Integrantes de este grupo alzado en armas admitieron desde Cuba que la confrontación en Norte de Santander es parte de su proyecto insurgente; además, insistieron en negar cualquier vínculo con el narcotráfico; y aseveraron que están dispuestos a solucionar sus diferencias, militares y políticas, con la estructura del Epl que opera en esa región del nororiente del país.

“Es de la esencia de una guerrilla que ella tienda a expandirse, a tener presencia en un territorio, a disputarle ese territorio al contrario; el contrario, en este caso, es el gobierno, son las Fuerzas Armadas y aquellos que estén en oposición a las aspiraciones que se tienen”, afirmó Víctor Orlando Cubides, conocido en las filas del Eln como ‘Aureliano Carbonell’.

El reconocimiento de las acciones de esta organización insurgente en una de las fronteras más disputadas por estructuras armadas ilegales en los últimos años se dio en medio de una conversación a través de una videoconferencia realizada el pasado lunes entre la dirección de este portal y tres delegados del Eln para los frustrados diálogos con el gobierno nacional que residen en La Habana, Cuba.

Este contacto se dio en reacción a la publicación de un reportaje publicado el pasado 27 de julio, que detalla la cruenta confrontación que padecen buena parte de los nortesantandereanos y en la que esta organización guerrilla tiene un notorio protagonismo. (Leer más en: Las guerras del Eln por dominar la frontera venezolana en Norte de Santander)

Además de Cubides, sobre quien pesa una Circular Roja de Interpol por delitos asociados a su actividad insurgente, participaron en la conversación ‘Isabel Torres’ y Luz Amanda Pallares, conocida como ‘Silvana Guerrero’, oriundas de Norte de Santander e integrantes del Frente de Guerra Nororiental, que opera en este departamento. Ambas tienen en su contra órdenes de captura por el sangriento atentado a la sede en Bogotá de la Escuela de Policía General Santander, perpetrado por un suicida mediante carro-bomba el 17 de enero de 2019, que dejó 22 uniformados muertos y cerca de 100 personas heridas; además, significó el rompimiento de la mesa de diálogos con el gobierno nacional. (Leer más en: Se reanuda formalmente la guerra contra el Eln)

Los insurgentes explicaron por qué están en una dura disputa con la organización criminal conocida como ‘Los Rastrojos’ y con una antigua disidencia de la guerrilla del Epl; se desmarcaron de cualquier relación con actividades del narcotráfico; desmintieron que tengan relación con el actual gobierno de la República Bolivariana de Venezuela; aseveraron que están dispuestos a dialogar con las organizaciones sociales del Catatumbo; y se mostraron abiertos a investigar afectaciones a la población civil, entre ellas varios asesinatos y por lo menos un secuestro.

En expansión

Tal como lo relató este portal, sustentado en testimonios de las comunidades, líderes sociales, defensores de derechos humanos e informes del Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo, el Eln está en proceso de expandir su hegemonía armada ilegal y dominar los 421 kilómetros que separan a Norte de Santander con los estados vecinos venezolanos de El Zulia y Táchira. En su ofensiva, han enfrentado a la Fuerza Pública; a ‘Los Rastrojos’; a la disidencia del Epl; y a bandas de contrabandistas.

“Es lógico, nosotros aspiramos a ir ampliando nuestra presencia en distintas regiones, pero eso es de la esencia de un movimiento guerrillero”, reiteró ‘Carbonell’ y destacó que en la guerra las fronteras son áreas estratégicas, “tienen un valor y eso no es particular del conflicto colombiano […] en cualquier guerra insurgente, las fronteras son una ventaja”.

Sus intenciones de dominar la región se ven reflejadas en registros de confrontación que llevan algunos centros de investigación, entre ellos el Centro de Recursos para el Análisis de Conflicto (Cerac), en el pasado mes de julio se registraron, en todo el país, cuatro acciones ofensivas del Eln y cinco combates con participación del grupo guerrillero. De esos nueve choques armados con la Fuerza Pública, cinco ocurrieron en Norte de Santander.

A la presencia de grupos armados ilegales, se suman la Fuerza de Tarea Vulcano y la Fuerza de Despliegue Rápido N° 3. En su conjunto, agrupan por lo menos 13 mil efectivos militares que hacen presencia en buena parte de este departamento y cuya labor es la protección de la población civil.

No obstante esa fuerza militar desplegada, la confrontación armada, que se viene agravando desde hace tres años, se extendió desde la región del Catatumbo a las goteras de la ciudad de Cúcuta, afectando a pobladores de corregimientos y veredas. En menos de cuatro meses se han perpetrado cuatro masacres, que dejaron por lo menos 22 muertos, además de dos desaparecidos. Esos crímenes se le atribuyen a ‘Los Rastrojos’, en su afán de generar terror y mantener un férreo control de la zona rural de la capital nortesantandereana.

