Los ex paramilitares alias ‘Tolima’ y el ‘Negro ‘Frank’ dijeron que asesinaron a varias personas picándolas vivas y señalaron supuestos vínculos entre las Auc y la fuerza pública.
Lloreda Maturana, alias ‘Negro Frank’ y Giovany Garzón, alias ‘Tolima’. Foto: Diario El Nuevo Día. |
Las escalofriantes narraciones estuvieron al frente de Giovany Garzón, alias ‘Tolima’, y Rafael Lloreda Maturana, alias ‘Negro Frank’, dos ex integrantes del Frente Omar Isaza de las ACMM, que hicieron parte de los grupos que delinquieron en los municipios de Armero Guayabal, Mariquita y Honda en el Tolima; La Dorada y La Victoria, en Caldas; y San Miguel, Antioquia, entre otros municipios.
La versión del pasado martes se hizo en forma conjunta entre alias ‘Tolima’ y el ‘Negro Frank’, quienes contaron que en los municipios donde llegaban a operar, les enseñaban las listas de personas que debían ser asesinadas, a medida que lograban ubicarlas y cumplían con las órdenes de sus superiores.
Dentro de estos crímenes se contaron los de los caminantes, personas que por simple sospecha eran asesinadas, porque se decía que los guerrilleros se hacían pasar por caminantes.
Buena parte de estos asesinatos ocurrieron en el sector de Honda y Fresno, por donde transitaban estas personas, tal como recordaron que ocurrió con dos caminantes que recogieron porque iban por la carretera y los vieron sentados, descalzos, sin camisa y con morrales en las manos.
“Los recogimos y los llevamos a la orilla del río. Uno debía cogerlo de las manos, otro de los pies, porque los partimos vivos, les quitamos las manos, los pies y la cabeza y luego seguíamos picándolos para echarlos en el Gualí. La idea era que no los encontraran, pero como el río era muy pedregoso, al otro día andábamos en el carro cuando vimos a la ley que sacaba las partes de los cuerpos, pero como quedaron no era posible que los reconocieran”, aseguró ‘Negro Frank’. Como este asesinato remembró el de otros cinco caminantes, que, supuestamente, “se hicieron matar” por cansones. Contaron que en una oportunidad estaban varios paramilitares ingiriendo licor en un estadero de Mariquita, donde tenían una ametralladora que necesitaban tapar y para eso usaron unas naranjas; estos caminantes llegaron a pedirles que les regalaran unas frutas, pero ellos se negaron.
“Ya estábamos tomados y esos caminantes comenzaron a insultarnos, a decirnos muertos de hambre, hijuepu…, y a meter la mano en las naranjas, entonces ‘Rambo’ se molestó y dijo que los matáramos. Nos subimos al carro y ‘Cuñado’ atropelló a uno y luego los recogimos, nos los llevamos para el mismo río donde matamos a los otros; a todos cinco los picamos a sangre viva”, contó el ‘Negro’.
Crueldad para matar
Esta pareja de ex paramilitares aceptó su participación en varios crímenes y asesinatos como el de tres personas que sacaron de un balneario en Mariquita, entre ellos una mujer, que mataron aplastando su cabeza con una llanta.
Los hombres recordaron que llegaron hasta el balneario Cancún, de donde se llevaron a una mujer, su esposo y un tercer hombre que según dijeron, “lo matamos porque le pasó lo del comercial, por estar en el lugar equivocado”.
Los paramilitares se los llevaron por la vía a La Victoria, Caldas, donde el comandante ‘Rambo’ la torturó para sacarle información.
“Le pegaba puños, patadas, le halaba el pelo y cachetadas para que ella hablara; por último se subió a la camioneta y desde arriba le tiró la llanta de repuesto en la cabeza, con eso la mató; a los otros dos los matamos nosotros, les metimos dos tiros en la cabeza”, contó ‘Tolima’.
