negociada al conflicto armado”. Y al día siguiente de las votaciones, el grupo insurgente utilizó el mismo medio para informar que aspiraban dar “noticias positivas” sobre sus diálogos de paz con el gobierno nacional.

Nariño

Nariño
SÍ: 64,81% (251.047 Votos)
NO: 35,18% (136.283 Votos)

Tumaco ha sido uno de los municipios nariñenses más afectados por el conflicto, a cuenta de la columna móvil Daniel Aldana de las Farc y de los paramilitares del Bloque Libertadores del Sur a mediados del 2000. Pero a la hora del plebiscito, el 71% de los votantes respaldó el proceso de paz, cosa contraria a los resultados generales del país.

“La abstención de la gente estuvo en que la oposición utilizó su estrategia y hubo poca divulgación de pedagogía por parte del gobierno. La gente desconoció el contenido del acuerdo de paz”, consideró José Rivera, representante mesa de víctimas de Tumaco.

Si bien los resultados del plebiscito no eran los esperados por las víctimas de Tumaco, como expresó Rivera, ellos seguirán trabajando desde el territorio: “Ya se dio esto, toca enfrentarlo. A mirar qué es lo que podemos hacer las víctimas, pero toca esperar a ver qué resuelve el gobierno en sus reuniones de alto nivel”.

Córdoba

Córdoba
SÍ: 60,73% (225.223 Votos)
NO: 39,26% (145.611 Votos)

Solo la capital, Montería, votó por el No, en los demás municipios la opción por el Sí fue la ganadora. Andrés Chica, líder de la Asociación de Campesinos del Sur de Córdoba (Ascsucor), una organización que nació en 2012 agrupando a 2 mil campesinos víctimas de los municipios de Montelíbano, Puerto Libertador y San José de Uré, siente miedo ante el futuro.

Esta región ha sido azotada por la guerrilla, los paramilitares y por las bandas criminales. Allí recibieron amenazas quienes promovieron talleres de pedagogía sobre la paz. En Montelíbano han sido desplazadas más de 35 mil personas y el municipio se suma a lista de las zonas con mayor número de hectáreas despojadas durante el conflicto.

“Nos amenazaron por hacer pedagogía sobre la paz”

El miedo de Chica no es infundado. En el Sur de Córdoba cada vez hace más presencia la guerrilla del Eln. Desde el 26 de junio la Brigada Móvil 16 del Ejército salió del territorio tras el anuncio de la implementación de las zonas de concentración para desmovilizar a las Farc y las bandas criminales siguen amenazando a la población.

“Son muchas las preocupaciones: qué va a pasar con la seguridad, qué de lo acordado se mantendrá, si garantizarán las Zonas de Reserva Campesina. Por ejemplo, en la página 182 del Acuerdo decía que se priorizaba a Puerto Libertador para el desminado humanitario. ¿Tenemos que esperar otros 10 años para que retiren las minas del sur de Córdoba? ¿tienen que pasar otra década para crear la Zona de Reserva Campesina del Nudo de Paramillo?”, se preguntó el líder, desconcertado.

Pese al anuncio del Gobierno y de las Farc de que mantienen la intención de seguir buscando una salida negociada, Chica es pesimista. A su criterio, la agenda que impulsa Álvaro Uribe y el Centro Democrático dista de lo que exigen las víctimas y de la necesidad de crear zonas de reserva y recuperar terrenos baldíos acumlados.

“Espero equivocarme, pero siento que lo que se vienen son más desplazamientos. La lectura de lo ocurrido es muy dolorosa. Como queda frenada la implementación de los acuerdos, otros actores armados ilegales se están disputando el territorio sin que se nos garantice protección”, reiteró este líder.

En esta mirada coincide Fredy Antonio Rodríguez, líder de la Asociación Colombiana Horizonte de Población Desplazada (Asocol): “El resultado de la votación lo interpreto como un fracaso a la paz, un fracaso promovido por un sector de la oposición política que convenció a mucha gente a punta de vallas que desinformaron. Por la desinformación, la gente votó con miedo, creyéndose que ‘Timochenko’ iba a ser Presidente del país”.

