Alba Glen, esposa del profesor Alfredo Correa D’Andreis

      
El esposo de Alba Glen, Alfredo Correa de Andreis, estaba enseñando en las universidades del Norte y Simón Bolívar de Barranquilla e investigando sobre los derechos de los desplazados, cuando fue abaleado en 2004.

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La viuda de Alfredo Correa de Andreis contó en 2005 cómo fue su vida después de que su esposo fue asesinado por alias ‘Don Antonio’.
Alfredo Correa de Andreis era un respetado investigador social de 48 años que se dedicaba también a la docencia en las Universidades del Norte y Simón Bolívar de Barranquilla. Había sido rector de la Universidad del Magdalena y funcionario de la Alcaldía de Barranquilla. En el momento de su asesinato estaba adelantando una investigación sobre desplazados y sus derechos en las zonas marginales de la capital del Atlántico.
 
En junio de 2004 fue detenido por agentes del DAS, llevado a media noche en circunstancias sospechosas de Barranquilla a Santa Marta. Contó luego, que creyó que lo iban a matar.
 
Después pudo probar que se le había montado un caso contra él con base en un testimonio de un supuesto guerrillero desmovilizado, cuyo testimonio fue repetido en boca de otro presunto guerrillero, con comas, puntos y errores ortográficos. A los 13 días quedó en libertad, pero continuó la investigación.
Pero desde que salió libre estaba seguro que intentarían matarlo. Su esposa, Alba, cuenta lo que vivieron esos días:

“Desde entonces lo único que hizo fue temblar. A pesar de que había sido ateo toda su vida, después de la detención orábamos cada día. Pensábamos que la dimensión divina podría corregir la injusticia humana. Durante semanas vivimos una persecución insoportable.

“Las amenazas contra su vida eran claras. El dilema diario era pensar si nos debíamos ir del país, pero no teníamos plata. No teníamos a dónde ir. Él tenía miedo pero trataba de ocultarlo porque veía cómo sufríamos todos. Pero también confiaba demasiado. Decía: ‘Si no la debo, cómo me voy a ir, no tengo nada oscuro detrás de mí’.

“Tocó todas las puertas, le envió dos cartas al Presidente para que lo escuchara y no lo atendieron. Lo que pretendía era que le resolvieran su situación jurídica. Durante el tiempo que estuvo libre, lo dejó todo, su proyecto de vida como investigador, su forma de pensar; por sus principios y sus ideas, él volaba por encima de lo normal, por eso pensamos que a él lo querían encarcelar o matar”.

Tres meses después, el 17 de septiembre de 2004 cuando se despidió de su mujer, ella lo vio preocupado. Le dijo, como al pasar, que le dolía no despedirse de su hija. “Me siento barro”, dijo, besó a Alba y se fue. Eran las 2:20 de la tarde. A unos metros de su casa, en un andén del barrio El Padro de Barranquilla, lo acribillaron, junto con su guardaespaldas.
Le tomó mucho tiempo a Alba reaccionar siquiera. “Vivimos una guerra y no puedo gritar. No puedo salir a la luz pública porque me matan o me toca irme del país como a muchos que estaban a su alrededor”, dijo a VerdadAbierta.com “Toda mi vida cambió. La forma de dormir, mi trabajo. Yo tenía una vida con un hombre de hogar, tranquilo, tierno, dedicado a su casa, a la academia. De pronto, en dos minutos, me la cambiaron. ¿Alguien sabe cómo es de duro esto?”.

La justicia
Édgar Ignacio Fierro, alias ‘Don Antonio’ fue condenado a 40 años por el crimen. También Juan Carlos Rodríguez de Léon, alias ‘El Gato’, ex integrante de las Auc, fue condenado a 40 años de cárcel y una multa de 3.500 salarios mínimos por los asesinatos.
El 8 de septiembre de 2009, al quinto aniversario del asesinato, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó la acusación contra Jorge Noguera, ex director del Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, dentro del juicio que se le sigue por varios delitos, que se le imputan, entre ellos el de haberle suministrado a los paramilitares los nombres de sindicalistas y profesores universitarios, entre los que estaba el de Correa de Andreis, que luego fueron asesinados por los paramilitares de la Costa.

También está documentado en el expediente del caso Correa, cómo el DAS le hizo un minucioso trabajo de inteligencia y seguimiento al sociólogo y cómo parte de esa información fue a dar al computador de alias ‘Don Antonio’, como lo revelaron amplios reportajes de la prensa.

La verdad

Los familiares piensan que el asesinato está relacionado con su trabajo. Correa de Andreis investigó varias comunidades de desplazados y estudió el impacto ambiental de un puerto carbonífero en Nueva Venecia, Magdalena, municipio de la Ciénaga Grande, donde los ‘paras’ asesinaron a 21 personas. Según El Heraldo de Barranquilla, detrás del proyecto estaban el gobernador Trino Luna, Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, el ex director del DAS Jorge Noguera y el político Jorge Caballero.

Pero lo que condenó a muerte al sociólogo fue la acusación falsa del DAS y de la Fiscalía de tener nexos con la guerrilla. Su defensa mostró que el caso era un burdo montaje, lo que puso en evidencia graves irregularidades en la Fiscalía y el DAS.

“El gran misterio de todo esto es por qué si lo iban a matar, hicieron toda la bulla previa de la detención. A Alfredo nunca lo amenazaron”, dijo un colega.


La reparación
 
Por el asesinato de Correa de Andreis ‘El Gato’ fue condenado a pagarle 3.500 salarios mínimos a la familia del sociólogo, pero aún no han recibido nada. El Estado tampoco ha indemnizado a Alba Glenni a su hija.