Lo último que pidió Carlos Castaño antes de ser asesinado

      

Una nueva versión sobre la muerte de este jefe paramilitar surgió en Medellín, durante la versión de alias ‘El Cura’. Según dijo, de la decisión de matarlo la conocía el Estado Mayor de las Auc.

Sentado en una vieja silla y recostado contra la pared dentro de un rancho de propiedad de un campesino de 65 años en la vereda El Tomate, de San Pedro de Urabá, y reclamando de manera insistente que lo llevaran a hablar con su hermano Vicente, fue asesinado el jefe paramilitar Carlos Castaño el 16 de abril de 2004.

Así lo reveló el exparamilitar Elkin Casarrubia Posada, alias ‘El Cura’, ante un fiscal de la Unidad Nacional para la Justicia y la Paz durante su primera sesión de versión libre realizada en Medellín.

Este desmovilizado del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), condenado por su participación en la masacre de Mapiripán, Meta, y formado en las filas del Ejército Popular de Liberación (EPL) a finales de la década del ochenta, narró por primera vez ante la justicia los hechos que acabaron con la vida de quien fuera el máximo vocero político de las organizaciones armadas ilegales de extrema derecha en el país y sobre los cuales se han tejido diversas versiones.

“La orden que me dieron a mi fue matar a Carlos Castaño”, dijo Casarrubia Posada. La misión le fue dada a comienzos de abril de 2004 durante una reunión en la que estuvieron presentes Vicente Castaño, alias ‘El Profe’; Hebert Veloza, alias ‘HH’; y Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias ‘Monoleche’. De acuerdo con el testimonio del versionado, la decisión la había tomado Vicente, “pero ‘HH’ me dijo que toda la comandancia de las Auc sabía de esa orden”.

Una vez conocido el propósito, se organizó un grupo de paramilitares de por lo menos cincuenta hombres que venían de diversos bloques, entre ellos del Calima y del Bananero, y de confianza de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’. Al frente de la misión estarían Henry Rodríguez Gómez, alias ‘Darío’, comandante militar del Bloque Bananero en ese momento; Elkin Casarrubia Posada, alias ‘El Cura’, quien dirigía el Frente Amalfi del Bloque Calima en varios municipios del Nordeste antioqueño; y alias ‘Móvil Cinco’, de quien no se conoce hasta el momento su nombre.

Para cumplir con la misión, y por orden de alias ‘HH’, se trasladaron de Santo Domingo, Antioquia, a Santa Fe de Ralito, Córdoba, varios fusiles Galil y R-15, los cuales fueron entregados después a varios combatientes en el sitio El Molinillo, en San Pedro de Urabá.

Se le buscaba

El relato de alias ‘El Cura’ revela que hubo varios intentos de atacar a Carlos Castaño, pero que por diversas circunstancias y contraordenes se abortaron. Una de esas ocasiones se presentó en la finca llamada ‘La 28’, donde frecuentemente se encontraba el líder político de las Auc. Hasta ese lugar había llegado Diego Martínez Goyeneche, alias ‘Daniel’, quien estaba al frente del Bloque Tolima.

“La orden que ‘Monoleche’ dio en ese momento fue que matáramos a Daniel cuando bajara de la finca y si venía con Carlos Castaño, que los matáramos a los dos, pero luego ‘HH’ cambió la decisión y dio la orden de no matarlo para no “calentarse” con Carlos Castaño”, indicó Casarrubia Posada.

Según el versionado, pasaron varios días hasta que una casualidad los llevó a encontrar al líder de las Auc. “Yo estaba con Vicente Castaño en una de sus fincas y hasta allí llegó un señor que le decían ‘Choroto’, quien le administraba algunas tierras a ‘El Profe’, a decirle que unos campesinos estaban quemando uno de los bosques de su propiedad.Vicente entonces le ordena a ‘Monoleche’ que arregle ese problema”, relató el versionado.

Dado el conocimiento de la zona que tenía alias ‘Monoleche’, le dijo a alias ‘El Cura’ que reuniera la gente porque cerca del sitio de la quema era frecuente ver a Carlos Castaño y a sus escoltas. El grupo de paramilitares se transportó en por lo menos cuatro camionetas. “En una de ellas iban ‘Monoleche’, Sarley y Jhovanny; en la otra iba Darío con unos veinte hombres; en otra estaba Ramiro; y en otra íbamos ‘Móvil Cinco’ y yo”.

Pasaron por varias fincas, todas ellas ubicadas entre los municipios de San Pedro de Urabá y Arboletes, sin encontrar rastros del jefe paramilitar, hasta que pasaron por el frente de un lugar conocido en la región como Rancho al Hombro, que no era más que una tienda veredal a donde salía Carlos Castaño a conectarse a Internet a través de un teléfono público que había allí.

“’Móvil Cinco’ y yo veníamos delante de todos los vehículos y cuando llegamos a ese punto vimos a un muchacho de la seguridad de Castaño. Le avisé a ‘Monoleche’ y les dije a todos los hombres que la acción iba a comenzar. Cuando pasamos por frente de la casa de Rancho al Hombro, vimos a Carlos Castaño  en el mostrador de la tienda frente a un computador”, narró ‘El Cura’.

