‘Don Berna’ negó vínculos con Dilian Francisca

      
El ex jefe paramilitar le confesó a un magistrado de la Corte Suprema que no tiene información de supuestos nexos de las Auc a la ex senadora.

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Además del proceso por parapolítica, la ex senadora tiene otra investigación pendiente por lavado de activos. FOTO: Archivo Semana.

El nuevo testimonio entregado por Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, se suma a otras confesiones que favorecen a la ex senadora valluna, Dilian Francisca Toro, dentro del proceso que le sigue la Corte Suprema de Justicia por ‘parapolítica’.

La versión de Murillo fue entregada durante la indagatoria que le realizó un magistrado. El ex inspector general de las Autodefensas relató que desde el lugar que ocupaba en la organización no conocía de apoyos que se hubiera entregado a Toro para sus campañas en el Senado.

“Murillo miró fijamente a la cámara instalada en un salón de la cárcel de Estados Unidos y dijo que él no tenía conocimiento de ese apoyo. El abogado de la exsenadora volvió a preguntar. Le dijo que, de manera clara, y como ex inspector general de las Autodefensas, dijera si su clienta había recibido apoyo de algún bloque paramilitar en el Valle. Murillo volvió a decir que no”, según un artículo de la revista Semana.

La investigación contra la ex senadora por el Partido de la U fue abierta en la Corte en julio de 2008 por supuestos nexos con las autodefensas. El alto tribunal ha reunido decenas de testimonios que la vinculan con los jefes de los bloques Calima, Hebert Veloza, alias ‘HH’ y Guillermo Pérez, alias ‘Pablo Sevillano’, jefe del Libertadores del Sur de las AUC.

Entre los testigos que han señalado conocer los presuntos vínculos ilegales de la ex senadora se encuentra el ex paramilitar Armando Lugo, alias ‘El Cabezón’, quien ya ha sido denunciado en varias ocasiones por extorsionar a los acusados para no testificar en su contra. El mismo ‘HH’ ha negado haberse reunido con Dilian Francisca asegurando que “nunca me reuní con esa señora, nunca la conocí”.

Toro se encuentra recluida desde el año pasado por otro proceso que se lleva en su contra por el delito de lavado de activos. Según la Fiscalía y la Procuraduría Dilian, la ex senadora adquirió dos fincas en el Valle del Cauca  por medio de la sociedad Ceiba Verde Ltda., en cuya tradición aparecen nombres de narcotraficantes.

Lo que ha dicho ‘El Cabezón’
El 30 de julio de 2010, Armando Lugo, conocido como ‘El Cabezón’, le contó a fiscales de Justicia y Paz una historia reveladora: a finales de septiembre de 2001, la entonces senadora Dilian Francisca Toro y su esposo, Julio César Caicedo, llegaron hasta el estadero El Porvenir, ubicado en el municipio Calima Darién, Valle del Cauca, donde se encontraban varios paramilitares, entre ellos alias ‘H.H’, alias ‘El Fino’ y alias ‘El Cura’.

En esa reunión, en la que ‘El Cabezón’ dijo estar presente, tanto Dilian Francisca como su esposo supuestamente le pidieron a alias ‘H.H’ que asesinara a dos hombres con los que tenían dificultades. Efectivamente, ‘H.H’ ordenó a un paramilitar apodado ‘El Gato’ ultimar a Oscar Pérez, inspector de Policía del Calima Darién, quien fue sacado de su residencia por los paramilitares junto con su sobrino, John Fredy Gallego Sánchez.

Ambos fueron asesinados y enterrados en una cancha de fútbol ubicada en zona rural del municipio, en inmediaciones de una escuela de entrenamiento que había instalado allí el Bloque Calima. Semanas después, y por orden del propio ‘H.H’, los cuerpos fueron desenterrados y llevados a otro lugar, según la versión en ese entonces ‘El Cabezón’: “Esa señora le pidió a ‘H.H’ que sacará al inspector y su sobrino. La verdad no sé que daño le habrá hecho ese señor. Entonces ‘H.H’ dio la orden a los urbanos. Y después me tocó desenterrarlas después por orden de (alias) ‘Buche-pájaro”.

Esta no fue la única referencia hecha por un ex miembro del Bloque Calima sobre Dilian Francisca. El 24 de agosto de 2010, el paramilitar José Manuel Mestre Santamaría, en versión libre rendida ante fiscales de Justicia y Paz, confesó haber participado en el asesinato de dos personas en zona rural del Calima Darién en septiembre de 2001.

“Uno de ellos era un inspector de Policía y otro se decía que era su sobrino. A estas personas se les quitó una pistola, se les interrogó y se les torturó. Por orden de (alias) ‘H.H se les dio muerte. En ese interrogatorio se les preguntó si conocían a la doctora Dilian Francisca, pero ellos dijeron que no tenían problema con ella”, señaló Mestre Santamaría ese día.

