La Parapolítica envuelve al Magdalena

      
Con las recientes capturas del ex gobernador de Magdalena, José Domingo Dávila, y el ex alcalde de Santa Marta, José Francisco Zúñiga y diez políticos más, entre diputados y alcaldes de varios municipios del departamento, queda de manifiesto que aún queda mucho por destapar sobre los vínculos entre las Auc y los políticos del Magdalena. 

Por Óscar Sevillano de Nuevo Arcoiris para VerdadAbierta.com

Las recientes capturas de varios políticos del Magdalena en relación con los pactos de Chivolo y Pivijay son apenas una señal del avance de las investigaciones que realizan la Fiscalía General de la Nación y la Corte Suprema de Justicia sobre los acuerdos entre el Bloque Norte de las AUC y políticos del Magdalena.

Los pactos son conocidos como el Pacto de Chivolo y el Pacto de Pivijay. El primero fue firmado el 28 de septiembre del 2000 y de este nace el movimiento político gestado por ‘Jorge 40’ llamado “Provincia Unida por una mejor opción de vida” que fue firmado por cerca de 400 políticos, en el cual, bajo la figura de elección interna de los participantes, se decide  dar apoyo a José Domingo Dávila Armenta como aspirante a la gobernación del departamento.   

Con el apoyo armado los políticos alcanzaron alcaldías, concejos y la asamblea departamental, permitió que los paramilitares tuvieran injerencia directa en la gestión de las administraciones y en el manejo del presupuesto de cada uno de mas de una decena de municipios. El departamento del Magdalena se podría catalogar  hoy como uno de los más afectados por el escándalo de la parapolítica.

Del escándalo han sido vinculados al proceso dos Senadores, cuatro Representantes a la Cámara y dos ex gobernadores: Trino Luna Correa(condenado)  y José Domingo Dávila Armenta, el primero vinculado al Pacto de Ralito y el segundo al Pacto de Chivolo.  El período de mayor incidencia de los paramilitares en el escenario político se dio en las elecciones regionales de octubre de 2003, en las que se registraron candidatos únicos a la alcaldía con listas únicas para el concejo, en territorios de control paramilitar sin que los partidos tradicionales objetaran esta irregularidad. También se dio en las elecciones atípicas de los recién creados municipios del departamento. 

También han sido vinculados al proceso de parapolítica, políticos locales que si bien no firmaron los pactos si han sido involucrados a través de las versiones libres de los ex paramilitares como la de Hernán Giraldo Serna, ex jefe del Bloque Resistencia Tayrona. Giraldo confesó haber dado su apoyo a la política local, favoreciendo el nombre de José Francisco Zúñiga  para las elecciones a la alcaldía de Santa Marta para el periodo 2003-2007.  

Giraldo Serna también refirió su apoyo a candidatos a la Asamblea Departamental y al Concejo del Distrito. No todos los políticos que ha mencionado en sus versiones han sido vinculados o llamados a rendir cuentas ante la justicia.  Así mismo el ex jefe del Frente William Rivas de las Auc, José Gregorio Mangones Lugo, alias ‘Carlos Tijeras’ reveló en las versiones, cómo se infiltraron en las alcaldías de los municipios de Zona Bananera, Aracataca, Fundación y el Retén.

En ellas dejó claro que la elección en la que fue elegido Fulgencio Olarte Morales se da con el apoyo de las autodefensas, quien fue electo alcalde de Zona Bananera en el 2005, mediante los  comicios atípicos. Mangones Lugo asegura que los concejales firmaron un documento de apoyo y de recibo del dinero y que estos papeles se encuentran dentro de un expediente que por otra investigación se le sigue al desmovilizado.

El triunfo electoral de Olarte solo lo disfrutó durante cinco días, porque fue capturado por la Fiscalía precisamente por sus nexos con las autodefensas. Tijeras reconoce en sus versiones libres  la imposición de candidatos en los municipios donde opero y las advertencias hechas a los aspirantes para que se retiraran de la contienda electoral pues sin el aval de la organización armada no estaba permitido hacer política. 

Esto es apenas una muestra de la dimensión que la parapolítica tuvo en el departamento a partir de lo que se esta contando en las versiones libres y en la trascendencia política que desde el control armado tuvieron los paramilitares en el departamento con el beneplácito de todos los políticos que se suscribieron a los pactos colectivos o los que individualmente sellaron compromisos con jefes paramilitares en sus municipios. 

Todo esto cuestionaría la legitimidad de los políticos y sus gestiones  que adoptan  en el departamento, y que no reflejarían la voluntad de los magdalenenses sino de una élite política que se apoyo en un brazo armado.