Rodríguez es reconocido por impulsar la reclamación de por lo menos 1.200 de hectáreas de baldíos dentro de la antigua hacienda Bellacruz, en el sur del Cesar, de donde fueron expulsados por paramilitares a finales de los años 90 (Lea: Campesinos ganan la ‘batalla’ por la Bellacruz en la Corte). Desde su perspectiva, aclaro que no es pesimista, sino realista, y que está convencido de que “las Farc no se someterán a las peticiones del Centro Democrático, como la de pagar cárcel”.

Así las cosas, este líder campesino expresó con tristeza “que el país tuvo una oportunidad, pero se dejó convencer por un discurso equivocado. Las comunidades esperábamos mucho del proceso; ahora, continuará la pobreza”.

Tolima

Tolima
NO: 59,71% (243.150 Votos)
SÍ: 40,28% (164.061 Votos)

Marquetalia es un lugar simbólico para las Farc, allí se dieron los primeros inicios de ese grupo guerrillero tras un bombardeo de la Fuerza Pública en 1964. La vereda está ubicada en Planadas, Tolima, y ni en el municipio ni en el departamento ganó el Sí.

Para Ernesto Soto, de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Tolima (Astracatol), esto no puede desembocar en un nuevo conflicto: “No hay que empezar con la intriga y las estigmatizaciones que porque usted es del Sí o del No. Hay que aceptarnos como personas, no nos podemos emberracar porque perdimos, no hay que incitar a las provocaciones”.

Su deseo es que se prolonguen estos estos dos años de “no sentir el rigor de la guerra”, debido a los ceses unilaterales y al bilateral y expresa que no se pueden perder estos cuatro años de diálogos de paz entre el gobierno y las Farc. “Hay que seguir impulsando el proceso hasta donde más se pueda, decirle al pueblo y a la gente que con las balas ya nunca más va a ser, que es momento del diálogo”, aseguró.

Caquetá

Caquetá
NO: 53,04% (44.282 Votos)
SÍ: 46,95% (39.197 Votos)

Contario a lo que ocurrió en el departamento, en San Vicente del Caguán, una de las zonas con presencia histórica de las Farc, ganó el Sí. Sin embargo, Luis Carlos Palacio, representante por unidades temáticas de la Mesa de Víctimas de este municipio, opina que los resultados nacionales abren una nueva oportunidad.

“Las víctimas queremos que la paz se dé, una paz verdadera, duradera. Pero que reparen a las víctimas realmente pues hasta ahora mucho de ese dinero de reparación se invierte en posconflicto”, sostuvo.

Una de sus exigencias es que de ahora en adelante se incluyan a las víctimas en todos los procesos de negociación que se vengan. “Antes no hablaron con nosotros sobre la concentración de las Farc. Esta es la oportunidad para que llamen a las víctimas que han sufrido y que participemos en cómo quedará la agenda”, Palacio.

Valle del Cauca

Valle del Cauca
SÍ: 52,44% (633.329 Votos)
NO: 47,55% (574.237 Votos)

El exdiputado de Valle del Cauca Sigifredo López conoce en carne propia la violencia por parte de las Farc pues fue uno de los asambleístas secuestrados por esta guerrilla en 2002. Su lectura de los resultados del plebiscito es que “todo el país anhela la paz, pero en unas condiciones más favorables a la sociedad colombiana”.

A su juicio, lo que debe continuar es que el presidente Santos convoque a toda la sociedad a un “gran pacto nacional por la reconciliación. En él tiene que participar muy activamente la sociedad civil como veedora para exigirle a las partes la búsqueda de un nuevo acuerdo que sea favorable a la sociedad”, agregó.

Y en cuanto a los acuerdos, López consideró que una comisión renegociadora, con los líderes del No incluidos, debe definir cuáles son los puntos a renegociar para posteriormente pasarle la oferta a las Farc. “Puede contener la exigencia de unos años de cárcel, la instalación de una Asamblea Constituyente y ajustes a algunos puntos del Acuerdo Final”, precisó y agregó que otro de los puntos a transformar es la verdad completa, un perdón desde antes de firmar los acuerdos y el aporte de un fondo con recursos para la reconstrucción del país.

El exdiputado dijo, finalmente, que las víctimas les exigen a las partes que “no nos condenen a continuar en la guerra, y que no nos salgan con el cuento de que se vuelven a encontrar dentro de 5 mil muertos. Eso no lo queremos: exigimos la terminación de la guerra”.