La semana pasada y como pocas veces, la reflexión sobre la memoria histórica tuvo un amplio desarrollo en la agenda mediática del país. A propósito de una conmemoración que realizó la Policía Nacional para recordar a sus hombres caídos en medio del conflicto armado, VerdadAbierta.com habló con el jefe de su Área de Historia, Memoria Histórica y Víctimas.

El pasado martes, el presidente Iván Duque nombró como director del Centro Nacional de Memoria Histórica al historiador Darío Acevedo. Tres días después la Alcaldía de Medellín derrumbó el edificio Mónaco, que fue erigido como muestra del poder que ostentó el otrora narcotraficante Pablo Escobar, para adecuarlo en un espacio que les rinda tributo a sus víctimas y para cambiar las narrativas que ensalzan la memoria del abatido capo.

Y ese mismo día, la Policía Nacional realizó su Ventana de la Memoria, en 16 ciudades a lo largo y ancho del territorio nacional, como parte de su tercer Evento Nacional Dignificando a las Víctimas. Ese, y otros hechos recientes, demuestran la importancia que ha cobrado la reconstrucción de lo ocurrido durante más de medio siglo de conflicto armado y su difusión para construir una mejor nación.

Al respecto, este portal habló con el teniente coronel Fernando José Pantoja Cuéllar, jefe del Área de Historia, Memoria Histórica y Víctimas de la Policía Nacional. Esa dependencia hace parte de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (UNIPEP), que fue creada el 22 de abril de 2016, en el marco de las negociaciones que se desarrollaron en La Habana con la extinta guerrilla de las Farc.

VerdadAbierta.com (VA): ¿En qué consiste la Ventana de la Memoria?

Teniente coronel Fernando José Pantoja Cuéllar (T.C.P.): Es una de las múltiples iniciativas que ha realizado la Policía Nacional con el fin de hacer visible lo invisible: ubicar aquellos sitios que, por algún fenómeno del conflicto, han surgido violaciones a los derechos humanos o al Derecho Internacional Humanitario, pues impactan a la Policía Nacional y a la comunidad en general.

En ese entendido, se han podido ubicar 97 lugares en todo el país. El ultimo que hicimos tangible fue el de Mitú (Vaupés), ubicando el monumento Edificadores de Paz y lanzando el libro La noche de los jaguares; y coadyuvando a que toda esa región del país sea también visibilizada no como elemento de rencor, sino de capacidad de resiliencia y superación.

Se escogieron 16 puntos de esos 97 a nivel país con el fin de hacer honores; hacer expreso que esos horrores de este conflicto entre hermanos no sucedan más. Al contrario, exaltar y visibilizar el esfuerzo de miles de colombianos para las nuevas generaciones no los olviden.

VA: ¿En qué consisten las actividades de la jornada más reciente?

T.C.P.: Son invitaciones que también realizamos a las víctimas, con especial énfasis a los miembros de la Fuerza Pública y sus familias que en algún momento no han sido visibles. Y a las otras porque cada ataque a una estación de policía o a una estructura, es un ataque a la población porque somos un servicio público a favor de ella.

En ese entendido, lo que estamos haciendo son eventos de mucha recordación, de mucho significado, de mucho sentimiento, pero, más aún, de recordar que a partir de ese dolor tenemos que construir una Colombia mejor. Se hacen ceremonias de tipo policial pero también ofrendas florales y con otros elementos que coadyuvan a que ese escenario sea un elemento de reconciliación, de encuentro y de superación.

VA: ¿Desde cuándo la Policía está haciendo ejercicios de memoria histórica?

T.C.P.: La Policía Nacional, a partir de su direccionamiento estratégico, generó unas dependencias que coadyuvan a todo el desenvolvimiento de lo que fue la construcción de los acuerdos de La Habana, pero más allá de visibilizar los roles funcionales que le genera este posacuerdo.

En ese entendido, creó el Área de Historia, Memoria Histórica y Víctimas. Tiene interlocución con el Centro Nacional de Memoria, con el Museo de la Memoria, con el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, y con todas las entidades a nivel nacional que producen algún tipo de iniciativa de memoria, en pro de ayudar al rompecabezas de la verdad, desde la visión de la Policía.

