El ‘patio’ de ‘Jorge 40’

      
‘Jorge 40’ utilizó al frente Resistencia Motilona para despojar tierras en Cesar y Norte de Santander. Varios desmovilizados contaron en Justicia y Paz el robo de 40 bienes a campesinos.
 
Rodrigo Tovar Pupo alias ‘Jorge 40’ fue jefe paramilitar del Bloque Norte de las Auc. Foto archivo Semana  

Del Frente Resistencia Motilona solo se sabía el nombre. Se supo cuando varios desmovilizados del Bloque Norte de las Auc le confesaron a la Fiscalía que ellos hicieron parte de uno de los quince brazos armados que tuvo Rodrigo Tovar alias ‘Jorge 40’ en la costa caribeña pero que, a diferencia de los demás, delinquieron más hacia al sur de esta región, en el corazón del Cesar y su frontera con el departamento vecino, Norte de Santander.

Entre 2001 y 2004, este grupo llegó a tener 600 hombres y su jefe fue Jeferson Enrique Martínez López alias ‘Omega’, un lugarteniente de ‘Jorge 40’ que fue asesinado en noviembre de 2007 en una finca en Copacabana, Antioquia.

Hace un par de meses, tres de los 17 postulados a Justicia y Paz de este grupo contaron cómo delinquieron en esa zona y que la convirtieron en una especie de ‘patio’ donde cometieron todo tipo de desmanes para despojar tierras y financiar al Bloque Norte.

“Nosotros éramos ilegales dentro la legalidad”, repitió Jovannis Manuel Lobo alias ‘Bachiller’ durante una versión libre para dar una idea de cómo infiltraron la economía y la política de por lo menos 12 municipios de esta región, considerada un corredor agrícola pero además una ruta del narcotráfico entre el Sur de Bolívar y el Catatumbo.

Las confesiones de alias el ‘Bachiller’ se han sumado a las de Jaime Luis Granados alias ‘Chacal’ u ‘Oreja mocha’ y de Wilson Poveda alias ‘Rafa’, este último subalterno de alias ‘Omega’. Hasta el momento los ex paramilitares han enunciado algunos detalles de cómo despojaron a decenas de campesinos de sus tierras con la amenaza  de “se va o se muere”, dijeron los ex paramilitares.

La disputa
Los paramilitares que delinquieron en Cesar desde finales de la década de 1980 eran conocidos como las Autodefensas del Sur de Cesar, pero a la hora de su desmovilización en 2006 se rebautizaron como  Frente Héctor Julio Peinado Becerra y como parte del Bloque Norte. Sin embargo, reconocieron como jefe no a ‘Jorge 40’ sino a Juan Francisco Prada Márquez alias ‘Juancho Prada’, promotor de las autodefensas en ese departamento.

Según lo han contado varios ex paramilitares, esa adhesión además de acordarse para la desmovilización no fue fortuita. En 2004 alias ‘Juancho Prada’ le entregó la zona urbana de Aguachica a ‘Jorge 40’, después de una disputa con el Bloque Central Bolívar, de alias ‘Julián Bolívar’, que había comenzado a meterse en los terrenos de Prada.

Así ‘Jorge 40’ empezó a tener más injerencia sobre la zona en la que los Prada estaban durante más de veinte años.

En versión libre, los tres ex paramilitares contaron que el Frente Resistencia Motilona apareció en 2001 por orden de ‘Jorge 40’ para reagrupar a los diferentes grupos paramilitares que delinquían desde varias haciendas ganaderas de la región. En Cesar, como sucedió en otras regiones del país, los paramilitares se financiaron en gran parte con los pagos voluntarios que recibieron de muchos finqueros así como de los ‘impuestos’ que también obligaron a pagar a otros por hectárea.

Con este primer músculo financiero, los paramilitares del centro del Cesar se expandieron hacia el vecino departamento, en Norte de Santander, donde delinquieron hasta 2004.

La expansión

El Frente Resistencia Motilona tuvo como jefe a alias ‘Omega’, un cómplice de ‘Jorge 40’ y que según ha documentado  Justicia y Paz empezó a delinquir en el Cesar como sucesor de otros tres paramilitares conocidos en la región por  haber sido jefes de los grupos que ‘cuidaban’ las fincas.

  
El Frente Resistencia Motilina delinquió en 12 municipios entre el Cesar y Norte de Santander.  

