“Yo le hice ‘lobby’ a la Ley de justicia y paz” (Semana)

      
Alias ‘Gonzalo’, un médico que se convirtió en uno de los enlaces políticos de ‘Jorge 40’, está escondido y amenazado de muerte. Ya vio cómo mataron al asesor político de los paras en Sucre y a ocho hombres de confianza del jefe del Bloque Norte. La razón: sabían demasiado. ‘Gonzalo’ habló en exclusiva con SEMANA.

El nombre de Carlos Mario García,alias ‘Gonzalo’, aparece en varios documentos del computador de ‘Jorge 40’, y de los archivos que fueron decomisados en marzo pasado, durante la captura de Édgar Ignacio Fierro Flórez, ‘Don Antonio’, quien ha sido durante los últimos años la mano derecha del líder paramilitar. ‘Gonzalo’ es señalado como asesor político del Bloque Norte, y quien manejaba la estrategia electoral para varios congresistas de la Costa.

García es un hombre de apenas 30 años, nacido en Sucre, y médico de profesión. Admite que empezó siendo un colaborador de las AUC en Barranquilla y que cada vez se involucró más. Su labor era básicamente la de contactar a ‘Don Antonio’, jefe militar y de finanzas, con los sectores políticos y de las administraciones públicas. Pero la tarea más importante que le fue encomendada por ‘Jorge 40’ fue viajar a Bogotá a principios de 2005 para tratar de incidir en los congresistas que estaban debatiendo la Ley de Justicia y Paz. Reconoce que se reunió con varios de ellos y que logró que se aprobara el artículo que reconocía a los paramilitares como delincuentes políticos. Artículo que luego la Corte Constitucional declaró inexequible. Dice que se reunió con el senador Álvaro Araújo para discutir sobre un lío con la Alcaldía de un pequeño pueblo del Atlántico. El senador, consultado por SEMANA, negó haber asistido a tal reunión.

García se dedicó a los proyectos productivos de los desmovilizados hasta que la captura de ‘Don Antonio’ cambió todo el panorama. Según dice, las bandas criminales emergentes quieren copar el territorio que dejó el Bloque Norte, y han matado a los hombres más cercanos a ‘Don Antonio’. Acusa a estas bandas del asesinato del médico Willer Covo, quien manejaba los hilos de la política y la corrupción en Sucre. Él mismo está amenazado y se encuentra escondido para evitar que lo maten. Esta es su versión sobre la información que han publicado en las últimas semanas.

SEMANA: ¿Cómo llega usted a ser jefe político del Bloque Norte?

CARLOS MARIO GARCÍA: Empecé a colaborar con las autodefensas porque compartía muchas cosas de ellas, pero no quería ponerme un uniforme. En ese entonces, yo trabajaba como médico en el sector privado. Pero a finales de 2003, después de que llegó un comandante nuevo, me involucré cada vez más.

SEMANA: ¿Quién era ese comandante nuevo?

C.M.G.: ‘Don Antonio’. Él no conocía a nadie en Barranquilla. Acababa de llegar de César y, por cosas del destino, nos hicimos muy amigos. Como yo tengo buenas relaciones en Atlántico, empecé a contactarlo con alguna gente. En la estructura de las autodefensas la parte política se maneja con el alias de ‘el médico’, así como el financiero se llama ‘senador’, o el de inteligencia, ‘kevin’.

SEMANA: Entonces ¿cuál era su labor?

C.M.G.: Digamos que de relaciones públicas. Me convertí en el profesional con el que se podía hablar. A medida que me fui metiendo más, me tocó retirarme de las clínicas e irme a vivir a Bogotá, básicamente para asumir el lobby para el proyecto de la Ley de Justicia y Paz. Fue entonces cuando empecé una relación mucho más directa con ‘Jorge 40’.

SEMANA: ¿Cuál era su papel en la Ley de Justicia y Paz?