Pero lo que la Fiscalía creía como un hecho ya esclarecido, con evidencias claras para adelantar investigaciones contra la ex senadora del Partido de la U, resultó no ser tal. Desde su sitio de reclusión en los Estados Unidos, Éver Veloza manifestó que no existió reunión alguna con Dilian Francisca Toro ni mucho menos orden de asesinar a alguien por petición de ella o su esposo.

“Yo nunca me reuní con esa señora ni en el (estadero) Porvenir, ni en otra parte. Si esa señora hubiera mandado a matar a esas personas, de seguro ya lo habría contado acá. Yo nunca di orden de matar alguien por encargo de esa señora”, declaró el ex paramilitar, a quien no le faltaron adjetivos para calificar a su antiguo lugarteniente: “creo que (Armando) Lugo debería hacerse un examen psiquiátrico, porque es impresionante la capacidad que tiene para inventar mentiras”.

La versión de ‘H.H’
Pero pese a que alias ‘El Cabezón’ no dudó en ratificarse en lo dicho esa mañana del 30 de julio de 2010, detalles aportados por los postulados asistentes, desconocidos hasta este entonces, aumentaron el nivel de confusión y desconcierto entre los fiscales casi del mismo modo en que crecían los insultos y agresiones entre los ex paramilitares declarantes.

Uno de esos “detalles esclarecedores” fue el constatar que los muertos señalados por alias ‘El Cabezón’, y que presuntamente fueron ordenados por la líder política del Valle, no corresponden al inspector de Policía y su sobrino; se trataba de dos personas cuyo crimen fue ordenado por alias ‘El Fino’ por supuesta indisciplina social.

“Sí hubo unos muertos en la cancha de fútbol, pero no son el inspector de Policía y su sobrino. Y esas personas de la cancha sí se desenterraron, pero Armando Lugo no estuvo ahí (…) yo me enteré de la muerte del inspector de Policía días después que a ellos los matan, y todo porque me llaman a preguntar por esas muertes porque esas personas trabajaban con alias ‘Chupeta”, dijo Éver Veloza.

Quien también negó su relación o participación en reunión alguna con la senadora Dilian Francisca Toro fue Mauricio Aristizábal, alias ‘El Fino’: “esa reunión que dice (Armando) Lugo con la Senadora pues tengo que decir que no la hubo. Él estuvo ahí por espacio de unos quince minutos, esperando a que yo le entregara un dinero para comprar unos camuflados. Pero ahí no estaba ni la señora Dilian ni Éver Veloza”.

La versión inicial de Lugo, quizás uno de los testimonios más importantes con los que contaba la justicia para investigar a la dirigente política, era puesta en entredicho por sus propios compañeros de armas que, para colmo, comenzaban a acusarlo de extorsionar a políticos vallecaucanos a cambio de no mencionarlos en Justicia y Paz y de ofrecer dinero a varios ex paramilitares para que enlodaran a dirigentes gremiales y miembros de la Fuerza Pública.

Por lo menos así lo dejó claro Jairo Manuel Mestre Santamaría, quien inesperadamente se retractó de lo dicho en agosto de 2010, aduciendo que todo obedeció a presiones de alias ‘El Cabezón’. “Yo estaba en (cárcel) Cómbita (Boyacá) y cuando me postule a Justicia y Paz me mandaron a (cárcel) Palmira. Entonces me recibe ‘El Cabezón’ y me dice que estaba muy duro, que nos consiguiéramos ‘cualquier pesito para pagar el canazo’. Yo la verdad estaba mal y dije lo que dije, pero después me arrepentí y pedí que me trasladaran a Itagüí, no quise ni recibir la plata”, manifestó Mestre Santamaría.

Su versión fue secundada por Pablo Peinado, quien añadió que “en abril de 2009, cuando yo llegué remitido de la cárcel de Barranquilla a Palmira, el señor (Armando) Lugo me dijo que había una platica si ‘aventábamos’ a un ex alcalde de (municipio) Florida. Inclusive, ese señor me dijo: ‘qué político tenés por ahí pa’conseguite una platica”. Para completar el cuadro, Alejandro Ortega Herrea agregó que “estando en Palmira, ‘El Cabezón me dijo que hundiéramos al senador (Luis Fernando) Velazco”.

Si bien Armando Lugo intentó defenderse de las acusaciones de sus ex compañeros, nuevas incongruencias fueron conociéndose a lo largo de la diligencia judicial que no jugaron propiamente a su favor. Una de ellas guarda relación a una supuesta reunión entre alias ‘H.H’ y el senador Juan Carlos Martínez, denunciada por Lugo en versión libre del 19 de agosto de 2010 según la cual, ambas personas se reunieron en marzo de 2002 en una finca de la localidad de Rozo, Valle del Cauca, para acordar el cobro del gramaje a narcotraficantes del Norte del Valle.

“Yo nunca me reuní con el señor Martínez. Todos los contactos con el senador se manejaron a través de (alias) ‘Fernando Político”, declaró Éver Veloza, quien nuevamente dejó ver su molestia por las declaraciones de Lugo al manifestarle: “hermano, usted definitivamente le está haciendo daño al proceso de Justicia y Paz”.