Una fiscal de Justicia y Paz le hizo la imputación de cien crimenes al ex jefe paramilitar ‘Julián Bolívar’, en la que relató su historia criminal.
‘Julián Bolívar’ entró en la fase de imputaciones de su proceso en Justicia y Paz. Foto Semana. |
Masacres, reclutamiento de menores de edad, homicidios selectivos, hurto de combustible, participación en negocios del narcotráfico, tráfico de armas, masacres y cobro de extorsiones hacen parte del prontuario del jefe paramilitar Rodrigo Pérez Alzate, alias ‘Julián Bolívar’ que recorrió diversas regiones del país posicionando asangre y fuego el proyecto de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).
Conocido con el alias de ‘Julián Bolívar’ y nacido en Medellín el 24 de mayo de 1962’, este ex jefe del Bloque Sur del Bloque Central Bolívar, delinquió en zonas rurales y urbanas de Bolívar, Antioquia, Santandery Cundinamarca entre los años 1998 y 2005, periodo en el cual hizo parte de las Auc al lado de Carlos Mario Jiménez, alias ‘Javier Montañez’ o ‘Macaco’, y de su hermano Guillermo Pérez Alzate, alias ‘Pablo Sevillano’.
Su historia fue detallada en Medellín durante la audiencia de imputación de cargos ante el magistrado Álvaro Cerón Coral, con funciones de control de garantías de la Unidad de Justicia y Paz. La presentación dela historia criminal de alias ‘Julián Bolívar’ y de la imputación de por lo menos cien hechos delictivos estuvo a cargo de Ana Fenney Ospina Peña, Fiscal 41 de Justicia y Paz, que tiene bajo su responsabilidad el proceso.
En la narración de la fiscal, estableció que después de recorrer varias ciudades del país apostándole a diversos tipos de negocios, entre ellos de comidas rápidas, confecciones y fabricación de hielo y helados, alias ‘Julián Bolívar’ recaló en el municipio de Yarumal, Antioquia, como comerciante de ganado. Era 1995.
Para esa época, las guerrillas de las Farc y el Eln tenían azotada la región. El cobro de extorsiones, el llamado boleteo y el secuestro se habían convertido en las amenazas de ganaderos, comerciantes y transportadores. Aprovechando las garantías que ofrecía la Gobernación de Antioquia para conformar asociaciones de vigilancia y seguridad privada, ‘Julián Bolívar’ y otros siete comerciantes de ganado y productores de leche se agruparon para conformar una de esas asociaciones, conocidas como Convivir.
De acuerdo con las evidencias presentadas por la Fiscal 41, se conformó entonces la Convivir Deyavanc, cuyas siglas significan Defensores de Yarumal, Valdivia, Angostura y Campamento. Su domicilio principal fue el municipio de Yarumal y tuvo una sede alterna en la localidad de Valdivia. En las actas de constitución fue inscrito como Revisor Fiscal Rodrigo Pérez Alzate.
Esta asociación contó con personería jurídica, la cual fue avalada por la Resolución 42395 del 22 de noviembre de 1996, firmada por el entonces Gobernador de Antioquia Álvaro Uribe Vélez, y por la certificación militar expedida por la IV Brigada del Ejército el 12 de noviembre de 1996, rubricada por el entonces comandante de la guarnición militar brigadier general Alfonso Manosalva Flórez. Dado que todos los requisitos estaban en orden, la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada le concedió a través de la Resolución 5031 del 27 de junio de 1997 licencia de funcionamiento por dos años en la modalidad de vigilancia móvil.
Los nexos de esta Convivir con alias ‘Julián Bolívar’ fueron revelados en abril de 2007, cuando el entonces Senador Gustavo Petro, del Polo Democrático Alternativo, adelantó un debate sobre el paramilitarismo en Antioquia durante la gobernación de Uribe Vélez (1995-1997). Las explicaciones no se hicieron esperar.
El mandatario convocó a una rueda de prensa para negar las denuncias del congresista y su versión la respaldó la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada a través de un comunicado público: “No es cierto, como afirma el senador Petro, que el Gobernador Álvaro Uribe Vélez haya autorizado la presencia como socio en la convivir Deyavanc del paramilitar ‘Julián Bolívar’. Esa Convivir contó con 5 asociados al momento de su autorización y ninguno figura en la base oficial de datos de desmovilizados”.
