José Miguel Narváez Martínez, ex subdirector del DAS, será vinculado mediante indagatoria al proceso que adelanta la Fiscalía por el homicidio agravado del senador Manuel Cepeda Vargas.
José Miguel Narváez, ex subdirector del DAS, se encuentra actualmente en la cárcel. Foto Semana |
La diligencia judicial se efectuará en los próximos días ante un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y DIH, que investiga la presunta responsabilidad de Narváez Martínez en el crimen del dirigente político, cometido el 9 de agosto de 1994 al occidente de Bogotá.
El ex Subdirector del DAS también fue vinculado mediante indagatoria al proceso por el homicidio del periodista Jaime Hernando Garzón Forero.
El Consejo de Estado, en decisión tomada el 10 diciembre de 2008, condenó a la Nación tras encontrar que hubo omisión en la protección del entonces senador Manuel Cepeda Vargas, dirigente de la Unión Patriótica asesinado el 9 de agosto de 1994.
Según El Tiempo, a pesar de las denuncias hechas por el mismo Cepeda sobre amenazas contra su vida, y sumado a la medida cautelar que la Comisión Interamerciana de Derechos Humanos había dictado para pedir la protección del dirigente político,el Consejo determinó la culpabilidad por omisión del Estado colombiano que llevaría al asesinato de Cepeda.
Según los mismos demandantes, Cepeda habría denunciado las amenazas contra su vida al DAS, la Policía, la Fiscalía, el Defensor del Pueblo, la Procuraduría y los altos mandos militares, estos últimos, quienes presuntamente tuvieron participación en el crimen.
La muerte de Cepeda sería concebida dentro de la “Operación Golpe de Gracia”, operación iniciada con el asesinato de José Millar Chacón, secretario del Partido Comunista, el 25 de noviembre de 1993. Estas muertes se sumarían a la muerte de más de 3000 militantes de la Unión Patriótica y el Partido Comunista desde la década del 80, entre quienes se encontraban candidatos presidenciales, parlamentarios y alcaldes pertenecientes a estos movimientos políticos.
Con esto, la Sección Tercera del Consejo de Estado ordenó el pago de indemnizaciones por perjuicios para el hijo, la esposa y la hermana de Cepeda, por un monto de 587 millones de pesos para cada uno, sumando además los 910,3 millones de pesos adicionales que tendrá que pagar el Estado por concepto de perjuicios materiales.
Por este caso, la justicia colombiana acusó a Carlos Castaño como autor intelectual y a dos militares, Hernando Medina Castaño y Justo Gil Zúñiga, como coautores del asesinato.
Narváez y las Auc
En una versión libre desde Estados Unidos ante la Fiscalía, Salvatore Mancuso, alias ‘El Mono Mancuso’, aseguró que José Miguel Narváez, quien fue subdirector del DAS, dictó clases a miembros de las autodefensas sobre lucha anticomunista en varias oportunidades. (Ver Mancuso señala a ex subdirector del DAS)
Esta no es la primera vez que ex paramilitares mencionan el nombre de Narváez y sus presuntos nexos con paramilitares. En junio de 2008, alias ‘El Iguano’ también había hecho referencia a las clases que impartió Narváez a paramilitares en campamentos del Sur de Bolìvar y Córdoba, coincidiendo con el relato de Mancuso.
Mancuso aseguró que entre 1998 y 2002, Narváez, que para ese entonces se desempeñaba como profesor de la Escuela Superior de Guerra, dictó una cátedra llamada “¿Por qué es licito matar comunistas en Colombia?” a un grupo de paramilitares entre los que se encontraban él y Carlos Castaño.
El ex jefe paramilitar aseguró al despacho octavo de la Unidad de Justicia y Paz, que se reunió en más de cinco ocasiones con Narváez en las fincas “Veintiuno” y “Quince” de las autodefensas en Urabá, entre los años 1998 y 2002. “El hombre encargado de difundir los ideales de la democracia y la paz a los mayores de Colombia, se reunió en varias ocasiones con Carlos Castaño y conmigo para enseñarnos a combatir a los comunistas”, dijo.
El contenido de las presuntas cátedras iba orientado a justificar el exterminio de sectores sociales involucrados con la guerrilla, entreellos, hacía énfasis en sindicatos, políticos activos y miembros desmovilizados de la guerrilla. Dentro del grupo de personas estudiadas en la clase figuraba Wilson Borja, quien fue declarado como objetivo militar por parte de las AUC. Borja fue víctima de un atentado el 15 de diciembre de 2000, por los que fueron responsabilizados militares en complicidad con paramilitares.
Según Mancuso, Narváez tenía influencia sobre Carlos Castaño, pero que el jefe paramilitar tenía reservas sobre el ex subdirector del DAS y sus conceptos porque le parecían demasiado radicales: “Cree que todos son guerrilleros”, le dijo.
A lo largo de su Versión Libre, Mancuso aceptó haber recibido de manos de Carlos Castaño una lista con los nombres de varias personalidades nacionales que debían ser asesinadas por sus presuntos nexos con la guerrilla. En el listado figuraban los nombres de Álvaro Leiva Durán, Wilson Borja, Gustavo Petro, Piedad Córdoba y un ex parlamentario de Arauca de quien no supo referir el nombre: “Puede ser Octavio Sarmiento o Luis Alfredo Colmenares, tal vez, las autodefensas mataron a los dos”, aseguró.
El ex jefe paramilitar confesó que las autodefensas que comandó en Córdoba recibían semanalmente informes de inteligencia de las manos de alias ‘Caballo’ y Wilfredo Ortiz, este último identificado por el ex jefe paramilitar como un miembro activo de la policía de Córdoba en 1994.
Mientras que Jorge Iván Laverde Zapata alias ‘El Iguano’ confesó en 2008 que el ex subdirector Nacional del DAS, José Miguel Narváez, sugirió a Carlos Castaño Gil, para que asesinara al periodista y humorista Jaime Garzón.
También señaló que Narváez fue clave en el secuestro de la senadora liberal Piedad Córdoba. Según Laverde, Narváez fue quien llevó a Carlos Castaño Gil varias grabaciones entre la parlamentaria y el jefe guerrillero Francisco Galán, en las que criticaban al ex jefe de las AUC.
La Fiscalía deberá determinar si estos señalamientos son suficientes para llevar a juicio al ex funcionario.