Detrás de los múltiples asesinatos y desapariciones forzadas provocadas por el bloque de ‘Jorge 40’ comienzan a esclarecerse los primeros casos de violencia sexual en contra de mujeres.
En breve: En su versión libre ante un fiscal de la Unidad de Justicia y Paz el 28 y 23 de octubre de 2008, Jhon Jairo Esquivel Cuadrado, alias ‘El tigre’ y Edgar Ignacio Fierro Flores, alias ‘Don Antonio’ aceptaron tres hechos de abuso sexual perpetrados por el Bloque Norte.
Otros paramilitares mencionados en la versión: Lugares mencionados en la versión: Corregimientos El Salado y Palermo, Bolívar. |
El 17 de febrero de 2000 un grupo de paramilitares bajo el mando de alias ‘El Tigre’ ingresaron al corregimiento El Salado, Bolívar. Eran las 7:00 de la noche cuando, alias ‘Carlos’, en compañía de su cómplice de tropa, alias ‘La María’, decidieron tomar por rehén a una mujer, después de haber asesinado un nutrido grupo de pobladores.
La paramilitar tomó bruscamente a su víctima, le dijo que se quitara la ropa, “que iba a hacer un show”; comenzó a manosearla en frente de un grupo de compañeros mientras alias ‘Carlos’ la besaba por todo el cuerpo contra su voluntad. Uno de los asistentes intentó hacer recapacitar al grupo de violadores que mantenían maniatada a su víctima con la amenaza de volarle la cabeza. Nada pudo persuadirlos.
Jhon Jairo Esquivel Cuadrado, alias ‘El tige’. Foto: El Tiempo – Frente Resistencia Tayrona |
Este caso de El Salado no es el primero ni el último de los miles de ejemplos en los que la agresión sexual pasó a convertirse en una práctica común dentro de la lógica de guerra de las autodefensas como pudo constatarse el pasado 28 de octubre, en la diligencia de versión libre de Jhon Jairo Esquivel Cuadrado, alias ‘El Tigre’, ante una fiscal de Justicia y Paz.
“Sí, la violación la hubo y se hizo por falta de control en la tropa, porque usted sabe que tanta gente en combate y eso, uno estaba pendiente que no fueran a dar bajas a tropas nuestras y si en caso tal hubo esa violación acepto por omisión, ya que no se pudo controlar el personal”, fueron las palabras del comandante paramilitar.
La agresión consiguió vulnerar incluso a jóvenes menores de edad como pudo constatar la Fiscalía con el testimonio del paramilitar Albeiro Pacheco, otro desmovilizado de las Auc, quien narró a las autoridades como los hombres de la misma estructura se divertían manoseando una adolescente de 15 años durante la misma toma paramilitar.
La violencia sexual contra mujeres está haciéndose tristemente célebre entre los crímenes confesados por los paramilitares en sus diligencias de versión. En algunas ocasiones los perpetradores no sólo se contentaron con vulnerar la integridad sexual de sus víctimas sino que alternaron su abuso con las más degradantes formas de homicidio.
Edgar Ignacio Fierro Flores, alias ‘Don Antonio’. Foto: El Tiempo |
Esa misma semana, en versión realizada el día 23 de octubre del 2008, el ex jefe del Frente José Pablo Díaz del Bloque Norte, Edgar Ignacio Fierro Flores, alias ‘Don Antonio’ también aceptó su responsabilidad por cadena de mando en los delitos de acceso carnal violento, homicidio y tentativa de hurto cometidos en 2003. Para ese entonces un paramilitar llamado Leonardo José García Salinas, alias ‘Leo’, que se encontraba bajo las órdenes de Fierro, ingresó a la vivienda de una mujer en el corregimiento de Palermo con la intención de robarla. La víctima se opuso ha a entregar sus bienes desatando la ira de su agresor.
Estudios forenses revelaron a la Fiscalía en enero del mismo año haber encontrado el cuerpo de la víctima a la orilla de un río cercano. La mujer había sido degollada después de haber sido violada, su cabeza tenía heridas de múltiples contusiones. En la misma versión libre, Edgar Ignacio Fierro Flores confesó que el paramilitar responsable material de los hechos fue ajusticiado por orden del comandante ‘Jhon 70’: “No hacía parte de las políticas de la organización participar en esa clase de hechos y quienes lo hacía eran inmediatamente considerados objetivos y ajusticiados”, aseguró.
Los crímenes de abuso sexual de los paramilitares del Bloque Norte, deben prender las alarmas sobre las investigaciones adelantadas por otros despachos de la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía. La reparación integral a las víctimas debe estar respaldada en la búsqueda de la verdad y el esclarecimiento de todas las formas de violencia.