Los paramilitares aseveran, en documentos internos, que el líder del gran conglomerado industrial prometió entregarles el manejo de los rellenos sanitarios en las ciudades del Caribe donde éste tuviera concesiones de aseo. Vélez niega rotundamente cualquier acuerdo con grupos ilegales. Reportaje investigativo de Verdad Abierta.
Sin imaginar siquiera que algún día podrían ser conocidos por fuera de su círculo de confianza, hombres de ‘Jorge 40’ dejaron intactos memorandos, transcripciones de chats y cuentas de gastos que revelan en detalle el interés de los paramilitares en el negocio de los rellenos sanitarios en varias ciudades del Caribe. Es un interés del que hasta ahora se tiene noticia.
Verdad Abierta investigó estos documentos y corroboró contra lo sucedido en su momento, y encontró muchas coincidencias. Estos negocios de basuras de los que hablan los paramilitares tienen un protagonista: el industrial William Vélez Sierra.
Este empresario es la cabeza del Grupo Ethuss, una holding que además de estar en Colombia, tiene presencia en México, Panamá y Ecuador. En los últimos 15 años, este conglomerado ha tenido un rápido crecimiento ligado a contratos públicos en áreas tan diversas como el sector eléctrico, la construcción de vías y grandes obras de infraestructura, como por ejemplo la renovación del Aeropuerto El Dorado, entre muchos otros. Estas actividades, junto a sus negocios particulares, como lo es la ganadería extensiva en el Urabá, han colocado la fortuna de este ingeniero antioqueño, entre las más grandes del país.
El Grupo de Vélez, a través de diferentes empresas de aseo y recolección de basuras, atiende a unos 700 mil usuarios en Pereira, Ibagué, Sincelejo, Riohacha, Maicao, Valledupar, varios municipios del Valle de Aburrá, parte de Bogotá. Son sus operaciones en Santa Marta, Barranquilla y Soledad, las salpicadas por los para-memos de 2005 que revelaban un detallado conocimiento de los procesos de concesión de aseo que estaban teniendo lugar.
En una extensa entrevista con Verdad Abierta, el empresario Vélez fue categórico en negar que haya existido vínculo alguno con los paramilitares. “Con toda honestidad se lo digo, la política de la empresa, la orden a todo el mundo es no tener trato alguno con grupos ilegales ni pagar extorsiones”. (Vea entrevista completa)
En respuesta a la pregunta de cómo podía ser que los paramilitares conocieran en detalle todos estos proyectos en tres ciudades distintas, Vélez respondió que como los contratos de sus empresas son públicos, y su nombre está asociado a esas sociedades todo el mundo habla de él sin conocerlo. “Quizás pudo haber gente infiltrada en las administraciones de esas ciudades o incluso en alguna empresa que tenía esa información”.
El asunto ha venido siendo investigado en forma preliminar por la Fiscalía General de la Nación, que según conoció Verdad Abierta, se ha demorado por la gran cantidad de información que tienen, pero ya está pronta a decidir si abre o no un proceso formal.
Las afirmaciones de los memorandos y chats clandestinos sobre un presunto pacto del empresario William Vélez con los paramilitares para llevar a estos en sociedad a donde quiera que éste lograra consolidar una concesión de aseo, entregándoles el manejo de residuos sólidos, tienen suficientes coincidencias con lo que, en efecto, sucedió y por eso ameritan una debida investigación judicial. Hasta ahora no se ha vinculado formalmente a nadie.
Más aún se requiere que actúe la justicia porque el asunto salpica a un gran conglomerado multinacional que genera 9 mil empleos en Colombia y a un importante industrial y concesionario del Estado de la talla de Vélez Sierra. De comprobarse que hubo algún acuerdo, este podría ser el primer capítulo de la llamada para-economía.