Las cifras de muertos en el área metropolitana de Cúcuta estarían asociadas, en su mayoría, a esta guerra regional. Datos recientes publicados en la prensa de la capital santandereana indican que entre el 1 de enero y el 12 de agosto de este año se han cometido 202 homicidios, siendo la capital nortesantandereana la más afectada, con 160 casos; seguida de Villa del Rosario, con 23; Los Patios, con 10; Puerto Santander con 7; y El Zulia, con 2.

La crítica situación fue advertida por el Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo en su alerta más reciente, AT 035-2020, para los municipios de Cúcuta, Puerto Santander y Villa del Rosario, fechada el pasado 5 de agosto y remitida a las autoridades nacionales, regionales y locales.

Tras analizar la situación, el SAT indica que el Eln cuenta con dos frentes urbanos, el ‘Carlos Germán Velasco Villamizar’ y el ‘Efraín Pabón Pabón’, que tienen presencia en una amplia zona fronteriza, tanto del lado colombiano como del venezolano, y que combaten ferozmente a ‘Los Rastrojos’. Ambos afectan a la población.

“El Eln ha ocasionado desplazamientos forzados mediante amenazas hacia familiares y conocidos de personas a las que señalan de ser miembros de ‘Los Rastrojos’ en Puerto Santander y Cúcuta. Por su parte, el grupo posdesmovilización recurre al homicidio selectivo contra personas que considera sospechosas o que hacen parte de grupos sociales estigmatizados como los consumidores de alucinógenos. Estos hechos se ejecutan con sevicia: descuartizamientos, decapitaciones, entre otros repertorios violentos para generar profundos efectos intimidatorios”, detalla el SAT.

A esa Alerta Temprana se sumó el pronunciamiento de 60 organizaciones sociales que el pasado 10 de agosto llamaron la atención sobre lo que viene pasando en la región y cuestionaron a las autoridades por la falta de reacción oportuna y eficiente.

“[…] todos estos hechos fueron precedidos por alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo, Acciones Urgentes y denuncias públicas de organizaciones de derechos humanos, sin que en ninguno de los casos haya respuesta adecuada, integral, pronta y eficaz por parte de las autoridades civiles y miliares del nivel nacional, regional y local para proteger la vida y los derechos de ciudadanía (sic)”: (Ver pronunciamiento completo)

Las razones de esa confrontación, según ‘Carbonell’, tiene “bases políticas” e insistió en que no debe reducirse su explicación a asuntos de narcotráfico: “El Eln confronta a todos los paramilitares porque son fuerzas opuestas; es igual a la confrontación que hacemos con la Fuerza Pública, sea en la frontera o sea en cualquier otra región”.

Tras catalogar a ‘Los Rastrojos’ como una fuerza “contrainsurgente”, este guerrillero explicó que además del proceso de expansión de la organización insurgente, los enfrentamientos con otras organizaciones criminales se deben a un choque de visiones: “El Eln es una fuerza que trata de cambiar las cosas; la esencia de las otras fuerzas es porque están en la defensa del establecimiento de distintas formas. Ese es el motivo por el cual hay un enfrentamiento”.

Por ello, ‘Carbonell’ descartó que la disputa con ‘Los Rastrojos’ esté ligada al narcotráfico: “El choque que hay no es porque queramos disputarle las rutas de comercialización que tienen ‘Los Rastrojos’. Tiene otras razones, otros motivos”.

Pese a que constantemente son señalados de participar en ese negocio ilegal por las autoridades civiles, militares y policiales, ‘Carbonell’ insistió en que aclarar que no participan de ningún eslabón de la cadena, salvo en cobrar “un impuesto” a los compradores de base de coca, entre ellos varios carteles mexicanos, que luego transforman en clorhidrato de cocaína.

Cifras del más reciente informe de monitoreo de áreas sembradas con hoja de coca para uso ilícito realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, estimó que durante 2019 se reportaron en Norte de Santander 41.749 hectáreas sembradas con hoja de coca para uso ilícito, desplazando a Nariño como el departamento más afectado por ese tipo de cultivos.

Y así como el guerrillero descartó cualquier vínculo con el narcotráfico, también desmintió informaciones que vinculan al Eln con el gobierno venezolano y que los estaría protegiendo de las persecuciones de las autoridades colombianas.

Al respecto, ‘Carbonell’ admitió que, en el contexto latinoamericano, coinciden con lo que representa el gobierno del presidente Nicolás Maduro y el legado de Hugo Chávez, pero descartó que los protegen: “A nosotros nos han dado garroteras en la frontera, las fuerzas venezolanas nos han atacado, hemos tenido muertos, allá nos persiguen”.