C.M.G.: Don ‘Jorge 40’ me dijo: “Necesito que te vayas para Bogotá, atiendas cualquier cosa que se vaya necesitando en el proyecto de Justicia y Paz. Necesitamos que el proyecto quede en el punto que nosotros queremos”. En realidad, mi trabajo fue sobre todo para salvar los artículos 64 y 71, que tenían que ver con la sedición y el delito político. Recuerde que esos artículos se cayeron y tocó hacer mucho lobby para recuperarlos. Logramos que se hiciera una apelación y luego arrancar a discutir nuevamente el tema, hasta que al fin quedaron.

SEMANA: ¿Cuánta plata ofrecieron ustedes para salvar los artículos?

C.M.G.: No, nada. Lo único que ellos esperaban era que en las elecciones, se les pusieran los votos.

SEMANA: ¿En qué más consistió ese ‘lobby’ para la Ley de Justicia y Paz?

C.M.G.: Yo no fui la única persona que estuvo en ese tema. Cada bloque de los paramilitares tenía una persona haciendo lobby para los artículos que necesitaban. Mi discusión fue solamente sobre los artículos 64 y 71, que eran supremamente importantes para que las autodefensas siguieran en el proceso.

SEMANA: ¿Usted es primo del congresista Lidio García, al que también nombran en las grabaciones?

C.M.G.: Sí, pero yo no tengo nada que ver con él. Me dio dolor que lo hayan nombrado porque yo la última vez que lo vi sería cuando tenía 6 años. Ni siquiera tenemos una relación de familiaridad.

SEMANA: ¿De dónde viene entonces su influencia en los políticos?

C.M.G.: Dios mío, es que me presentan como si fuera un tipo que puede manejar a los políticos porque de pronto intelectualmente me siento en capacidad de sentarme con un congresista y hablar un tema. No se trata de manejar una masa de políticos como me están mostrando. Al al ex gobernador de Bolívar Luis Daniel Vargas nunca lo he visto. Con el ex senador Vicente Blel jamás me sentaría porque tengo las peores referencias de ese señor.

SEMANA: ¿Es cierto que ‘Jorge 40’ montó una estrategia para tomarse Sucre y Bolívar?

C.M.G.: Es que la gente de allá estaba cometiendo mucho abusos.

SEMANA: ¿Cómo así?

C.M.G.: Las autodefensas de esa zona, que ya estaban desmovilizadas, querían repetir la estrategia de hace cuatro años y obligar a la gente a votar por la señora Muriel Benito Rebollo. Y ni yo, ni la sociedad sucreña estábamos dispuestos a soportar más atropellos en el departamento.

SEMANA: ¿Qué pasó exactamente en la famosa reunión de los enviados de ‘Jorge 40’ con los diputados de Sucre y que provocó la captura de cuatro de ellos?

C.M.G.: En la transcripción de esa reunión que publicaron los medios hay algunas cosas que no son exactas. Yo no conocía a ninguno de esos señores. Quien los conocía era un dirigente político de Sucre, que en paz descanse, Willer Covo. Esa fue una reunión donde, incluso, no estuvo el señor ‘Antonio’, sino un señor ‘Manuel’. También estuvo un señor, que en paz descanse, Pedro Soler, alias ‘Agua’. Él era un ex guerrillero que luego perteneció a las AUC y que quería entrar en la política de Sucre. Pero la reunión que se hizo, en lo que a mí respecta, fue para hablar de la paz de Sucre.

SEMANA: Allí se habla de un apoyo a Álvaro García.

C.M.G.: Sé quién es el senador Álvaro García pero jamás he hablado con ese señor, aunque yo soy de Sucre. Nadie de mi generación gusta de Álvaro García.

SEMANA: En las grabaciones se habla de disputarle el terreno político al jefe paramilitar de Sucre, ‘Diego Vecino’.

C.M.G.: Sí, pero ese fue Willer Covo porque Sucre era su centro de operaciones y él sí tenía esa intención política de destronar a ‘Vecino’ en la zona.

SEMANA: Gustavo Petro ha dicho que el señor Covo tenía dos maletines llenos de información sobre los políticos de Sucre. Documentos que se robaron cuando lo mataron. ¿Es cierto eso?

