Curillo, el pueblo que arrasaron los ‘paras’

      
Los paramilitares de Frente Sur Andaquíes llegaron a este puerto asesinando y desplazando. Abusaron del comercio y de cualquier negocio que les fuera rentable.
  
Los paramilitares del Frente Sur Andaquíes delinquieron en Curillo, un puerto del piedemonte amazónico ubicado sobre el río Caquetá. Foto VerdadAbierta.com

La incursión paramilitar al Caquetá
Los ‘paras’ y el narcotráfico en Caquetá
 

El puerto de los bellos atardeceres perdió esa cualidad en 2002, cuando la nueva ola de paramilitares del Frente Sur Andaquíes llegó a delinquir a este pueblo con el pretexto de combatir a la guerrilla. Asesinaron y desplazaron a varios de sus pobladores y abusaron de las tiendas y droguerías que funcionaban en el pueblo.

Según lo documentó Justicia y Paz, fue a partir de 2001 que al Caquetá llegó un nuevo grupo de paramilitares financiado por Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’, entonces jefe paramilitar del Bloque Central Bolívar, Bcb.  En su incursión a este departamento del sur del país, ‘Macaco’ exportó desde Córdoba y Antioquia a varios paramilitares para engrosar las filas del grupo que durante la desmovilización en 2006 se conoció como Frente Sur Andaquíes.

Entre sus cómplices estuvieron Carlos Fernando Mateus alias ‘Paquita’ y Edilberto Correa alias ‘Chepelisto’, originarios del Caquetá y por tanto conocedores de la región. En versiones libres, los ex paramilitares confesaron que empezaron a delinquir en 2001 con las Auc después de ser desplazados por las Farc en 1999, cuando este grupo armado ilegal se tomó el pueblo de Curillo y secuestró a una decena de policías.

Durante una audiencia de imputación de cargos contra alias ‘Paquita’, ‘Chepelisto’, Everardo Bolaños alias ‘Jhon’, Omar Osorio alias ‘Maclauss’ y Álex Miguel Villadiego alias ‘Douglas’, la Fiscalía 27 de Justicia y Paz documentó ante el Tribunal de Justicia y Paz cómo los paramilitares incursionaron este pueblo.

Desapariciones
El Frente Sur Andaquíes  instaló retenes ilegales para cobrar impuestos ilegales y buscar a sus víctimas, señaladas de colaborar presuntamente con la guerrilla.

El 13 de enero de 2002, por ejemplo, un joven fue detenido en uno de estos retenes que tenían los paramilitares en la ruta Curillo-Florencia, la capital. Edilberto Correa alias ‘Chepelisto’ lo tildó de colaborador de la guerrilla y lo llevó  hasta la inspección de Puerto Torres, en el municipio de Belén de los Andaquíes, donde estaba Everardo Bolaños alias ‘Jhon’, jefe militar del grupo. Alias ‘Chepelisto’ y ‘Jhon’ confesaron que asesinaron al joven y lo arrojaron a una fosa.    

Lo mismo sucedió un mes después con un hombre que saliendo de Currillo fue retenido por los paramilitares, cuando se movilizaba por la vía que comunica al municipio de Albania con San José de Fragua.  Alias ‘Chepelisto’ lo acusó de colaborar con la guerrilla y se lo llevó a alias ‘Yafra’ quien a su vez se lo entregó al jefe militar, alias ‘Jhon’. “La víctima fue retenida durante 12 horas, tiempo en el que fue interrogada. El cuerpo aún no se ha encontrado”, leyó la Fiscalía.

Igual como sucedió con las anteriores desapariciones, el 22 de febrero del mismo año alias ‘Chepelisto’ retuvo a un menor señalándolo de colaborar con la guerrilla y de ser familiar de un subversivo. En una motocicleta se lo llevó a alias ‘Yafra’, que delinquía en Albania, quien a su vez se lo entregó a las ‘Jhon’ en la inspección de Puerto Torres. El ex jefe militar le ordenó a un subalterno asesinarlo y arrojar su cuerpo a una fosa cavada detrás de la iglesia del pueblo.

Asesinatos y desplazamientos
Con el mismo pretexto  de combatir a la guerrilla, el Frente Sur Andaquíes asesinó y desplazó a varios pobladores. Los citaban, los interrogaban y luego los lanzaban al río Caquetá, según varios ex paramilitares, en complicidad con agentes de la policía.

El 28 de febrero de 2002 un joven le dijo a su familia que alias ‘Chepelisto’ lo había citado a una reunión con los paramilitares. En la cita las Auc lo tildaron de arreglarle los radios a la guerrilla. En una casa desde donde delinquía el grupo, la víctima fue amarrada, vendada e interrogada hasta la madrugada hasta cuando alias ‘Fabio’, ‘Douglas’  y ‘Chepelisto’ lo llevaron hasta un muelle flotante. Según lo confesaron varios ex paramilitares en Justicia y Paz, antes de asesinar al joven alias ‘Fabio’ habló primero con los policías que estaban en la garita del muelle.

“El cuerpo fue arrojado al río por orden de alias ‘Fabio’ y fue encontrado 24 días después por los pobladores de la región”, leyó la Fiscalía ante los Tribunales de Justicia y Paz.