Además, negó que se lucraran de la explotación de minerales que se da en la llamada Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, creada el 24 de febrero 2016 por el gobierno bolivariano y considerada el motor minero, pues en sus entrañas hay oro, diamantes y coltán.

Un reciente informe de la organización Kapé Kapé advirtió que el Eln es uno de los beneficiarios de la riqueza que se produce en la llamada Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, creada el 24 de febrero 2016 por el gobierno bolivariano y considerada el motor minero, pues en sus entrañas hay oro, diamantes y coltán.

‘Carbonell’ negó ese tipo de vinculaciones: “Ojalá pudiéramos tener todos esos recursos, sería muy bueno, aquí hay mucho gasto y poco ingreso”.

Guerra con el Epl

Por su parte ‘Isabel Torres’ explicó lo que viene ocurriendo con la antigua disidencia del Epl, conocida como el Frente Libardo Mora Toro y llamada por las autoridades como ‘Los Pelusos’, que renegó de los acuerdos de paz alcanzados en 1991 con el gobierno del entonces presidente César Gaviria. La insurgente calificó de “lamentable” la confrontación que sostienen con esa organización armada ilegal desde marzo de 2018.

En su intervención, recordó que desde que se apartaron de los acuerdo de paz hace ya 29 años, acogieron, “como aliados estratégicos y protectores”, a los disidentes del Epl, sobre todo cuando la extinta guerrilla de las Farc “les declaró la guerra”.

Según la guerrillera, “lo hicieron con la convicción de que era importante para nosotros mantener las insurgencias y que lo que se debería crear en ese momento un gran bloque de poder insurgente”.

Pero la situación de “camaradería” se afectaría, según Torres, desde el año 2010, cuando los disidentes del Epl “comenzaron a cambiar el rumbo insurgente, en el sentido del comportamientos hacia la población y también hacia la vinculación directa con el negocio del narcotráfico, en la compra, procesamiento y comercialización de la coca”.

La situación se agravó cuando ese reducto del Epl, según ella, se alió con ‘Los Rastrajos’ y, al parecer, con las Fuerzas Militares.

“En marzo de 2018, el Epl expidió en un comunicado, declara a la comunidad del Catatumbo que nos confrontaría sin ninguna consideración y que recuperarían el territorio y sus bases”, dijo Torres. Justo en ese mes, este portal reportó el inicio de esa confrontación. (Leer más en: La nueva guerra que se desató en el Catatumbo)

De acuerdo con la versión de esta insurgente, el reducto del Epl se replegaron a la zona rural de Cúcuta, en particular a la vereda Vigilancia, del corregimiento Banco de Arena, justo donde se perpetró la masacre del pasado 18 de julio. Al parecer, allí estarían protegidos por ‘Los Rastrojos’. No obstante, habrían hecho otra alianza que enojó aún más a los ‘elenos’: una supuesta alianza con la Fuerza Pública.

Para reforzar su argumento, ‘Torres’ recordó una publicación de la revista SEMANA del 25 de agosto de 2019, que reseña una intervención del general Diego Villegas, comandante de la Fuerza de Tarea Vulcano, durante una reunión celebrada el 14 de enero de ese año en Cúcuta, frente a oficiales de la Segunda División del Ejército.

Según ese artículo, el alto oficial aseveró que “el Ejército de hablar inglés, de los protocolos, de los derechos humanos se acabó. Acá lo que toca es dar bajas. Y si nos toca aliarnos con los ‘Pelusos’, nos vamos a aliar, ya hablamos con ellos, para darle al Eln. Si toca sicariar, sicariamos, y si el problema es de plata, pues plata hay para eso”.

Torres aclaró que el Eln en el Catatumbo y, en general, en la zona fronteriza de Norte de Santander, no libra ni dos ni tres frentes de batalla: “Aparentemente muestra varios actores, pero es un mismo plan, un plan de guerra con el objetivo de desarticular la lucha social […] y un movimiento insurgente armado que hace confrontación al Estado […] con el fin de llevar el plan de llevar el plan económico del gobierno nacional, basado en el extractivismo y los agronegocios”.

No obstante, desde La Habana le plantearon a la disidencia del Epl que la vía para superar la confrontación armada que aún se mantiene, pero con menos intensidad y más sectorizada que en años pasados, debe ser negociada y así lo reiteró ‘Torres’: “La propuesta que le hemos hecho al Epl abierta es que vuelvan a sus raíces, a su cauce […] retomen lo que nos identificó cuando fuimos aliados fuertes en el Catatumbo”.

Distantes del territorio

Una de las reiteradas denuncias que han hecho las comunidades asentadas en el Catatumbo y en zonas rurales del área metropolitana de Cúcuta es el constante acoso armado que padecen líderes, integrantes y simpatizantes de la organización Movimiento de la Constituyente Popular (MCP), que tiene una activa influencia política en buena parte de la región desde hace más de dos décadas.