‘Móvil Cinco’ venía manejando el vehículo y frenó casi al frente donde estaba el vocero político de las Auc, y desde el mismo momento de la llegada del comando armado que buscaba al líder paramilitar empezó el tiroteo. “Ese intercambio de disparos duró como media hora y allí murieron varios escoltas de Carlos Castaño. Al rato, se le escuchó gritar que no dispararan más”.

En la escaramuza, el líder paramilitar se había refugiado en un pequeño rancho habitado por un hombre de por lo menos 65 años. “Allí, recostado en una silla contra la pared, Carlos Castaño nos preguntaba qué estaba pasando y ‘Móvil Cinco’ le hacía varios reclamos. Cuando Castaño insistió que lo llevaran donde su hermano, ‘Móvil Cinco’ le disparó y lo mató”.

De acuerdo con lo dicho por el versionado, fue él quien recogió del mostrador donde encontraron a Castaño el computador y dos memorias, las cuales le entregó una semana después a alias ‘HH’. Casarrubia Posada dijo, además, que alias ‘Monoleche’ se quedó con la pistola Pietro Bereta que portada el líder de las Auc.

Terminada esa tarea, se dio otra orden: matar a todos los hombres que le ayudaron a Carlos Castaño. Se calcula que por lo menos diez combatientes, entre ellos varios heridos, fueron asesinados y enterrados en fosas comunes en la finca escuela conocida como La Acuarela. Pero uno de ellos, conocido con el alias de ‘El Tigre’, se hizo el muerto, escapó y fue quien anunció que Carlos Castaño estaba muerto.

Luego de la operación, se allanaron varias fincas frecuentadas por Carlos Castaño en busca de dinero y armas. En una de ellas encontraron varios fusiles y en otra un trabajador del jefe paramilitar les entregó varios millones de pesos. “A los dos o tres días, ‘Monoleche’ les repartió de a dos millones de pesos a los patrulleros que participaron en el operativo contra Carlos Castaño”.

De acuerdo con alias ‘El Cura’, los cadáveres de los escoltas asesinados fueron desenterrados y quemados varios días después cuando a la zona de El Tomate llegaron hombres de la Fiscalía y de la Policía. “El propósito era desaparecer todo tipo de pruebas”, afirmó el versionado.

Otra de las medidas que tomó Vicente Castaño y sus hombres fue organizar varios grupos paramilitares para contener algunas reacciones y represalias de aquellos jefes afectos a Carlos Castaño, entre ellos se le temía a Fredy Rendón Herrera, alias ‘el alemán’.

Por último, Casarrubia Posada precisó que la muerte de Carlos Castaño estaría relacionada con los supuestos contactos del líder político de las Auc con autoridades norteamericanas. Pero fue más allá y dijo que ya había perdido mando sobre las autodefensas: “solo le copiaban Daniel, el del Tolima, ‘El Alemán’ y ‘Jorge 40’. Y con su hermano Vicente no tenían buenas relaciones, mantenían muchas discusiones”.

La versión de alias ‘El Cura’ contrasta con la que han entregado otros desmovilizados, incluso del mismo Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias ‘Monoleche’, quien en una primera confesión pública a mediados del 2006 reconoció ser el autor material del asesinato de Carlos Castaño, pero en enero de 2008 se retractó ante un fiscal de la Justicia y Paz y afirmó que había comandado el operativo, pero no disparó. “Fue un desmovilizado de las Auc conocido con el alias de ‘Móvil 5’ quien, por orden de Vicente Castaño Gil, tiroteó a Carlos Castaño Gil”, dijo en esa ocasión.

Lo paradójico es que días después de la incursión paramilitar que acabó con la vida del vocero político de las Auc, dos supuestos testigos se presentaron ante un medio de comunicación nacional y narraron los hechos, adjudicándole la muerte a alias ‘Monoleche’: “Yo alcancé a ver cuando sacaron a Carlos del granero y lo llevaron a donde estaba ‘Monoleche’. Entonces él dijo que por qué, que él era el líder de las autodefensas, que quién había mandado a hacer esa vuelta. Le contestaron: yo solamente cumplo órdenes de ‘El Profe’. Me di cuenta que usted iba a entregar a todos los líderes de las autodefensas que tenían que ver con el narcotráfico al gobierno de Estados Unidos. ‘Monoleche’ levantó la pistola y descargó una cantidad de disparos. Yo alcancé a ver que ese señor descargó dos proveedores”.

Si bien estas versiones sirvieron para que la Fiscalía procesara a por lo menos diez personas por este caso, varios de los participantes directos y que actuaron con niveles de responsabilidad aún no han sido vinculados ni detenidos, entre ellos ‘Móvil Cinco’, ‘Sarley’, ‘Jhovanny’, ‘Ramiro’ y el mismo Casarrubia Posada.

De acuerdo con indagaciones judiciales, ‘Móvil Cinco’, de quien no se tienen mayores datos, se sabe que se desmovilizó con el Bloque Mineros, pero se rearmó y ahora al parecer integra las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), creadas por Daniel Rendón Herrera, alias ‘don Mario’ y con operaciones en el Urabá antioqueño. A su lado estarían ‘Sarley’ y ‘Jhovanny’, exintegrantes de la guerrilla del Epl, junto a alias ‘El Cura’, y alias ‘Ramiro’, un exguerrillero de las Farc.