Colombia, junto a Cuba y Venezuela, rajada por la OEA en derechos humanos

      
El país está en la lista de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de los Estados que más violan las garantías de sus ciudadanos. Del grupo también hacen parte Haití y Honduras.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos sigue preocupada por las
muertes de personas inocentes que agentes de la Fuerza Pública
presentan como ocurridas en combate. En la foto, la madre de un joven
que desapareció en Soacha, Cundinamarca, y el Ejército lo presentó como
muerto en combate en Ocaña, Santander.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA (CIDH) incluyó a Colombia en la lista de países cuya situación de derechos humanos considera preocupante.

Cuba, Haití, Honduras y Venezuela son los otros cuatro países que hacen parte de este grupo.

A esa lista ingresan Estados que:

1. Tienen gobiernos que no llegaron al poder mediante elecciones.
2. Han suspendido el ejercicio de los derechos humanos mediante estados excepcionales, como el estado de emergencia, el estado de sitio, la suspensión de garantías o medidas excepcionales de seguridad.
3. Tienen agentes estatales que violan los derechos humanos.
4. Presentan graves situaciones de violencia, reformas constitucionales u omisiones de sus autoridades que dificultan el goce de los derechos de sus ciudadanos.

Para que un país merezca la atención especial del organismo, no necesariamente tiene que presentar todas esas características, pero basta que cumpla con gravedad algunas.

“En el caso de Colombia, dichos criterios resultan relevantes, en particular en lo que respecta a la persistencia de situaciones coyunturales o estructurales que por diversas razones afectan seria y gravemente el goce y el ejercicio de los derechos fundamentales”, dice la CIDH en su informe.

Después de analizar el panorama sobre derechos humanos del país en 2009, concluyó que “Colombia aún enfrenta desafíos en materia de desarticulación de las estructuras armadas ilegales e implementación del marco legal adoptado con el fin de juzgar los crímenes perpetrados durante el conflicto”.

Solucionar esta situación es clave porque implica la no repetición de la violencia y permite conocer la verdad de lo sucedido, juzgar a los responsables y reparar a las víctimas, de acuerdo con la CIDH.

Por eso, este organismo se mostró preocupado porque algunos paramilitares no se desmovilizaron, se están rearmando y formando nuevos grupos ilegales. Consideró necesario que “el Gobierno colombiano implemente mecanismos efectivos destinados a garantizar la desarticulación de las estructuras de las AUC y de las bandas criminales”.

La violencia de los paramilitares y las guerrillas recae con mayor fuerza sobre indígenas y comunidades negras, defensores de derechos humanos y líderes sociales, situación que también preocupa a la CIDH.

Una vez más, la Comisión mostró su preocupación por las muertes de personas inocentes a manos de integrantes de la Fuerza Pública para presentarlos como muertos en combate. Tuvo en cuenta cifras del CINEP, una ONG que registra estas muertes, que hablan de 362 casos ocurridos entre enero y junio de 2009.

“El empleo de mecanismos de inteligencia contra defensores de derechos humanos, líderes sociales, periodistas, operadores de justicia, organismos de cooperación internacional y organizaciones internacionales” es uno de los criterios que se tuvieron en cuenta para incluir a Colombia en la no muy deseable lista de países que irrespetan los derechos de sus ciudadanos.

Reconocimientos y recomendaciones
Al incluir el país en ese grupo, la CIDH les recomienda a las instituciones estatales que hagan todo lo posible por corregir las situaciones que motivaron su ingreso y brindar protección a las personas vulnerables a la violencia.

Pero no todo en el informe fueron observaciones al irrespeto de los derechos de los colombianos. La Comisión también reconoció que “es compleja la situación que enfrenta Colombia tras cinco décadas de violencia y su impacto sobre la población civil. También es consciente del efecto que el negocio del narcotráfico ha tenido en el empleo de la violencia y de los esfuerzos del Estado destinados a combatir ese fenómeno”.

Algunos de los logros que le reconoce al Estado colombiano es tener un proceso de desmovilización de grupos ilegales y programas para proteger a personas susceptibles de ser víctimas de la violencia.

“Entre éstos se destaca la continuidad del Programa de protección de defensores de derechos humanos, sindicalistas, periodistas y líderes sociales, el cual en el período comprendido entre enero y junio de 2009 se extendió a 8.796 personas, entre ellas 1.402 sindicalistas, 950 líderes sociales, comunitarios, campesinos, indígenas y afrodescendientes, 550 miembros de organizaciones defensoras de derechos humanos y 150 periodistas, y cuya importancia ha sido resaltada por la CIDH en informes anteriores”, resaltó al comienzo de su informe.

Conozca el documento completo sobre Colombia.

Conozca el informe completo sobre los cinco países.

Publicado en Semana.com – Fecha: 15/04/2010