El ex presidente del Senado y primo de Álvaro Uribe Vélez cumplió ya las tres quintas partes de la condena por nexos con grupos paramilitares, por lo que un juez de ejecución de penas lo dejó en libertad.
El ex presidente del Senado acabará de pagar su condena en su casa. |
Por orden del Juzgado Sexto de Ejecución de Penas, Mario Uribe Escobar, expresidente del Senado y primo del expresidente de la República Álvaro Uribe Vélez, quedó en libertad luego de 54 meses de cárcel.
A través del auto N° 1355, fechado el 13 de noviembre de 2012, se le anunció al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que el excongresista había cumplido las tres quintas partes de la pena, establecida en 90 meses, quien estaba recluido en la cárcel Yarumito, ubicada en el municipio de Itagüí, Antioquia.
Uribe Escobar fue encontrado responsable del delito de concierto para delinquir por la Corte Suprema de Justicia, tras concluir que el análisis de las pruebas recaudadas en la investigación, que se inició en julio de 2007, demostraban que hizo acuerdos con las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
La sentencia, fechada el 21 de febrero de 2011, se basó en las relaciones políticas de Uribe Escobar con la exrepresentante a la Cámara Eleonora Pineda, también condenada por sus nexos con las Auc y considerada una de las fichas claves de esa organización armada ilegal en el Congreso de la República.
Esas relaciones, así como las declaraciones de Salvatore Mancuso en contra del excongresista y la votación que obtuvo en Córdoba durante las elecciones del 2002 llevó al Alto Tribunal a considerar que “el análisis conjunto de las pruebas permite concluir que las declaraciones de Salvatore Mancuso y de Eleonora Pineda, apreciadas históricamente, permiten asumir que Mario Uribe Escobar sí hizo pactos con la organización armada al margen de la ley”.
En diversas audiencias, durante el proceso de juzgamiento del excongresista, Mancuso relató cómo fue el acercamiento de las Auc de Córdoba con el político antioqueño. Una de las citas claves se dio en la finca La Capilla, situada en el municipio de Tierralta, Córdoba.
La reunión entre el político y Mancuso, en ese entonces comandante del Bloque Norte de las Auc, y en la cual estuvo presente Pineda, se realizó en la finca La Capilla, en Tierralta, Córdoba. En ese encuentro, se habló de un acuerdo político entre ella y Mario Uribe Escobar para obtener votos en este departamento.
Después de la reunión, Mancuso aseguró que se comunicó con sus jefes militares y con líderes políticos de municipios como Puerto Libertador, Planeta Rica y Montelíbano para que “en nombre de las autodefensas” apoyaran la candidatura de Uribe al Senado: “Yo avalé ese acuerdo tácitamente, llamé al comandante del Alto San Jorge y le dije que fuera a apoyar a Mario Uribe en esos municipios”.
El Alto Tribunal analizó las votaciones de 1998, 2002 y 2006, y estableció que “cómo puede alguien (refiriéndose a Mario Uribe), quien quiera que sea, que no es de la región y que tiene una vinculación de otra especie más que política, obtener unos niveles de votación como nunca los había tenido y luego volver a sus cauces normales sin mayor explicación”.
Pese a la insistencia en negar su inocencia, la sentencia contra el ex senador antioqueño confirmó que Mario Uribe y los paramilitares se aliaron para lograr el poder político, tal y como se había precisado en la resolución de acusación emitida por el Alto Tribunal en febrero de 2010.
En ese momento, la Sala Penal estableció que “la alusión a la manera como operó el aparato paramilitar en sus orígenes, permite explicar mediante una visión de conjunto, la razón de ser de la gravedad del injusto que se atribuye al doctor Uribe Escobar, al pactar con Salvatore Mancuso, líder de esas fuerzas ilegales, la promoción de grupos armados al margen de la ley que inicialmente fueron concebidos como un medio de presión sobre pueblos enteros, pero que luego pretendieron asumir la condición de “actores” políticos, con el respaldo y auspicio de quienes ostentaban la condición de representantes del Estado”.
Con la decisión del Juzgado Sexto de Ejecución de Penas, Uribe Escobar deberá presentarse periodícamente hasta tanto complete sus 90 meses de condena.