Las autoridades de Mariquita y Honda con los paramilitares
El ‘Negro Frank’ y ‘Tolima’ se encargaron de dar a conocer algunas de las formas como los paramilitares trabajaron de la mano con la Policía, el Ejército, el DAS y el CTI en Mariquita y Honda, donde señalaron que incluso funcionarios del DAS dejaron que las AUC mataran a una persona que tenían detenida en la sede de Honda.
Estos ex paramilitares señalaron que alias ‘Costeño’ permanecía en el motel Campoamor, de Honda, porque su propietario permitía que las AUC operaran desde allí, donde se reunían con policías, militares y personal del DAS.
Según dijeron, las autoridades eran las encargadas de suministrar las listas de las personas que debían ser asesinadas en las “limpiezas sociales”, pero en el caso del DAS, incluso se llegaron a prestar para que pudieran hacer los homicidios.
“Los agentes del DAS se reunían con ‘Rambo’; nos dejaban andar armados, cuando hacían retenes no nos requisaban e incluso nos dejaron matar a un detenido en la sede de ellos. Lo sacaron del calabozo y lo sentaron en una mecedora, en toda la puerta de la sede, nosotros esperamos y cuando lo vimos pasamos en un carro y lo matamos”, aseguró ‘Tolima’.
Dijeron recordar a Eduardo, un investigador del CTI que suministraba información y al sargento Maldonado, de la Policía de Mariquita, quien, al parecer, recibía sueldo mensual para suministrar información, armas y municiones.
“Era un Sargento falso de falsos, él fue el que nos capturó el 9 de mayo de 2001, nosotros matamos a un taxista ese día y luego estábamos tomando con ‘Rambo’ cuando nos llegó, que porque el coronel Chitiva le pidió resultados.
“Él nos llevó a la estación y en una pieza nos dijo que no nos preocupáramos que nos soltaba, que lo que teníamos que decir era que trabajábamos para un señor Germán Ortíz, y nos sacaba limpios, pero mentiras desde ese día estamos presos”, aseguraron.
Los paramilitares señalaron que en esa captura también cayó el comandante ‘Rambo’, pero a él si lo dejó en libertad, seguramente porque le recibió los siete millones de pesos “que tenía encima”, porque lo soltó horas después, pero a ellos no.
Ingreso de Tolima a las Auc
Alias ‘Tolima’ contó que ingresó a las autodefensas cuando aún era un menor de edad y allí lo enviaron a hacer el curso de preparación en un campamento ubicado en San Blas, al sur de Bolívar, donde le enseñaron a manejar toda clase de armamento, pero donde dijo, le pidieron hacer una “prueba de valor”. ‘Tolima’ afirmó que en una madrugada lo levantaron para que cumpliera con la mencionada prueba y lo llevaron hasta el sitio donde tenían a un hombre amarrado, para que con cuchillo en mano lo ejecutara.
“Yo cogí el cuchillo y lo degollé por la espalda, sin verle la cara. Después de eso supe que a varios de los compañeros del curso les hicieron lo mismo; nunca supe quien era el muchacho, pero duré varias noches que soñaba con él, sentía que venía por mí y me despertaba”, contó.
Dicha prueba era con el fin de verificar que los paramilitares estaban dispuestos a cumplir cualquier clase de orden, porque según dijo, muy pocos tenían funciones específicas, todos estaban para matar.
Paras denunciaron temor
En lo que va corrido de las versiones dadas por los paramilitares del FOI a la Fiscalía de Justicia y Paz varios de ellos han denunciado que corren peligro, junto a sus familias, por lo que están hablando. En la audiencia de ayer, ‘Tolima’ dijo que no creía que iba a terminar de pagar su condena, porque estaban empezando a decir muchas cosas y muy seguramente los iban a matar.
A este postulado, se sumaron otros dos que manifestaron su temor por lo que denuncian y dijeron que “si los dejan” van a decir toda la verdad.
Publicado en El Nuevo Día Fecha: 26/08/09