URABÁ

En medio del conflicto han subsistido comunidades de paz, propuestas de neutralidad y organizaciones étnicas territoriales. Se resalta el papel de la Comunidad de Paz de  San José de Apartadó, Las Zonas Humanitarias y de Biodiversidad, La Corporación Desarrollo y Paz de Córdoba y Urabá, las organizaciones de mujeres, agrupaciones de personas en condición de desplazamiento y los sindicatos.

 

Para estas organizaciones una de los efectos más negativos de la persistencia del conflicto armado es la polarización y la estigmatización de la población de Urabá que es vista como “exportador de guerrilleros y paramilitares”, además de una constante lucha por las tierras productivas y más recientemente la emergencia de la explotación minero-energética.

 

Se habla de una cultura mafiosa-institucional que permea los espacios de la vida cotidiana y la persistencia de los nexos que existieron entre grupos paramilitares con la Fuerza Pública y la política local.