En su primera versión libre desde Estados Unidos, el ex jefe de los bloques Córdoba y Catatumbo de las Auc narró las masacres de La Granja y El Aro, en Antioquia, y el asesinato de algunos líderes sindicales en Norte de Santander. Sus declaraciones salpicaron algunos militares y funcionarios del Estado con las Autodefensas.
Salvatore Mancuso rindió su primera versión libre desde Estados Unidos para Justicia y Paz. Foto Fiscalía – Las cicatrices de El Aro – Masacre de Tibú – Masacre del Catatumbo – Los años de sangre en Antioquia(Semana.com) – Aquel 1997 cuando Mancuso entró a una brigada militar – Hace 10 años mataron a Jesús María Valle – Perfil de Salvatore Mancuso – Perfil de Carlos Castaño – Perfil de Vicente Castaño – Bloque Norte |
En la sesión de la mañana, Salvatore Mancuso narró la forma en que paramilitares bajo las ordenes de Isaías Montes, alias ‘Junior’, irrumpieron en el municipio de Ituango siguiendo las instrucciones de ‘Rodrigo Doble Cero’, Carlos Castaño y Vicente Castaño el 11 de junio de 1996.
En esa ocasión, el corregimiento de La Granja se convirtió en el blanco de los paramilitares que asesinaron a varios campesinos y líderes sindicales. Mancuso dijo que la zona era un corredor estratégico para la circulación de narcóticos entre Córdoba, Choco y Antioquia por estar ubicada en el Parque Natural de Paramillo.
El ex jefe ‘para’ dijo que la entrada de sus hombres en el municipio de Ituango contó presuntamente con la colaboración de las Fuerzas Militares. Mancuso mencionó algunos militares por su rango y apellido en algunos casos, como el teniente Sánchez Castro del Ejercito, el teniente Gañán de la Policía de Ituango, el Mayor Fernández de la base de Yarumal y el general Alfonso Manosalva, de la Brigada IV del Ejército, a quienes señaló de complices en las acciones de las Auc en esta población.
Según Mancuso, los militares implicados presuntamente colaboraron dando información a los paramilitares sobre los grupos guerrilleros en la zona; en algunas ocasiones les entregaron armamento y apoyo militar durante sus enfrentamientos con la subversión.
Mancuso aseguró que se reunió en varias ocasiones con el general Manosalva en las instalaciones de la IV Brigada del Ejército. Durante las reuniones el militar entregó al ex comandante del Bloque Catatumbo listas con los nombres de presuntos milicianos de las Farc, y mapas sobre la ubicación de sus tropas.
Otra de las masacres que relató el jefe paramilitar durante la sesión de la mañana fue la ocurrida en el corregimiento de El Aro el 12 de noviembre de 1997. Según Mancuso, la toma fue realizada por hombres bajo las órdenes de ‘Junior’; 150 paramilitares enviados por él; las tropas de ‘Cuco Vanoy’; y miembros de las autodefensas de Urabá. (Ver Las cicatrices de El Aro)
El ex jefe ‘para’ planeó la masacre con los hermanos Castaño y ‘Cuco Vanoy’. El ejército tenía la obligación de bloquear a la Cruz Roja y la Defensoría del Pueblo hasta que los paramilitares salieran de la zona.
Mancuso señaló que el entonces secretario de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, Pedro Juan Moreno, se enteró de lo que iba a pasar en El Aro en una reunión que tuvo con Carlos Castaño a la que asistió Salvatore Mancuso en Tierra Alta, Córdoba, previa a la masacre. Moreno había pedido personalmente a Castaño una cita para hablar sobre las Convivir de Urabá, de las que fue uno defensores en Antioquia.Mancuso aseguró también que un helicóptero de la Gobernación de Antioquia sobrevoló El Aro durante la masacre. “Yo fui a El Aro cuando las tropas estaban sin munición, a sacar heridos y muertos”, recalcó. El ex jefe de las Auc dijo que un helicóptero del ejército también sobrevoló el corregimiento.
Los paramilitares incendiaron el pueblo, robaron el ganado de los campesinos y cometieron toda clase de abusos contra la población buscando supuestamente unos secuestrados que las Farc tenían en su poder.
Según el testimonio de Mancuso, el entonces comandante de la IV Brigada del Ejército, a quien mencionó como “el general Ospina”, colaboró con los paramilitares para el desarrollo de la masacre. Aunque Mancuso no precisó quién era Ospina, para la época de la masacre quien comandaba la IV Brigada, con sede en la ciudad de Medellín, era el general Carlos Alberto Ospina, quien remplazó al comandante Manosalva después de morir de un ataque cardíaco.
En la sesión de la tarde, Salvatore Mancuso reconoció el asesinato de varios líderes sindicales en el Norte de Santander. Sorpresivamente, sus declaraciones volvieron a señalar a funcionarios públicos, miembros de las Fuerzas Armadas y miembros de los Organismos de Inteligencia del Estado.
El jefe desmovilizado confesó que gastó un promedio de mil millones de pesos mensuales para pagar la nómina de los funcionarios y militares que presuntamente colaboraron con las Autodefensas. Su testimonio se suma al de Jorge Iván Laverde Zapata, alias ‘El Iguano’ quien ya había dicho en su versión libre gastar 80 millones de pesos mensuales para pagar la “nomina” de sobornos en Cúcuta.
Entre los militares nombrados por Mancuso surge de nuevo el nombre del general Rito Alejo del Río, quien presuntamente se reunió en dos ocasiones con el ex jefe paramilitar; la primera se habría realizado en el Nudo de Paramillo y la segunda en límites de Córdoba y Urabá entre los años 1996-1997. “Del Río se reunió varias veces con Raúl Hasbún y ‘El Alemán’”, aseguró.
Otros militares señalados en las declaraciones del ex jefe fueron el General Iván Ramírez, comandante de la Primera División del Ejército; el coronel Barrero, comandante del Batallón Junín adscrito a la Brigada 11 del Ejército; el mayor Sanabria, oficial de inteligencia de la Brigada 11 del Ejército; el coronel Enciso comandante del Departamento de Policía de Sucre; el mayor Parra, comandante de la Sijín en Sucre; el Coronel Días Granados; el coronel Matamoros y el capitán Chamorro, adscritos al “Grupo Mecanizado Maza”; el Coronel Pedreros, comandante de la Policía en Santander, entre otros mandos medios.
Pero la lista de Mancuso no solo involucró militares. La directora seccional de la Fiscalía en Cúcuta Ana María Flores y su asistente fueron nombradas por Mancuso: “Ella era la novia de alias ‘El gato’, formaba parte de la organización” dijo el jefe ‘para’.
El director del DAS en Santander Jorge Díaz también fue mencionado por Mancuso, según sus declaraciones hombres como Jorge Iván Laverde Zapata, alias ‘El Iguano’ se paseaban por Cúcuta con total tranquilidad a veces incluso usando vehículos de los Organismos de Inteligencia.
El Fiscal delegado del despacho 8 de la Unidad de Justicia y Paz, preguntó a Mancuso por las declaraciones recientes del paramilitar desmovilizado Francisco Villalba quien relacionaba al Presidente de la República con la masacre de El Aro. Mancuso negó el hecho.
Salvatore Mancuso seguirá rindiendo versión libre hasta el jueves desde Estados Unidos, es la primera vez que un jefe paramilitar continúa con su versión después de haber sido extraditado.
En la segunda sesión Mancuso se referirá a las masacres de La Gabarra, Tibú y los asesinatos de varios profesores de la Universidad de Córdoba.