El crematorio del Bloque Catatumbo

      

El exjefe paramilitar de las Auc continuó con su versión libre en la que confesó cómo sus hombres del bloque Catatumbo asesinaron, descuartizaron y hasta incineraron a sus víctimas con la complicidad de algunos miembros de la fuerza pùblica en Cúcuta. Algunos cuerpos fueron enterrados en Venezuela, otros fueron cremados por orden de Carlos Castaño.

Durante su segundo día de versión libre desde Estados Unidos, Salvatore Mancuso, exjefe de los bloques Catatumbo, Norte y Córdoba de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), confesó ser responsable de 50 asesinatos en Norte del Santander. Las víctimas fueron maestros, líderes locales, celadores y drogadictos.

Sin embargo, familiares de las víctimas en Cúcuta criticaron la forma en la que Mancuso justificó el asesinato de estas personas a quienes señaló como colaboradores de la guerrilla.

Según el ex jefe paramilitar todos fueron asesinados por información de inteligencia de organismos del Estado o testimonios de pobladores y miembros de las autodefensas que presuntamente los señalaban de ser cómplices de la guerrilla.

Mancuso señaló que Leni Yovany Palma, alias ‘Alex’, un ex cabecilla del Eln que se convirtió a las autodefensas, entregó información para asesinar a decenas de personas en Cúcuta y algunos municipios aledaños.

Según las declaraciones de Mancuso, ‘Alex’ habría participado en el asesinato de más de 20 personas que señaló como ex compañeros de sus años de lucha en la guerrilla en el Norte de Santander.

Entre las víctimas reconocidas por Mancuso en versión libre se encuentran Juan José Guevara Maturana, quien fue asesinado en el 2004, y se desempeñaba como rector del colegio agropecuario “Juan Frío” en el municipio de Villas del Rosario. Según Mancuso las autodefensas decidieron asesinar al docente por sus presuntos vínculos con el frente décimo de las Farc. Por las mismas razones también fue asesinado Gerson Agudelo quien trabajaba en el colegio como celador.

Las autodefensas de Mancuso también asesinaron a Eraso Moncada, presidente del Concejo Comunal de El Rosario y a Fernando Rojas Caravalí quien era miembro de la junta de acción comunal de El Rosario.

Durante las más de cinco horas de versión libre que el ex jefe paramilitar rindió desde Washington, contestó a las preguntas de cinco víctimas que se reunieron en la sala de la Fiscalía en Cúcuta quienes le preguntaron por las razones de los asesinatos de sus familiares.

Mancuso señaló a dos de los jefes del bloque Catatumbo: Armando Pérez Betancourt, alias Camilo’, hoy prófugo de la Justicia, y Jorge Iván Laverde Zapata, alias ‘El Iguano’ o ‘Pedro Fronteras’, quien se sometió a la justicia en el 2004. Este bloque irrumpió en la región en mayo de 1999 y delinquió en Cúcuta y algunos municipios aledaños.

El jefe extraditado complementó las declaraciones que hizo alias ‘El Iguano’ a un fiscal de Justicia y Paz en octubre del año pasado en las que reveló que varias víctimas del bloque Catatumbo fueron incineradas para evitar que ser descubiertas por las autoridades.

Zapata confesó que sus hombres cremaron 98 personas en el Norte de Santander en el 2001. ‘El Iguano’ también confesó en esa versión libre que dos años después ordenó la construcción de otro horno crematorio en la Finca Pacolandia, Puerto Santander; donde sepultaron 20 cadáveres que fueron exhumados e incinerados para que él construyera su propia casa. (leer artículo completo)

Según Mancuso fue Carlos Castaño, máximo jefe de las AUC quien dio esta particular orden a todos los bloques y frentes paramilitares, para desaparecer los cadáveres de sus víctimas desde 1999. Esta particular orden se dio para frenar las estadísticas de homicidios y masacres cometidas por los ‘paras’ cuando las autoridades empezaron a encontrar fosas con desaparecidos.

Mancuso aseguró ante el despacho octavo de la Unidad de Justicia y Paz que algunos de los paras bajo su mando descuartizaron los cuerpos de sus víctimas para ahorrar tiempo a la hora de enterrarlos, incluso llevaron los cuerpos a Venezuela donde eran arrojados al río Táchira.

‘El Mono Mancuso’ aseguró que tuvo diferencias con Carlos Castaño sobre la desaparición de los cuerpos, pero esta orden se mantuvo porque no podía controvertir las órdenes del jefe las AUC: “Si los habíamos matado con razón, para qué esconderlos”.

El ex jefe paramilitar señaló que pintaron graffitis alusivos en las AUC en lugares donde las autodefensas habían cometido asesinatos. Los grafitis amenazantes fueron apareciendo en las zonas donde las Auc delinquían basados en la instrucción militar y la combinación de todas las formas de lucha que acoplaron de la guerrilla para hacerle guerra psicológica a sus colaboradores: “Recuerden que yo soy un paramilitar capacitado por el Estado…los grafitis nos evitaban asesinar más gente y hacían que la gente se fuera antes de convertirse en blanco militar”.

Mancuso seguirá rindiendo versión libre mañana en el bunker de la Fiscalía desde las 8:30 a.m. La diligencia será transmitida a la ciudad de Cúcuta vía satélite en la sede de la Fiscalía.