PUTUMAYO

Además de las asambleas comunitarias, en el departamento existen organizaciones campesinas de cocaleros, de los diferentes pueblos indígenas del Putumayo, de las comunidades Afro y de los comerciantes de especies nativas. La Diócesis de Mocoa y la Ruta Pacífica de las Mujeres, un movimiento feminista que está en varios departamentos del país, han acompañado a las víctimas del conflicto armado. Los líderes sociales han pedido en repetidas oportunidades garantías de seguridad para seguir trabajando en la región.

 

Una de las principales preocupaciones son los cultivos de hoja de coca. En el Encuentro Regional de Paz los asistentes aseguraron que el gobierno ha incumplido los acuerdos a los que llegaron con los cultivadores de esa planta y la continuación de una política antidroga no ha permitido soluciones de fondo.  Reclaman una mayor presencia del Estado en la frontera con Ecuador, donde se encuentra el mayor número de cultivos de uso ilícito y de minas antipersonal. Los campesinos esperan tener una participación real en las políticas de desarrollo.

 

Preocupadas por la cantidad de jóvenes que optan por unirse a grupos armados ilegales, las organizaciones exigen que el gobierno brinde oportunidades a las nuevas generaciones que no cuentan con ninguna universidad en su departamento y construya espacios para que las comunidades dialoguen con las empresas petroleras que hacen presencia en el Putumayo.