“Yo estuve en el pacto de Chivolo”

      

Un campesino, quien fuera aspirante al concejo por uno de los municipios del centro del Magdalena, le relató a Verdad Abierta la manera cómo ‘Jorge 40’ convocó a cientos de políticos para escoger a los candidatos a concejos, alcaldías y gobernación del Magdalena para las elecciones regionales de 2001, en lo que hoy se conoce como el Pacto de Chivolo. Esta es la historia del polémico pacto comolo vivió uno de sus firmantes.

 
 

En el 2000 el centro del Magdalena era controlado por Jorge 40 y sus hombres. En septiembre de ese año Neyla Alfredina Soto Ruiz, jefe política de las Auc en el Magdalena y conocida como alias ‘Sonia’, fue comisionada por ‘40’ para convocar una polémica reunión con cientos de candidatos a los diferentes cargos de elección que se disputarían en marzo de 2001.

Alfredo* era un campesino, miembro de una tradicional familia de ganaderos de Pivijay, que había decidido, con el apoyo de la comunidad, lanzarse como concejal.

“Yo estaba indeciso porque creía que no era mi momento, pero unos amigos me dijeron: “Alfredo tu no eres político, pero sí la comunidad te lo pide cómo la vas a defraudar””. Dice 9 años después, retirado de la política en una de sus fincas en el centro del departamento.

Sin embargo, la decisión de lanzarse o no, no la tomaría Alfredo o la comunidad, sino ‘Jorge 40’.

En la región, el control de las Auc era absoluto y ‘Jorge 40’ tramaba un plan para tomarse los principales cargos de elección popular. Por eso ‘Sonia’, según cuenta Alfredo, citó la reunión del jueves 28 de septiembre de 2000 en el corregimiento de La Estrella, a unos veinte minutos del casco urbano en Chivolo.

Nadie podía faltar, en parte porque era una orden directa de Jorge 40 y por otra porque los candidatos sabían que quien no asistiera no contaría con la ‘bendición’ de los paramilitares para hacer sus campañas políticas.

“Llegaban buses de todos los municipios”, recuerda Alfredo, quien calcula que pudo haber unas mil personas, sin embargo el pacto fue firmado 13 candidatos a las alcaldías y 395 más entre aspirantes a concejos y asamblea. ‘Sonia’ dispuso que se reunieran en el rancho de una casa de familia.

Llegaron políticos de Plato, Tenerife, Pedraza, Chivolo, Nueva Granada, Ariguaní, Sabanas de San Ángel, Zapayan, Salamina, Pivijay, Concordia, Cerro de San Antonio, Algarrobo y El Piñón. “Parecía una convención” anota Alfredo.

Uno a uno, los asistentes fueron recibidos con cordialidad por ‘Sonia’ quien los ayudaba a ubicarse dentro del rancho donde los esperaba sentado Jorge 40, que de entrada los puso a firmar un acta de asistencia.

“Cuando necesitaban algo eran unas madres, pero si uno se los encontraba en la carretera lo trataban muy mal, si necesitaban algo bien, pero si ellos le pedían a uno algo y uno medio tarareaba, lo iban amenazando a uno, y si uno no lo hacía lo mataban”.

La reunión la inició Sonia, quien les dio un saludo a nombre de los paramilitares y le dio paso a ‘Jorge 40’ que fue directamente al grano.

“‘40’ dijo que las campañas políticas salían muy caras… saliendo unos para allá y otros para acá… eso se volvía muy costoso, entonces en esa época definieron que los concejales (candidatos) se unieran unos a otros y se recortaran la cantidad de candidatos a concejales”, recuerda Alfredo que fue uno de los primeros comentarios del entonces jefe del Bloque Norte.

También agregó que perdonaba a los políticos que anteriormente habían robado a los municipios. “Borrón y cuenta nueva”, dijo el paramilitar, pero que de allí en adelante quien lo hiciera tendría que pagar las consecuencias de sus actos.

En la reunión, ‘40’ les propuso que allí mismo deberían escoger sus propios candidatos. Les dio una fórmula para que, en apariencia nadie saliera perdedor: quienes no resultaran elegidos al concejo podrían ir de segundos en las listas a la Asamblea del movimiento “Provincia Unida”.

El paramilitar sostuvo repetidas veces que los candidatos que salieran elegidos de esa votación representarían a la comunidad y ellos (los paramilitares) no interferirían en esa decisión. También tendrían que elegir el candidato único a la Gobernación del departamento, entre José Domingo ‘Chelo’ Dávila y el José ‘Cura’ Ordóñez.

Nadie se opuso. Las cerca de mil personas – según los cálculos de Alfredo- que asistían a la inaudita reunión salieron a la calle y con ‘Sonia’ como jurado fueron entrando de nuevo al rancho y depositando uno a uno su voto secreto. Era toda una escena democrática, varios centenares de políticos haciendo fila para votar, a plena luz del día a la vista de todo el pueblo, con su puño y letra en un papelito por los que serían los candidatos únicos a cientos de curules de concejo y las alcaldías de 10 municipios de todo el departamento, bajo la supervisión de Jorge 40, ‘La Sombrerona’ y un grupo de paramilitares armados.