C.M.G.: Completamente cierto. Si alguien sabía toda la verdad sobre la corrupción y los nexos con las autodefensas en Sucre, era él. En esos maletines estaban las pruebas que hundían a todo el mundo.

SEMANA: En otras grabaciones también aparecen los nombres de David Char, de Dief Maloof y de Javier Cáceres… Gente que hace política en Barranquilla.

C.M.G.: Están mezclando una cosa con otra. Sobre David Char, yo no aparezco en el acta de campaña que se le encontró a ‘Don Antonio’ porque yo no estuve en esas reuniones. Es cierto que se estaba organizando a unos líderes políticos en Atlántico para apoyar inicialmente a David Char yAlfredo Arraut. Esa parte yo sí la puedo aceptar. Perola gente que lo estaba organizando no pertenecía a la organización. La organización tenia una estructura pobre en Atlántico y no tenía plata para darles a los políticos. ‘Antonio’ era una persona que manejaba las partes militar y financiera pero muy poco el tema de la política.

SEMANA: ¿Quiénes eran los congresistas que ustedes apoyaban?

C.M.G.: En Atlántico eso fue extremadamente pobre. Los mismos organismos de control van a llegar a darse cuenta quiénes eran en cada departamento.

SEMANA: Sabemos que en la Costa ‘Jorge 40’ tiene poder político, que mueve votos, que mueve gente, candidatos y campañas.

C.M.G.: Se sabe bien en qué departamentos, eso no tengo que decirlo yo. Pero la injerencia de ‘Jorge 40’ en la política del departamento del Atlántico era ínfima. Ahí hay gente demasiado estructurada y con demasiado dinero. El 80 por ciento es Barranquilla, que es una zona industrial y portuaria. Los industriales no tienen que sentarse en una mesa con las AUC a hacer campaña ni a decirles que los apoyen ni les entreguen un peso. Ahí la gente tiene su plata y no nos necesitaban. Diferente es en los otros departamentos de la Costa, donde hay áreas rurales donde indiscutiblemente hay una cantidad de votos necesarios para que muchas personas lleguen a ser congresistas.

SEMANA: Existe una grabación en la que se nombra a Álvaro Araújo, se dice que él es amigo personal del viejo, que es el alias de ‘Jorge 40’ en todos los documentos del computador. ¿Es usted la persona que habla allí?

C.M.G.: ¿Por qué dicen que soy yo? Esa grabación no es mía. Lo niego rotundamente.

SEMANA: Pero usted sí tuvo una reunión con Álvaro Araújo aquí en Bogotá…

C.M.G.: ¿Con Álvaro…

SEMANA: …Araújo.

C.M.G.: Ah, una reunión sí. Reconozco que se hizo una reunión en Bogotá, en el apartamento de un amigo de Montería donde se estaba hablando precisamente sobre una alcaldía del departamento del Atlántico que no tenía ni pies ni cabeza, que era la Alcaldía de Santo Tomás. Esa Alcaldía le pertenece al senador Álvaro Araújo y él estaba muy mal con la alcaldesa, una señora Onésima Ballé, porque ella le pidió varias veces que le llevara el agua al municipio, pero el senador nunca apareció. Entonces Araújo estaba tratando de organizar el tema de la votación de Santo Tomás. Nos reunimos porque él pensó que yo tenía injerencia en esta señora. Cosa que no es cierta porque las dos o tres veces que hablé con ella, siempre fue muy parca.

SEMANA: ¿Cuánto dinero invirtieron ustedes en las campañas?

C.M.G.: La estructura del Atlántico era pobre. ‘Don Antonio’ nunca manejó ni gasolina ni narcotráfico en Barranquilla. Allá, ‘Antonio’ manejaba la plata de las extorsiones, sobre todo la de las plazas de mercados, porque era la manera de sostener la guerra. Digo que éramos pobres en relación con los otros frentes de las autodefensas. La gente de La Guajira, de Magdalena, tiene plata por otro lado.

SEMANA: ¿Es cierto que el senador David Char aparece debiendo dinero en el computador de ‘Jorge 40’?

C.M.G.: Ese es un tema de ‘Antonio’.

SEMANA: ¿Ustedes apoyaron al senador Dief Maloof?