La tragedia se repitió el 5 de marzo de 2002. Señalado por alias ‘Chepelisto’, un grupo de paramilitares fue hasta la casa de la víctima y amenazó a la esposa para que les dijera dónde estaba el señor. Lo encontraron en el barrio Villa Inés, en Curillo, y mediante engaños lo llevaron hasta una casa donde delinquían las Auc en el barrio Turbay.

Allí lo amarraron, le sellaron la boca con cinta y lo requisaron, quitándole unas boletas de una prendería por dos cadenas, un anillo de oro y una nevera, que los paramilitares se robaron además de la motocicleta en la que se movilizaba la víctima. “En la madrugada la víctima fue llevada al muelle flotante por alias ‘Fabio’, ‘Douglas’, ‘Maclauss’ y ‘Chepelisto’, en complicidad con un subintendente de la policía. Lo asesinaron y lo arrojaron al río con el fin de desaparecerlo”, leyó la Fiscalía ante los magistrados de Justicia y Paz.

A los diez días el cuerpo de otro habitante de Curillo apareció flotando entre las canoas del muelle. Según contaron varios ex paramilitares en versión libre, primero requisaron la casa de la víctima y luego acusaron a la víctima de tener vínculos con la guerilla. Aunque alias ‘Chepelisto’ había interrogado a los vecinos y ellos le habían dicho que el señor era una persona de bien, el entonces paramilitar volvió a recapturarlo por orden de alias ‘Fabio’. Después de asesinarlo, los paramilitares robaron de su casa sus pertenencias.

Extorsiones y robo de bienes
Con la llegada a mediados de 2001 de Carlos Fernando Mateus alias ‘Paquita’ y la reorganización que hubo dentro del grupo paramilitar, siendo Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’ el nuevo jefe, el Frente Sur Andaquíes aumentó sus finanzas cobrando extorsiones a los comerciantes y apropiándose de alimentos, ropa, medicinas y combustible que se vendían en los diferentes establecimientos del pueblo de Curillo. A varios de los pobladores de los desplazaron.

Según lo documentó la Fiscalía, en marzo de 2002 los paramilitares a cargo de alias ‘Fabio’, jefe del grupo de urbanos de este grupo, obligó a que los comerciantes del barrio Las Palmas asistieran a una reunión en el polideportivo. A esa reunión asistió un señor que fue señalado por alias ‘Chepelisto’ de colaborar con la guerrilla.

La víctima, que vendía verduras y era el fiscal de la junta de acción comunal del barrio, fue llevada hasta su casa donde alias ‘Chepelisto’, Pedro Nel Rivera alias ‘Pedro Ron’ y Álex Miguel Villadiego alias ‘Douglas’, todos subalternos del grupo de urbanos de ‘Fabio’, corroboraron que el señor iba a desplazarse. Luego, por orden de alias ‘Fabio’ los paramilitares se robaron todas las pertenencias que tenía la víctima en su casa.

Lo mismo con una pareja que vivía en el pueblo. Ella trabajaba como enfermera y él tenía un taller de motos. Por señalamientos de alias ‘Chepelisto’, los esposos tuvieron que abandonar Curillo. A su regreso, del taller ya no quedaba sino el local donde el señor reparaba motocicletas.

Ese mismo año una señora, propietaria de un supermercado, fue citada a un hotel a una reunión con alias ‘Pedro Ron’, quien años a tras había sido su empleado. El paramilitar le dijo que tenía que dar un aporte de a las Auc de $20 millones de pesos. La víctima dijo que no tenía ese dinero y que por mucho podía dar $2 millones. “Sin embargo días después los paramilitares le remitieron a la señora una lista de mercado como forma de pago… Eso sucedió durante tres semanas, la última por una remesa que costó por lo menos $5 millones de pesos”, leyó la Fiscalía.

Con la misma modalidad de amenaza y extorsión, los paramilitares fueron hasta un almacén de ropa del pueblo y le dijeron al propietario que les diera “un crédito” por $800 mil pesos en ropa y zapatos. La víctima denunció ante la Fiscalía que esa mercancía nunca la recuperó.

Lo mismo le sucedió a un farmaceuta de Curillo. Los paramilitares le exigieron una cuota de $30 millones de pesos a cambio de que lo no asesinaran. Además de la extorsión, “me  llegaban a la droguería con fórmulas del hospital. Me llevaban listas de medicamentos y me dijeron que en algún momento me los pagaban pero eso no sucedió”, dijo la víctima a Justicia y Paz.

A una mujer que vendía gasolina cerca al muelle flotante los paramilitares le dijeron que tenía que darles cinco tambores de combustible y que luego se lo pagaban. Eso no sucedió y la víctima denunció ante la Fiscalía que por lo menos los paramilitares le robaron 400 galones de gasolina, razón por la cual su negocio quebró y por miedo abandonó el pueblo.

Los hechos narrados fueron confesados por los ex paramilitares en Justicia y Paz, y presentados por la Fiscalía 27 de Justicia y Paz en audiencia de imputación de cargos contra Carlos Fernando Mateus alias ‘Paquita’, Everardo Bolaños alias ‘Jhon’, Omar Osorio alias ‘Maclauss’, Edilberto Correa alias ‘Chepe Listo’ y Álex Miguel Villadiego alias ‘Douglas’, acusados de 26 crímenes cometidos en el Caquetá.

*La formulación de cargos es una etapa preliminar del juicio, antes de que los magistrados emitan una sentencia que condene a los paramilitares y repare a las víctimas.