“Ganó ‘Chelo’ Dávila porque tenía más gente (seguidores) en la reunión” relata Alfredo, quien también recuerda que en ese momento no se habló de ningún pacto burocrático ni de distribución de los presupuestos municipales, pero sin embargo ‘40’ les aseguró que hablaría con todos los candidatos seleccionados para establecer los compromisos con las Auc.

Según el documento, redactado ese día y que ha sido pieza fundamental para la investigación que adelanta la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia, Provincia Unida decidió apoyar para la gobernación del Magdalena al candidato liberal José Domingo Dávila Armenta, quien obtuvo 266 votos contra 138 de ‘El Cura’ Ordóñez.

“Ahí es cuando ‘40’ dice que le tocará reunirse con ‘Chelo’ Dávila para ponerle las condiciones y así debío haber sido porque en otra reunión dijo que se había reunido con ‘Chelo’ y que ya todo había quedado arreglado y que la votación era para Chelo”, dice Alfredo.

De la reunión asegura, muchos fueron por temor, otros por desconocimiento, pero que la gran mayoría les tocaba atenerse a las reglas que imponían las Auc en el Magdalena porque sencillamente no había ley ni autoridad que los protegiera. “La ley eran ellos”, dice Alfredo. Pero lo que si ha quedado demostrado en varios procesos que se adelantan en es que hubo políticos que se valieron del amparo de los paramilitares para hacer de las suyas en complicidad con los paramilitares.

Luego de esa reunión, alias ‘Sonia’ se encargaría personalmente de que los políticos cumplieran con sus compromisos. La jefe política de las Auc constituyó una fundación en la región llamada Mujeres de la Provincia, que se encargaba de canalizar recursos de las diferentes administraciones para construir hospitales y escuelas, incluso llegó a recaudar impuestos en varios municipios del centro del Magdalena.

Por su parte, Alfredo no salió seleccionado por sus colegas. Sin embargo le llevó la contraria a Jorge 40 y decidió salir adelante con su campaña. ‘40’ le prohibió que siguiera con su campaña de lo contrario lo asesinaría.

“Un día me lo encontré y me dijo que no podía seguir haciendo campaña, desde que me enfrenté a sus órdenes me persiguieron, me robaron mi finca y me obligaron a desplazarme con mi familia” y los pocos votos que depositaron sus seguidores terminaron en las cuentas de otros.

Las consecuencias del Pacto de Chivolo

En el Pacto de Chivolo se escogieron candidatos a la Asamblea del Magdalena, a concejos y alcaldías de 13 municipios. La mayoría de los asistentes firmaron el pacto y se comprometieron a respaldar la candidatura de José ‘Chelo’ Dávila a la gobernación del Magdalena.

Entre los nombres que aparecen en el documento están los del entonces diputado Fernando Mozo Ortiz, ex miembro del tribunal de Garantías del Partido Liberal en ese departamento, Ramón Prieto, entonces alcalde de Pivijay y Franklin Lozano, alcalde de Zapayán.

También firmó el pacto Rodrigo Roncallo, representante a la Cámara que actualmente está siendo investigado por parapolítica, y quien resultara elegido en las elecciones de 2001 como alcalde de Tenerife. En 2006, Roncallo llegó a la Cámara de Representantes apoyado por el senador Jorge Luis Caballero, quien también es investigado por la Corte Suprema de Justicia por sus nexos con los paramilitares del Magdalena.

En noviembre de 2008, la Fiscalía llamó a indagatoria por la firma del pacto, los ex alcaldes de Concordia, Pablo José Salas, Aníbal Castro Martínez y José Ignacio Mercado Colón, investigados por los presuntos delitos de peculado, interés indebido en celebración de contratos relacionados con los vínculos de Mujeres de la Provincia, también a los diputados a la Asamblea del Magdalena, Edgar Manuel Castro Castro, Fernando Jesús Ortiz, Franklin Lozano Pimienta y Jorge Vega Barrios, y al ex diputado Fernando Mozo, quien se encuentra prófugo, a quienes investiga por los cargos de concierto para delinquir.

La Fiscalía tambiénestá investigando a Neyla Alfredina Soto Ruiz alias ‘Sonia’, quien se encuentra detenida en una cárcel de Santa Marta, y a su hija, Victoria Paternina, hoy prófuga de la justicia, por los presuntos delitos de concierto para delinquir y como determinadoras de los delitos de peculado e interés indebido en la celebración de contratos.

José Domingo ‘Chelo’ Dávila, quien fuera elegido en 2001 como gobernador del Magdalena, se encuentra detenido desde diciembre del año pasado procesado por el presunto delito de concierto para delinquir.