C.M.G.: No. Si alguien no tuvo nada que ver en estas elecciones fue ese señor. Porque él ya tenía su rifirrafe con ‘Don Jorge’.

SEMANA: ¿Cómo así?

C.M.G.: En las primeras elecciones él creo que recibió algún tipo de apoyo, pero como que pagó muy mal. Entonces no lo tenían en cuenta. Él se rebuscó solo estas elecciones. Por lo menos en mi competencia no se le colocó un solo voto.

SEMANA: El ex alcalde de Sitio Nuevo, Magdalena, aparece como el comandante ‘Rubén’ de las AUC y se establece que trabajó en la unidad legislativa del congresista Jorge Caballero.

C.M.G.: A ‘Rubén’ lo mataron. Él alcanzó a ser ‘El médico’, es decir, un responsable político, durante el tiempo que yo estuve en lo de la Ley de Justicia y Paz. Después supe que estaba trabajando en Bogotá. Me alegré porque era un tipo muy bueno para gestionar con los políticos.

SEMANA: ¿Y cómo llega él a la unidad legislativa de Caballero?

C.M.G.: Cuando ‘Rubén’ fue alcalde, le puso muchos votos a Caballero. Supongo que él quiso tenderle la mano para que saliera de las AUC.

SEMANA: ¿A quién le rendía usted cuentas en las AUC?

C.M.G.: Yo le compartía todo a ‘Antonio’, pero él no le jalaba a la política. Sin embargo, él le comentaba de mis proyectos a ‘Don Jorge’, y si él me autorizaba, arrancábamos a trabajar.

SEMANA: ¿Cuál era su área de influencia?

C.M.G.: Atlántico. Si ustedes hacen un estudio a fondo del paramilitarismo, se dan cuenta que allá apenas se empezó el trabajo político en 2004, cuando ya estaban elegidos los alcaldes y los congresistas. Yo me pasaba mucho tiempo en Bogotá y cuando iba a Barranquilla se me iba la vida era arreglando problemas de plata o por ahí con los concejales.

SEMANA: En esa época ocurrieron muchos homicidios políticos en Barranquilla.

C.M.G.: Ese es un asunto que sólo lo manejaban los de la parte militar. Cuando había asesinatos de sindicalistas, muchas veces era porque la misma gente del sindicato salía resentida, buscaba a algún miembro raso de las autodefensas y le entregaban un informe de inteligencia para que los mataran. Generalmente se trabajaba así. Gente de ellos mismos colaboraba en eso.

SEMANA: ¿Usted manejaba los contratos de la salud?

C.M.G.: Yo nunca tuve un solo contrato en el hospital materno infantil de Soledad, porque eso lo manejaba directamente la parte financiera con ‘Antonio’. Él tenía una persona de finanzas que les cobraba a todos los hospitales del Atlántico una plata que tenían que pagar mensualmente. Cuando se vaya revelando el mapa político de las autodefensas en Colombia se van a dar cuenta que muchos hospitales fueron manejados por las AUC.

SEMANA: ¿Desde cuándo empezaron las amenazas contra su vida?

C.M.G.: Desde la captura de ‘Antonio’. Incluso, han matado a nueve personas cercanas a él.

SEMANA: ¿Quién quiere matarlo?

C.M.G.: Los nuevos grupos delincuenciales.

SEMANA: ¿Dependen estos grupos de ‘Jorge 40’?

C.M.G.: No, en absoluto. ‘Don Jorge’ está desmovilizado. Son bandas emergentes, tal vez armadas por algunos mandos medios que no dejaron las armas.

SEMANA: ¿Quiénes son?

C.M.G.: Nuevos grupos. Lo que le viene al país es muy grande porque estos son grupos rearmados, que tienen resistencia al establecimiento. Se unieron dos extremos, el de resistencia al establecimiento y el extremo antisubversivo, narcotizado en el final de su ciclo. ¿Cuál proceso de paz? ¿Con quién se van a sentar a negociar mañana si a esta gente no le interesa negociar?

Publicado en SEMANA, Fecha: 10/14/2006 – Edición 1276