En ese marco de acción, lo que estamos desarrollando es impulsar diferentes productos que pueden encontrarse en el blog de Memoria Histórica Policial, y lo que hacen es resaltar este esfuerzo de los colombianos por superar este conflicto.

Monumento a la memoria en Mitú, capital de Vaupés, en donde, el 1 de noviembre de 1998, las Farc destruyeron la estación de Policía, derrumbaron varias viviendas con explosivos irregulares y secuestraron a 60 uniformados.

VA: ¿Ese trabajo hace parte de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (UNIPEP)?

T.C.P.: Sí, y tiene tres aristas: la prospectiva estratégica del desarrollo de la Policía en territorio; la Policía operacional; que incluso coadyuva a que los excombatientes que se encuentran en los Espacios Territoriales de Concentración y Reincorporación surtan ese trámite para el paso a la normalización; y el Área de Memoria Histórica y Víctimas, que trata, desde la visión de la Policía, ayuda que todos entendamos el conflicto y no repitamos esos eventos que causan tanto dolor.

VA: ¿Cuántos policías han perdido la vida a causa del conflicto armado?

T.C.P.: En el entendido de que se manejan registros oficiales y no es una verdad absoluta, en el Registro Único de Víctimas figuran 54.460 víctimas. No son sólo números, sino que son factores humanos que vienen acompañados de familias, esposas, niños y otros.

Puede ser un número mayor, entre ellos 118 desaparecidos que todavía sus familias esperan. Estamos tratando de ayudar que a partir de esta reconstrucción del contexto y de la memoria, se ayude a mitigar un poco el dolor y aporten a esa verdad que se está construyendo desde el sistema nacional de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición.

VA: ¿Por qué es importante la construcción de memoria histórica para la Policía Nacional?

T.C.P.: En Colombia hay múltiples voces y deben ser escuchadas para comprender lo que ha sucedido y así construir Estado-Nación. Por ello, la Policía Nacional, desde la ayuda en el marco de contexto, pero también de la memoria, aporta como deber legal y funcional, en el entendido inclusive de que está contemplado en la Ley 1448 o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, en donde dice que un miembro de Fuerza Pública también puede ser considerado como víctima de este conflicto armado, pero también obliga a que todas las entidades que puedan aportar en la construcción de un entendimiento del conflicto, aporten.

Esto es esencial para los nuevos elementos de justicia transicional que se están presentado como la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad y la no Repetición (CEV) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde todos tienen que ser escuchados para que haya una verdad relativa de lo que sucedió en estos tiempos de tanto daño y dolor.

VA: A propósito, ¿qué trabajo han realizado con la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz?

T.C.P.: Tenemos interlocución con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad para ayudar desde su misión a cumplir el mandato que tiene. Ya estamos trabajando directamente con ellos, y también el acercamiento de ellos para con nuestras víctimas.

Desde la Justicia Especial para la Paz, en el ámbito de apoyo en el marco de justicia, se está aportando con los investigadores, con el asesoramiento, con el acompañamiento y la garantía de la protección también, con el fin de que todos los colombianos dentro de estos múltiples escenarios que coadyuvan al tema de la justicia y a comprender este conflicto armado, puedan cumplir su función esencial. Entendiéndose que es un mandato y está avalado por el gobierno.

VA: Más allá del deber de facilitar información y estar en coordinación con la JEP y la CEV, ¿qué esperan que logren? ¿Buscan respuestas en temas puntuales? ¿Esperan que sus informes incluyan la visión de la Policía Nacional?

T.C.P.: La respuesta sería muy personal y en el marco institucional, lo que diríamos es el aporte para que estos elementos de justicia y de verdad sirvan a la construcción de una Colombia mejor; a que todos nos veamos reflejados en ese marco de ayudar para entender el conflicto; y que todo este acervo de información también implique un cambio en el consiente de los colombianos en pro de coadyuvar a generar espacios de convivencia y seguridad.