“Aún no han procesado a los responsables de la masacre”

      
Las víctimas de El Naya, en donde el Bloque Calima cometió una masacre en 2001, se quejan porque no han sido procesados los cómplices que permitieron que se cometieran esos crímenes.

Aunque los paramilitares fueron condenados en 2005 por la justicia ordinaria, las víctimas de El Naya esperan que el proceso de Justicia y Paz sirva para dar con los militares y empresarios que apoyaron al Bloque Calima. Foto; archivo Semana.

Los orígenes de la masacre de El Naya
Las deudas con la comunidad de El Naya

En abril de 2001, en plena Semana Santa, alrededor de 220 paramilitares incursionaron en El Naya y dejaron a su paso muerte, desapariciones forzadas, desplazamientos y terror. Once años después de esos hechos y de superar varias dificultades -como la falta de postulados-, la Fiscalía 18 de Justicia y Paz le imputó cargos a 66 ex integrantes del Bloque Calima que se acogieron al proceso de justicia transicional.

A esa audiencia, que se desarrolló en el Tribunal Superior de Cundinamarca, asistieron 15 líderes y víctimas de El Naya que se niegan a olvidar esos crímenes y le han hecho constante seguimiento a todas las etapas que ha tenido el proceso judicial.

Ante la magistrada de control de garantías y llenos de temor, algunos de ellos se atrevieron a pasar al estrado para pedir una reparación integral, declarar que el proceso judicial ha sido muy lento y expresar su inconformidad porque no se han procesado a los que ellos consideran como responsables (señalan a militares y empresarios) de los crímenes que cometieron los paramilitares.   

VerdadAbierta.com habló con uno de esos líderes tras dos días de audiencia en Bogotá, quien por razones de seguridad pidió mantener la reserva de su identidad. Su principal queja es que las víctimas no recibieron apoyo para acudir a la imputación.

VerdadAbierta.com:
¿Cómo se han sentido en la audiencia de imputación de cargos?

J.L.M.: No estamos muy satisfechos con la imputación de cargos porque vemos que hay unas lagunas que están quedando, como la situación de las viudas y del desplazamiento.

A las viudas no se les ha dado una respuesta positiva tras la muerte de sus seres queridos. Se demandó al Estado, el proceso lleva once años, y las viudas no han tenido ningún tipo de reparación ni de auxilios. Quedaron con sus hijos huérfanos y les tocó ponerse a trabajar para terminar de criarlos.

Tenemos claro que 9 mil personas se vieron obligadas a abandonar la región por la masacre, pero el fiscal está hablando de 1.800…

VerdadAbierta.com: La Fiscalía dice que es consciente de esa cifra y la está depurando, hasta la fecha ha comprobado 1.495 casos y los demás siguen en verificaciones…

J.L.M.: Exactamente. Pero ya llevamos once años y creo que es un trabajo muy lento. ¿Entonces cuándo vamos a ver la verdad de esto?

Lo otro que reiteramos es que la justicia ordinaria, a pesar de que ha hecho grandes esfuerzos en Justicia y Paz para que se diga la verdad sobre los que tuvieron participación con estos grupos armados al margen de la ley, no los han hecho pagar por sus responsabilidades.

VerdadAbierta.com: Durante la audiencia le dijeron a la magistrada de control de garantías que se sienten vulnerados en estos espacios judiciales, ¿Por qué?

J.L.M.: Por no perdernos la audiencia nos tocó hacer un esfuerzo económico y de tiempo. A las víctimas no nos están garantizando nada y nos tocó venir por nuestra cuenta. Con esto se están vulnerando nuestros derechos, porque pudieron haber retransmitido a Popayán o Santander de Quilichao, que es un punto más cercano para todas las comunidades, pero no se hizo.

VerdadAbierta.com:
¿Le pidieron ayuda a alguna institución estatal u otra organización?

J.L.M.: Nosotros le pedimos ayuda al Ministerio del Interior y Justicia para que nos colaborara con unos tiquetes aéreos para poder venir a la audiencia. Los pedimos desde el miércoles de la semana pasada y nos dijeron que al otro día nos tenían razón porque estaban averiguando con el jefe de ellos. El viernes llamamos a la doctora Diana Botero y nos dijo que ya casi nos tenía razón, yal mediodía nos apagó el celular. Hubiéramos quedado satisfechos si ella nos hubiera atendido el celular y nos hubiera dicho que no pudieron conseguir los tiquetes.

VerdadAbierta.com: ¿Entonces cómo viajaron desde El Naya hasta Bogotá?

J.L.M.: Hay gente que salió de El Playón, una vereda de Buenos Aires, a las cuatro de la mañana del lunes y recorrió casi diez horas en mulas hasta Tierra Grata, en donde les tocó pagar para que les cuiden las bestias. De allí llegaron en chiva a Santander de Quilichao a las seis de la tarde, para coger bus en Cali, y esa misma noche salieron hacia Bogotá. Por eso hubo gente que llegó a la audiencia cuando ya había comenzado.

VerdadAbierta.com:
¿Cuál es la reparación que piden?

J.L.M.: Primero, la reubicación de las víctimas que salieron de El Naya y que no se han podido reubicar en Timbío.

En segundo lugar pedimos una veeduría internacional para que estos casos no se vuelvan a repetir.

El tercer punto: indemnizar a las viudas y a los huérfanos de El Naya.