No obstante, esa Convivir no operó mucho tiempo. Dos hechos asílo determinaron: la renuncia de su representante legal y gerente, Gonzalo Giraldo Salazar, el 4 de diciembre de 1996 y su posterior asesinato el 20 de noviembre de 1997 en el municipio de Valparaíso, Antioquia. Después de esos hechos dimitieron los directivos de Deyanac, llevando a la Superintendencia a cancelar, mediante Resolución 10988 de diciembre 30 de 1998, su licencia de funcionamiento.
“Ante el temor de una represalia por parte de los grupos subversivos que hacían presencia en la zona, Rodrigo Pérez Alzate se hace acompañar de cuatro muchachos de la región como escolta, dos de ellos habían formado parte del grupo de autodefensas que para el año de 1996 hacía presencia en esa región conocido como “los Costeños” y que habían sido enviados a esta zona por Carlos Castaño”, narró la Fiscal 41.
Tanto su paso por la Convivir como la cercanía con las autodefensas influyeron en la comunidad para que vieran a alias ‘Julián Bolívar’ como a otro paramilitar más y le comenzaran a dar información sobre las actividades y presencia guerrillera en esa subregión del Norte de Antioquia.
“Para febrero de 1997, se convierte en el líder de un grupo de autodefensas conocido como ‘el grupo de Pérez’, conformado por 19 hombres. Este es el inicio de Pérez Alzate en las autodefensas”, afirmó la funcionaria judicial, y agregó que el paramilitar actuó “en connivencia con miembros del Ejército que para esa época se asentaban en el municipio de Yarumal”.
De acuerdo con la confesión de alias ‘Julián Bolívar’ y las investigaciones de la Fiscalía 41 de Justicia y Paz, ese grupo paramilitar tenía una jurisdicción precisa: desde el peaje de los Llanos de Cuivá hasta el puente sobre el cauca en el corregimiento de Puerto Valdivia, en la vía a la Costa Atlántica. Se trataba de evitar roces con otros armados ilegales que empezaban a operar en esa región, entre ellos la estructura que había creado un grupo de mineros que, posteriormente, se convertirían en el Bloque Mineros, bajo el mando de Ramiro Vanoy Murillo, alias ‘Cuco Vanoy’.
Un hecho determinaría su ruptura con el llamado ‘grupo de Pérez’. El 26 de octubre de 1997, alias ‘Julián Bolívar’ se dirigía a enfrentar un grupo guerrillero que quería impedir las elecciones para alcaldes y gobernadores en el Norte de Antioquia, que se realizaría al día siguiente en todo el país.
En el camino, los paramilitares fueron emboscados. Dos murieron y Pérez Alzate salió herido. Una vez recuperado tomó la decisión de desplazarse hacia el Bajo Cauca, radicarse en el municipio de Caucasia y compincharse con Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, quien había conformado un grupo armado ilegal en esa región.
En los primeros meses de 1998, alias ‘Julián Bolívar’ se encargó de aspectos logísticos y administrativos, tales como compra y venta de víveres, repuestos para automotores, medicinas para los combatientes enfermos, al tiempo que exploraba el mercado negro de armas, buscando la identificación de posibles proveedores. Durante este periodo alternó sus actividades entre la compra y venta de ganado, y las nuevas responsabilidades en la organización paramilitar. En ese año, esta estructura ya hacía parte de las Auc.
Uno de los objetivos de las Auc era incursionar en el Sur de Bolívar, enclave de las guerrillas de las Farc y, en particular del Eln que tenía dominio sobre la Serranía de San Lucas, donde se presumía que estaba el Comando Central (Coce), máxima instancia de ese grupo subversivo. Las operaciones de coordinación fueron delegadas por Carlos Castaño a Pérez Alzate, quien asumió en ese momento su alias de ‘Julián Bolívar’.
La primera tarea fue tomarse el caserío del corregimiento Cerro Burgos, de Simití. La operación se realizó el 11 de junio de 1998 y al lugar llegaron 96 paramilitares en cinco chalupas provenientes del sur del Cesar. “La incursión a este lugar marcó el inicio de Rodrigo Pérez Alzate en las autodefensas del Sur de Bolívar”, relató la Fiscal 41. Allí asesinaron a Hermes Villamizar Niño, Andrés Avelino Molina Pineda y Olga Lucía Mejía.
Documentos que recogen versiones de las víctimas dan cuenta de esta incursión: “Los paramilitares bloquearon las entradas y salidas de la localidad, buscaron en sus viviendas a algunas personas; primero llegaron a la casa de Andrés, quien había sido amenazado en reiteradas ocasiones. Éste se refugió en su vivienda y trató de defenderse con una escopeta de caza con la que dio muerte a dos paramilitares e hirió a otros dos, pero finalmente murió por efecto de una granada de fragmentación lanzada por los atacantes, quienes además demolieron totalmente el inmueble y quemaron los enseres”.
