Declaración de Salvatore Mancuso

      

“Se necesitan 200 años más para que termine Justicia y Paz“.

Desde mi comparecencia en justicia y paz en diciembre de 2006 a la fecha, ha ocurrido lo siguiente: Con ocasión de mi pertenencia al Bloque Catatumbo  he confesado aproximadamente 500 hechos de un total de siete mil que debo confesar. Al paso que vamos se requieren 42 años para confesar los hechos que hacen falta y desde mi extradición esto se ha vuelto más lento, es decir, podrían ser muchos más.

Esta primera audiencia de formulación de imputación ha tardado seis meses por diferentes razones y en estas dos jornadas que hemos realizado se han hecho un promedio de 40 imputaciones por jornada. Se requieren 174 audiencias para imputar los siete mil hechos del Bloque Catatumbo. Si hacemos una mensual, necesitamos 14 años y medio y si sumamos que debe hacerse también formulación de cargos, más incidentes de reparación y sentencia condenatoria, el proceso del Bloque Catatumbo tardaría 58 años.

Si a esto le sumamos los 42 años que se necesitan para las audiencias de versión libre, tendríamos que se requiere un tiempo total de 100 años para concluir este proceso.

Si a lo anterior le sumamos, en mi caso particular, los tiempos del Bloque Norte y del Bloque Córdoba, que también tiene víctimas registradas superiores o iguales a siete mil y cuyo proceso en Justicia y Paz se encuentra más atrasado que éste, tendremos que los procesos podrían tardar doscientos años.

¿Será que las víctimas, la humanidad y el gobierno norteamericano estarán dispuestas a que este proceso se prolongue indefinidamente en el tiempo?

¿Será que Dios nos permitirá estar con vida sin que se llegue a cumplir los fines que un día firmamos como nación?

Tanto las víctimas, como los colombianos del común y los actores del conflicto se sienten afectados, como también la verdad, la justicia, la reparación y la paz, generando más víctimas.

Hagamos algo para que éste proceso de paz no sea un desbarrancadero ante la mirada indolente de quienes un día se comprometieron a sacar éste proceso adelante.

Con esta metodología nunca habrá reparación ni verdad para las víctimas y tampoco serán ciertos los beneficios que otorga la ley a quienes nos sometimos a ella. Porque en la práctica recibiremos condena definitiva solamente al terminar el proceso y en la práctica el proceso es una cadena perpetua, porque la condena definitiva y el consecuente beneficio sólo se conocerá el día que terminen los procesos, y como he demostrado serían eternos.

Quiero pedirles disculpas a todos los presentes por escoger este espacio para hacer estas reflexiones, pero es el modo que tengo debido a mi incomunicación y al régimen de máxima seguridad y a mi condición de expatriado para poder dar a conocer esta realidad que la extradición ha generado.

Seguiré cumpliendo sin desfallecer hasta que las circunstancias me lo permitan o hasta que dios me tenga con vida.
Seguiré buscando el perdón y la reconciliación entre mis compatriotas. Quería exponerla para que todos seamos conscientes de la situación para que le busquemos una solución.

En 50 años de conflicto y 25 de negociaciones no hemos sido capaces de solucionar los conflictos que nos aquejan, muchas gracias.