El cuarto punto que se haga inversión social en la región.

Y el quinto punto es la titulación del territorio, porque así lo blindamos para que las multinacionales ya no se metan a sacar nuestras riquezas.

Nosotros como indígenas peleamos que somos los propietarios del territorio. Necesitamos la titulación del territorio para formar nuestros resguardos indígenas con varios cabildos que tenemos allá.A nivel indígena, el resguardo vendría a ser el territorio de un país, y el cabildo sus instituciones.

La inversión social es importante porque en la región no hay vías de penetración y pedimos que se invierta en vivienda, salud y educación. El Naya es una región inhóspita de grandes riquezas naturales que es uno de los pulmones de Colombia.

VerdadAbierta.com: ¿Cuál es la situación actual de la región?

J.L.M.: Difícil. En este momento hay algo de calma porque los grupos armados han entendido que como indígenas somos una autoridad y han respetado esa parte. Han dejado de reclutar niños, de asesinar indígenas y de extorsionar.

La intensidad del conflicto ha bajado pero siguen las necesidades por la falta de presencia del Estado. El Estado nos dice que en tierras que no son tituladas para las comunidades no pueden hacer inversiones y entonces hasta allí llegan nuestras gestiones.

VerdadAbierta.com: Ustedes dijeron en la audiencia que no tienen la protección suficiente, ¿Por qué?

J.L.M.: Hemos tenido amenazas. El año pasado en Popayán miembros de las Auc que no se desmovilizaron intentaron asesinarme, los cabildos también han sido amenazados.

Asesinaron a Alexander Quintero, quien denunció y pidió protección. Le hicieron un estudio de riesgo y la Policía dijo que era ordinario, y a los 25 días lo asesinaron. Esas determinaciones no son acordes con el peligro que nosotros corremos como líderes de El Naya.

Como dijo un compañero en la audiencia, uno se siente más seguro estando en el territorio, que por fuera haciendo gestiones para la comunidad. Pero es muy difícil que uno se quede quieto, porque el Estado no va a llegar a ofrecernos las cosas.

VerdadAbierta.com: ¿Quién era Alexander Quintero?

J.L.M.: Era un líder campesino que trabajó doce años por la comunidad e iba a ser candidato a la alcaldía de Buenos Aires. Tuvo muchas amenazas de los paramilitares del Bloque Calima porque denunciaba su presencia y que habían empresarios y políticos detrás de ellos.

VerdadAbierta.com: En las audiencias se ha hablado de ‘El Indio’ Becoche ¿Quién es?

J.L.M.: Fue uno de los comandantes de las Auc de Ortega (grupo existió en Cauca antes de la llegada del Bloque Calima a la región), ‘HH’ dijo que les dieron fusiles y entrenamiento. Ellos se desmovilizaron pero siguieron haciendo sus fechorías. Él reclutó a unos muchachos en Cajibío y Morales y los dejó en la cancha de Munchique para que incursionaran en El Naya.

Fueron como seis jóvenes y de ellos se ahogaron tres en el Bajo Naya. Los otros están versionando y han dicho que los reclutó ‘El Indio’. Él es uno de los terceros que está por fuera y por eso hay vacíos en el proceso.

VerdadAbierta.com:  Para los sobrevivientes de El Naya ¿Los postulados están diciendo la verdad?

J.L.M.: Nosotros tenemos nuestras dudas. No han delatado a toda la gente y sabemos que hay gente más poderosa por fuera. También nos preocupa que ellos han dicho quienes les colaboraron y los financiaron, pero hasta al momento no tenemos a nadie en investigación.

VerdadAbierta.com: Los desmovilizados han dicho que ingresaron a El Naya para atravesar la región e instalarse enGuapi…

J.L.M.: Esa es una de las cosas que no les creemos. Cuando la gente de El Naya íbamos de Timba hacia arriba, teníamos que pasar por un retén que ellos tenían allí y nos decían que iban a entrar a El Naya.

Nos preguntaban por la guerrilla y nosotros les decíamos que estaba allá y no podíamos hacer nada porque son un grupo armado. Siempre nos dijeron que iban a entrar a El Naya por la guerrilla, y después, cuando hacen la masacre, nos salen con que iban haciendo un crucero para pasar a López de Micay.

Nosotros nos preguntamos: Si ellos tenían toda la franja libre para cruzarse de un departamento a otro, y ‘El Fino’ dijo que tenía comprada (parte de) la Marina en Buenaventura, ¿Por qué no los pasaron por allí derecho?

Creemos que entraron a El Naya porque iban por la guerrilla. Pero como lo dicen ahora ellos, de todos los que mataron, ninguno era guerrillero. Cayeron campesinos, indígenas y afros que no tenían nada que ver con la guerrilla.

VerdadAbierta.com: Ellos les pidieron perdón, ¿usted como líder cómo asume esa solicitud y cuál es el sentir de su comunidad?

J.L.M.: Nosotros aquí en la tierra no perdonamos, simplemente disculpamos, porque quien perdona está arriba. Allá mi Dios será el que sabe si los va a perdonar o no. En la región hay algunas personas que los están disculpando pero otras no.

Por ejemplo las viudas. Ellas dicen que no van a disculpar a nadie porque les hicieron un mal irremediable y nada va a poder llenar el vacío que les dejaron. Nosotros no perdonamos porque no somos quién para perdonar, eso lo dejamos en mano de Dios.