Verdad Abierta conoció una carta del ex paramilitar Rodrigo Tovar Pupo alias ‘Jorge 40’ dirigida a Eduardo Pizarro, en la que critica sus declaraciones sobre el futuro del proceso de reparación a las víctimas de las AUC. ‘Jorge 40’ también habla de la traición del Gobierno Uribe a los grupos paramilitares y el rearme que se presenta en varias zonas del país, aunque dice que la vía armada no es la forma de acabar con el conflicto.
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Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’ el día de su extradición hacia los Estados Unidos. Foto: Semana
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Por primera vez luego de su extradición el 13 de mayo de 2008, Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, máximo cabecilla del bloque Norte de la AUC, criticó el proceso de negociación y reconoce la existencia denuevos paramilitares que han vuelto a las armas a causa de la “traición” del gobierno.
“Ojalá que quienes optaron nuevamente por la vía armada como medio político, desde las autodefensas gaitanistas de Colombia y las diferentes confederaciones de autodefensas entiendan que así el gobierno nos haya traicionado e incumplido y puedan tener todos los argumentos políticos para haber vuelto a las armas, la vía política armada no le sirve a Colombia para solucionar los problemas que la asfixian”.
Verdad Abierta conoció la carta (descargar) que escribió el paramilitar, desde su sitio de reclusión en los Estados Unidos, el 22 de febrero de 2009 dirigida a Eduardo Pizarro, presidente de la Comisión Nacional de Reparación, quien recientemente ha manifestado serias dudas a que el proceso de reparación de las víctimas de los grupos paramilitares se haga realidad a partir de los bienes entregados por los cabecillas de las AUC.
Sin embargo, en ningún aparte de la misiva, el paramilitar se refiere a los bienes que tienen en su poder, muchos de ellos despojados a las víctimas, y que no han sido entregados al Fondo de Reparación.
La carta de ‘Jorge 40’ es una reacción directa a una entrevista ofrecida por Pizarro al periódico El País de Cali el primero de febrero de este año, en la que el comisionado denuncia que entre el 7 y el 10 por ciento de los desmovilizados se han rearmado en bandas emergentes, como las lideradas por ‘Don Mario’ y ‘Los Paisas’ que ahora se disputan zonas y rutas de narcotráfico que fueron controladas por las Auc.
En la primera parte, la carta es una diatriba contra Pizarro y su hermano, el asesinado líder del M19, Carlos, y lo conmina a que devele las “verdades” sobre los crímenes del M19. Eduardo Pizarro era un reconocido investigador social distante de las actividades guerrilleras de su hermano cuando era líder del movimiento guerrillero.
El ex paramilitar afirma que dicha entrevista le causó “indignación, tristeza y dolor”, y criticó a Pizarro, a quién le ve un supuesto interés político en sus declaraciones.
“Lo vemos más incitando a continuar ese círculo vicioso de violencia que no encuentra fin en nuestro país, al presentar el conflicto como la lucha entre buenos y malos, entre ángeles y diablos o, peor aún, entre soñadores revolucionarios y bandidos narcotraficantes”, dice en uno de los apartes el paramilitar.
La más reciente crítica de Pizarro Leóngomez la hizo en una entrevista a El Tiempo en donde dijo que el Estado colombiano le había “regalado cuatro años a los paras para esconder los bienes”, y que por ello, hoy en día la reparación de las víctimas a través de la devolución de dichos bienes tenía un futuro incierto.
En su carta, Jorge 40 dice que Pizarro ha asumido un papel de juez que ha “condenando a una parte de los actores del conflicto… excusando a los otros, poniendo de manifiesto su interés en que se les perdone y mostrándose como humanista a favor solo de una parte de las víctimas del conflicto”.
Afirma además que “con actitudes como ésta no se logra cosa diferente que perpetuar el mismo espiral de violencia en que ambos participamos directa o indirectamente, desde orillas opuestas. De pronto, ese es su real interés político: que nos sigamos matando entre colombianos, como ha sido nuestra interminable historia de guerras fratricidas”.
En una implícita alusión al papel de la CNRR, ‘Jorge 40’ invita a que esta investigue sobre “quiénes fueron los responsables de la violencia partidista que generó tantas víctimas hoy olvidadas, también por usted, y que son responsables de la violencia que reinició, entre otros, su hermano”.
Sobrelos autores intelectuales del asesinato de Carlos Pizarro que para la fecha era candidato a la presidencia, Tovar Pupo responsabiliza a lo que él denomina “paramilitarismo de Estado” y niega la participación de la AUC en el magnicidio.
Las críticas al proceso de negociación
Sobre la desmovilización de las AUC, el ex paramilitar afirma que su grupo concretó “el más grande hecho de paz que ha habido en el mundo”, pero a reglón seguido criticó al gobierno ya que a su parecer este “no hizo nada para ello”. Reconoce que las AUC aceptaron la negociación con el gobierno Uribe “en su momento de mayor poder, victoriosa política y militarmente”. En su opinión el gobierno los traicionó e incumplió los compromisos dentro de la negociación.
Reconoce que hoy en día existen grupos que “optaron nuevamente por la vía armada como medio político”, en clara alusión a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y de otros grupos que él denomina como “diferentes confederaciones de autodefensas”.
En otro de los apartes cuestiona la efectividad de la política de seguridad democrática en los territorios que fueron ocupados por los paramilitares.
“Ojalá el gobierno de turno se convenza de que la victoria militar desde la regularidad, jamás será posible si enfrenta un enemigo civil e irregular. Podrá diezmarlo, podrá quitarle movilidad y territorios, pero si no ha podido ni siquiera consolidar su política de seguridad en los territorios entregados por las autodefensas en su desmovilización.”
‘Jorge 40’ fue extraditado el 13 de mayo de 2008 en compañía de otros 13 comandantes paramilitares, por cargos de narcotráfico imputados por la Corte del Distrito de Columbia en los Estados Unidos. Actualmente se encuentra recluido en una cárcel de Washington a la espera de su condena.
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