Un fiscal de Justicia y Paz imputó al ex jefe paramilitar Ramón Isaza un centenar de crímenes entre homicidios, secuestros, extorsiones, hurtos, desapariciones forzadas y desplazamiento en el Magdalena Medio. A Isaza se le sindica de haber dejado más de 5.000 víctimas.
La mayoría de los casos atribuidos al ex paramilitar fueron homicidios, desapariciones forzadas y hurtos, realizados en los municipios de La Dorada, Caldas, Samaná, Caldas, Manzanares, Caldas, PuertoNare, Antioquia y San Luis, Antioquia. Por estos crímenes un fiscal de la Unidad de Justicia y Paz imputó al ex jefe de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (ACMM) más de 100 hechos delictivos, que ahora pasarán a juicio ante un magistrado de control de Garantías.
Con estos cargos, Isaza ya aceptó 193 hechos, aunque se le atribuyen más de 5.000 que aun no han sido confesados en versión libre.
Muchos de los crímenes fueron reconocidos por Isaza, como coautor cuando dio la orden directamente, o como responsable por línea de mando, ya que varios frentes de las ACCM actuaban de manera independiente. Isaza aceptó que muchos ‘paras’ bajo su mando excedieron sus órdenes y cometieron innumerables atropellos en contra de la población civil: “en Caldas y en el Tolima había jefes que les importaba un pepino” aseguró.
Isaza estuvo acompañado por su subordinado Alejandro Manzano, alias ‘Chaqui’, cabecilla del Frente Omar Izasa (FOI) en Samaná de 2000 a 2002 y hasta 2006 en el norte del Tolima.
Dentro de los crímenes que investiga la Fiscalía se encuentra el asesinato del arquitecto John Jairo Gómez Builes, cometido el 11 de diciembre de 2004 en La Dorada,Caldas, por cuatro hombres de Ramón Isaza. El arquitecto representaba la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de ese municipio(ANUC), que peleaban por tierras de la hacienda El Japón.
Otros hechos que fueron imputados a Isaza fueron los asesinatos de decenas de personas señaladas como presuntos guerrilleros, vendedores de droga o ladrones. Según lo confirmó el ex jefe paramilitar su orden era hacer una supuesta “limpieza social” o al que se oponía a las reglas que ellos imponían arbitrariamente en varios municipios de Caldas, Antioquia, Tolima y Santander.
Isaza reconoció los homicidios de Fabián Moreno Acero y William Cárdenas en Puerto Nare,Antioquia en agosto de 2005. Según confesión de Cesar Augusto Botero, alias ‘Flechas’, subalterno de Isaza, las dos víctimas fueron asesinadas porque presuntamente robaban gasolina. En su relato contó que el día del crimen estas dos personas se toparon con un retén de las ACMM, al que trataron de eludir. La patrulla ‘para’ abrió fuego sobre la volqueta, que explotó. Los dos ocupantes murieron calcinados.
Ramón Isaza pidió perdón a la esposa de Fabián Moreno y se hizo responsable como comandante de las ACMM.
La Fiscalía también presentó varios casos de asesinatos selectivos en la región de San Luis, Antioquia, donde según Ramón Isaza actuaba la cuadrilla guerrillera Carlos Alirio Buitrago del Eln. En la zona operaba Luis Eduardo Zuluaga Arcila, alias ‘Macguiver’, que contaba con varios desertores de la guerrilla en sus filas quienes denunciaron a decenas de ex compañeros, presuntos milicianos del Eln. Ramón Isaza narró que alias ‘Macguiver’ tenía un programa de desmovilización, donde instaba a los ‘elenos’ a entregarse a cambio de 5 millones de pesos, vivienda y la posibilidad de unirse a las ACMM. Según Isaza, más de 40 guerrilleros habrían depuesto las armas.
La Fiscalía también documentó y presentó varios casos de homicidios al interior de las filas paramilitares, ordenadas por los jefes paramilitares supuestamente por haber desertado o traicionado a las Auc.
Uno de estos crímenes fue perpetrado por Alejandro Manzano, alias ‘Chaqui’, jefe de la zona de Samaná, Caldas, y en el norte del Tolima, entre 2000 y 2006, quien aceptó ser el autor del homicidio de Juan Gabriel Duarte Quintero, alias ‘Secre’ el 5 de enero de 2001 en Victoria,Caldas. ‘Secre’ fue miembro de las autodefensas durante dos años, pero tras un permiso para celebrar el fin de año con su familia, desertó. Después de su captura, alias ‘Memo Pequeño’, otro cabecilla de la región, ordenó su homicidio. Alejandro Manzano confesó que ese era el castigo de los desertores.
Las masacres de ‘El Viejo’
El Fiscal de la Unidad de Justicia y Paz pidió explicaciones a Ramón Isaza por cuatro masacres que dejaron 17 víctimas en la región de Manzanares, Caldas y Pensilvania, Caldas. Isaza aceptó su responsabilidad como comandante en jefe, aunque aclaró que no decidió estos crímenes.
Una de estas masacres fue la de seis personas en el municipio de Pensilvania, Caldas, a mano de hombres de alias ‘Costeño’. Las víctimas Herney Quintero, Miguel Ángel Grajales, John Fredy López, de 9 años, Gildardo Grajales, Fabián Márquez Grajales y Luis Alfonso López Hoyos fueron asesinadas entre el 30 de marzo y el 4 de abril 2002 porque los señalaron como presuntos colaboradores y miembros de la guerrilla. En este hecho, un niño perdió la vida cuando su casa, en la finca El Naranjo, fue atacada por las autodefensas con granadas. Aunque Ramón Isaza sostuvo no tener un conocimiento de este hecho, lamentó la muerte de un menor inocente.
Historia del paramilitarismo en el Magdalena Medio
En la imputación de cargos, el Fiscal, en varias ocasiones, interrogó a Ramón Isaza sobre el nacimiento de las ACMM, las razones que lo llevaron a convertirse en paramilitar y los otros jefes en la región. Isaza recordó sus primeros combates contra la guerrilla en 1977, cuando el ejército lo reclutó como guía. Asegura que le entregaron un fúsil G-3, cuatro proveedores y 75.000 pesos de la época por estar patrullando cinco meses con ellos.
Isaza, a principios de los ochenta, se unió al grupo de Henry Pérez, del que fue subalterno hasta 1991, cuando lo mataron. Contó que en la época el Magdalena Medio se dividió entre alias ‘Negro Vladimir’ en Santander, un primo de Henry Pérez en Cundinamarca, alias ’El Abuelo’ en Guaduas y él en Antioquia.
Aunque Ramón Isaza y Alejandro Manzano mostraron su arrepentimiento cada vez que las víctimas los confrontaron, también manifestaron una fuerte inconformidad con el gobierno, pues según Isaza “nos prometieron proyectos productivos, nos prometieron trabajo, nos dijeron que no íbamos a pagar cárcel, pero todo eso ha sido mentira”. El Fiscal se comprometió a transmitir las quejas de los imputados a la Alta Consejería para la Reintegración. La versiones libres de Ramón Isaza se proseguirán en septiembre, cuando enfrentará 400 víctimas de Puerto Nare (Antioquia) a través de videoconferencia.
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