Los Sánchez Montes de Oca han dominado la política del Chocó mientras el departamento está sumido en la miseria. Pero el pequeño imperio se derrumba…
Patrocinio, Astrid y Odín Sánchez Montes de Oca están en la mira de la justicia . Sus padres eran maestros que militaban en el movimiento de Tadeo Lozano. Al caer este en desgracia, los Sánchez se apropiaron de su poder político. |
En menos de un mes, tres hermanos de la familia más influyente del Chocó han tenido que verse con la justicia. Patrocinio Sánchez, gobernador del departamento, fue condenado a 18 meses de cárcel por irregularidades en contratos de salud que firmó cuando fue alcalde de Quibdó. Odín, ex congresista preso, fue llamado a juicio por la Corte Suprema por su presunta participación en la parapolítica. Y Astrid, quien se lanzó al Senado para recuperar la curul de Odín, es acusada de uno de los mayores fraudes electorales en las pasadas elecciones a Congreso. Según lo reportado por varios medios, le ‘aparecieron’ más de 11.000 votos y hay irregularidades en los formatos electorales que la benefician.
Desde mediados de los 90, los Sánchez Montes de Oca se consolidaron como una de las familias políticas más poderosas del departamento. Junto con los Torres, familiares del representante Édgar Eulises Torres, también investigado por parapolítica, los Sánchez dominan todo en Chocó: definen quién irá a cargos de elección popular, determinan la agenda política de la región y son acusados de incidir en los procesos de contratación pública. Ambos clanes son herederos electorales del cacique chocoano Jorge Tadeo Lozano, quien fundó el Movimiento Liberal Popular a comienzos de los 80 y terminó en la cárcel acusado de la quiebra de varias asociaciones de mineros del departamento.
De los Sánchez, el primero en dar el salto a la política fue Odín, quien fue concejal de Quibdó en 1993. Luego fue diputado y en 1998 fue elegido como representante a la Cámara, cargo al que volvió en 2006. Fue congresista hasta septiembre de 2009 cuando lo capturaron por sus nexos con el Bloque Élmer Cárdenas de las AUC. El cuestionado representante forjó su caudal político de la mano de su hermano Patrocinio, un abogado que incursionó en el poder en 2001 como alcalde de Quibdó y llegó a la gobernación en 2008.
Tras el encarcelamiento de Odín, los hermanos Sánchez decidieron apostarle a Astrid para no perder su poder. Ella se lanzó por el Partido de la U a la Cámara y logró la curul en medio de cuestionamientos de opositores y líderes cívicos. Uno de ellos tuvo que ver con el traslado del procurador regional Yadir Torres de Chocó a Sucre, después de que este anunció que le pondría especial atención a la jornada electoral. “Yo era una piedra en el zapato para los poderosos que quieren actuar fuera del marco legal”, denuncia Torres, insinuando que su salida fue presionada por los miembros del clan.
Desde el poder, los Sánchez han logrado posicionar a sus colaboradores y familiares en altos puestos del Estado. Sus otras tres hermanas ocupan cargos estratégicos en Quibdó. Orlene es la secretaria distrital de Educación; Siris es subdirectora técnica del Departamento Administrativo de Salud; y Sony, quien suena como candidata para la alcaldía, trabaja en un puesto intermedio en la misma entidad.
Y aunque Patrocinio está destituido, su poderpolítico sigue siendo inmenso. Líderes locales, ediles y concejales, en especial de la U, no mueven un dedo sin su aval. Mucho menos en época electoral.
El ex gobernador y su familia generan pasiones de todo tipo en Chocó. Mientras sus seguidores los ven como benefactores, sus críticos, la prensa y activistas de la sociedad civil insisten en que su dominio ha sido paralelo a un mayor empobrecimiento del departamento. Astrid se defiende diciendo que a ellos los estigmatizan por ser negros, que la elegante casa que tiene Odín en medio de la miseria quibdoseña no es símbolo de corrupción y que su familia “ha traído soluciones al Chocó”. Pero lo cierto es que, como el departamento, los miembros del cuestionado clan ahora también pasan por una mala racha y por cuenta de la justicia sus alfiles se están cayendo. Como afirma José Mosquera, periodista del diario El Mundo de Medellín que se ha dedicado a denunciar los abusos de esta familia, “el dominó se les está derrumbando”.
Publicado en Semana, edición 1460 – 24/04/2010