Continúa el relato: “luego reunieron a un grupo de aproximadamente noventa personas, en el billar que administraba Hermes Villamizar, preguntaron por éste y por otros pobladores, pero no encontraron a ninguno”. Después de lanzar amenazas e insultos, se dirigieron a la residencia de Hermes “y lo obligaron a salir, lo esposaron y lo subieron a una chalupa. Olga Lucía, su cuñada, intentó oponerse, por lo que fue golpeada, ejecutada y su cadáver lanzado al río Magdalena”. Ambos cuerpos fueron encontrados flotando en el río Magdalena días después.
Después de varias incursiones en la región, el Bloque Sur del Central Bolívar ingresó a finales de 1998 al corregimiento San Blas y desde allí incursionaron en otros municipios, como Simití, Santa Rosa, San Pablo y Cantagallo.
Poco a poco San Blas se fue convirtiendo en el epicentro de este grupo paramilitar, ya bajo el mando de ‘Julián Bolívar’. Allí se fundaron la primera escuela de entrenamiento militar del bloque, que contaba con toda la infraestructura para entrenar a 300 hombres, y la “escuela de estudios políticos superiores”, en la que participaban los futuros voceros de esta organización armada ilegal.
Además, los paramilitares instalaron un sofisticado centro de comunicaciones dotado de equipos de última generación para transmisión, recepción y rastreo de información; incluso, montaron una emisora, Colombia Libre, y desde allí hacían las transmisiones radiales. También construyeron un hospital, una fábrica de uniformes y una armería.
Alias ‘Julián Bolívar’ estuvo en esta zona hasta el 2001, año en el cual le cedió el territorio a Jiménez Naranjo y se trasladó a Santander, para operar en dos zonas específicas: el puerto petrolero de Barrancabermeja y San Rafael de Lebrija. En esa época perpetraron por lo menos 20 masacres, que dejaron cerca de 77 muertos, segaron la vida de por lo menos 20 sindicalistas y dejaron un indeterminado número de desaparecidos.
Con el paso de los meses y dadas las contradicciones internas en la organización paramilitar, que derivaron en la muerte de algunos jefes locales, la estructura a cargo de este jefe paramilitar fue creciendo en territorio. No sólo tuvo influencia en esas zonas sino que se amplió al Magdalena medio antioqueño, en particular a los municipios de Puerto Berrío y Yondó, y posteriormente, a algunas zonas de Cundinamarca. Luego, como consecuencia de la derrota a finales del 2003 del bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), anexa a su control los municipios de Maceo, Caracolí y el corregimiento San José del Nus, de San Roque, en el Nordeste antioqueño.
Tras esa actividad delictiva, alias ‘Julián Bolívar’ hizo parte de las negociaciones de desmovilización y desarme realizadas por las Auc y el Gobierno nacional durante el 2003, y se desmovilizó junto con un nutrido grupo de paramilitares el 12 de diciembre de 2005 en zona rural de Remedios, Antioquia.
En su paso por los paramilitares, ‘Julián Bolívar’ incurrió en la comisión de diversos delitos, varios de ellos de lesa humanidad. En la imputación parcial que se la he hecho, se le responsabilizó de los delitos de concierto para delinquir, lavado de activos, tráfico de armas, fabricación y uso de prendas de uso privativo de la Fuerza Pública, entrenamiento para actividades ilícitas, utilización ilícita de equipos receptores y transmisores, extorsión y robo de hidrocarburos.
Además, se le imputaron cargos por el reclutamiento forzado de 123 menores de edad, así como por 19 homicidios cometidos en Yarumal, 5 masacres y 3 desplazamientos forzados masivos en el Sur de Bolívar, 16 homicidios contra sindicalistas en Santander, 20 masacres con 78 víctimas en Barrancabermeja y Bucaramanga, y 26 homicidios perpetrados por sus hombres en Barrancabermeja y las poblaciones antioqueñas de Puerto Berrío y Yondó. El ex jefe paramilitar aceptó los cargos ante el magistrado en funciones de control de garantías y se espera que en los próximos días se dicte en su contra medida de aseguramiento.
Alias ‘Julián Bolívar’ se encuentra en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí desde el 16 de agosto de 2006, desde donde estudia una licenciatura en Filosofía, Pensamiento Político y Económico a distancia en la Universidad Santo Tomas. Sus días de guerra parecen haber terminado, pero en su prontuario queda toda una estela de barbarie.