Quienes hablaron del tema, siempre bajo el anonimato por razones de seguridad, advirtieron que el Eln incluyó a los miembros de esa organización de la sociedad civil en la guerra contra el Epl, afectando los liderazgos sociales.

Para respaldar esa afirmación aludieron al secuestro de Juan de Jesús Peinado Mora, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda San Isidro, en el municipio de Convención, ocurrido el 24 de junio de este año, y de quien no se sabe nada hasta ahora. En voz baja, se lo atribuyen al Eln, pues sucedió en una zona bajo su dominio armado.

El pasado 10 de agosto, el movimiento MCP difundió un comunicado exigiendo su liberación inmediata: “Han transcurrido 47 días de la retención del compañero Juan de Jesús Peinado Mora y aún no se tiene información sobre él. Solicitamos a sus captores enviar pruebas de supervivencia a su familia y se le respete en todo momento su vida e integridad”. (Ver comunicado completo)

Quien tuvo mejor suerte fue Celiar Martínez, líder comunal de la vereda Puente Azul, municipio de Teorama, y miembro de Asociación de Campesinos del Cataumbo (Ascamcat). Fue secuestrado el 8 de septiembre de 2019 al parecer por un comando del Eln en el corregimiento de San Pablo, en Teorama, y liberado por el Ejército el 7 de febrero de este año en zona rural de Convención.

Además de esos secuestros, organizaciones defensoras de derechos humanos con larga trayectoria en Norte de Santander le atribuyen al Eln los asesinatos de los líderes sociales Julio Cesar Sandoval, perpetrado el 13 de enero de este año en zona rural de Tibú; Fernando Quintero Mena, baleado en el centro poblado del municipio de Convención el 20 de enero de este año; Efrén de Jesús Ospina Velásquez, ocurrido el 9 de febrero de este año en zona rural de Tibú; y el de Carmen Ángel Avendaño, tiroteado en zona rural de Convención, el pasado 25 de junio.

En la región del Catatumbo los hechos han sido negados por mandos del Eln. En La Habana la situación no es distinta y al respecto se expresaron con la ambigüedad que, para este tipo de asuntos, ha distinguido históricamente a la dirigencia de esa guerrilla.

‘Silvana Guerrero’ salió de la región del Catatumbo hace cuatro años para hacer parte del equipo de negociadores del Eln que adelantaría conversaciones con el gobierno nacional del entonces presidente Juan Manuel Santos (2010-2018). En la conversación con VerdadAbierta.com hizo referencia al espinoso tema denunciado por las comunidades.

La guerrillera reconoció que la confrontación armada con el Epl “no va a dejar una ganancia para una organización o para la otra” y admitió que “pierden ambas organizaciones [y] la base social”.

En ese tipo de situaciones tiene experiencia el Eln, porque no es la primera vez que el Eln se enfrenta a una organización armada ilegal. Entre los años 2009 y 2010 sostuvieron una sangrienta guerra con la guerrilla de las Farc en el departamento de Arauca, que dejó un número indeterminado de muertos y heridos, entre combatientes y población civil. (Ver más en: Las Farc rompen tregua con el Eln en Arauca)

Teniendo ese pasado como referente, ‘Guerrero’ insistió en señalar que no han perdido las esperanzas de que el conflicto que sostienen con el Epl se resuelva, y esa búsqueda, agregó, “la acompañan las organizaciones sociales de la región”.

Pero las denuncias de las comunidades son contrarias a esas explicaciones y es que están matando líderes sociales de organizaciones que el Eln considera adversas. Sobre el tema fue enfática en su reacción: “Eso no es así”. Y dijo que a pesar de la distancia que hay entre La Habana y los territorios donde operan las distintas estructuras del grupo subversivo, tienen manera de comunicarse con sus mandos y pedir aclaraciones cuando se enteran de acciones que van en contravía de la organización.

Frente al secuestro de Juan de Jesús Peinado Mora, ‘Guerrero’ dijo que “conociendo la organización y la política”, ese plagio no sería autoría del Eln y planteó que podrían estar enfrentando un “juego del enemigo, que podría estar incendiando hoy una confrontación entre el Eln y el Epl” y reiteró que “nosotros no secuestramos, no estamos asesinando compañeros del movimiento social, en este caso del MCP, no lo estamos haciendo”.

A la distancia, y en medio de las dificultades de comunicación, la afirmación reiterada de ‘Guerrero’, que no son responsables de esos crímenes, no es del todo esclarecedora, pero puso sobre la mesa el interés del Eln de resolver el conflicto con el Epl.