Sus antecesores fueron Martín Velasco Galvis alias ‘Jimmy Velasco’, paramilitar enviado por los hermanos Carlos y Vicente Castaño de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, Accu, y que delinquió en Pailitas. Otro fue alias ‘Pasos’, conocido a mediados de la década de 1990 como alias ‘Manaure’, que delinquió en los municipios de La Gloria, Pelaya y Tamalameque. Con el tiempo, ‘Jimmy Velasco’ y ‘Manaure’ encargaron a alias ‘Julio Palizada’ y a alias ‘Rafa’ para que delinquieran como jefes militares en estos cuatro municipios del Cesar. En 2001, alias ‘Palizada’ le designó a alias ‘Omega’, quien a su vez dejó a ‘Rafa’ como su segundo.

Los ex paramilitares contaron que empezaron a delinquir principalmente en Pailitas, donde instalaron dos bases de entrenamiento en armas y táctica militar. Luego subieron por lado y lado de la vía Panamericana que conduce hacia la costa y se multiplicaron por Poponte, Chiriguaná, Chimichagua y Curumaní.  Entre 2001 y 2002 delinquieron en tres municipios de Magdalena, San Sebastián de Buenavista, Guamal y El Banco, y a mediados de 2002 cruzaron la frontera del Cesar esparciéndose por Convención, El Carmen, Teorama, San Calixto y Hacarí, en Norte de Santander.

Según el Registro Único de Población Desplazada, Rupd, de Acción Social, precisamente es en estos municipios de donde salieron más personas expulsadas. En 2001 en Cesar, por ejemplo, 1.645 personas denunciaron desplazamiento en Pailitas, 1.161 en Chiriguaná y 1.363 en Curumaní. En 2002 en Norte de Santander salieron desplazadas 8.368 personas del municipio de Convención y 3.807 de Teorama.

Las ‘finanzas’ y el control

Como los demás grupos paramilitares, los desmovilizados contaron en versión libre que el Frente Resistencia Motilona cobró cuotas ilegales a todos los negocios lícitos e ilícitos que produjeran dinero. Entre ellos, los alimentos y combustibles. “Todas las bombas eran nuestras”, dijo uno de los ex paramilitares explicando que se “pegaban al tubo” (oleoducto) y se robaban la gasolina con la que surtieron las estaciones de servicio en los municipios donde delinquieron.

  
En versión libre, tres ex paramilitares contaron que el Frente Resistencia Motilona tuvo 40 predios, varios de ellos despojados a campesinos. Foto archivo Semana  

También robaron ganado de las fincas donde los dueños no les pagaban la ‘vacuna’, cobraron cuotas al narcotráfico por cada kilo de coca o mancha de amapola que pasara del Catatumbo al Sur de Bolívar y viceversa. “Le rendíamos cuentas a una secretaria que tenía ‘Jorge 40’ en Curumaní”, dijo un ex jefe paramilitar en la versión libre.

Entre las confesiones mencionaron además presuntos vínculos con la policía local. Uno de los desmovilizados dijo que dos jóvenes de un pueblo denunciaron el tráfico de droga ante una estación de policía. “A cambio de $500 mil pesos, los policías nos contaron quiénes habían sido y los matamos”, dijo un ex paramilitar en versión libre.

Solo en los primeros días de confesiones, los tres ex paramilitares identificaron 40 bienes de los cuales VerdadAbierta.com omite sus nombres y ubicación, porque la Fiscalía ya compulsó copias a la Subunidad de Bienes de Justicia y Paz para que comience a investigar su tradición y más adelante estos predios sirvan para reparar a las víctimas en esta zona del país.

Los desmovilizados reconocieron que utilizaron diferentes modalidades de despojo, entre ellas la complicidad con notarías para obtener escrituras falsas, ventas forzadas y asesinatos en sitios estratégicos. Según la confesión de uno de los paramilitares, por ejemplo, a una mujer le arrendaron un terreno para instalar una bomba gasolina. Cuando se cumplió el contrato, los paramilitares le dijeron que les vendiera el terreno a un precio inferior a lo que valía la tierra. Bajo amenazas, la víctima aceptó. Luego la asesinaron y le quitaron el dinero a la familia.

En la política los desmovilizados del Frente Resistencia Motilona aseguran que las elecciones populares fueron infiltradas por ellos. Según contaron, hicieron pactos con varios candidatos locales para que apenas resultaran electos les entregaran los listados de los contratistas. Así el grupo paramilitar cobró extorsiones a todas las empresas o personas que trabajaran para los municipios del Cesar y Norte de Santander donde ellos delinquieron.

En la jornada electoral los paramilitares tuvieron injerencia sobre las mesas de votación. “Nosotros marcábamos los votos de los que no habían votado y reclamábamos los certificados electorales. A todos los candidatos que no fueran amigos nuestros les decíamos que no podían participar”, dijo uno de los tres ex paramilitares en versión libre.

La Unidad de Justicia y Paz seguirá realizando versiones libres a alias ‘Bachiller’, ‘Chacal’ y ‘Rafa’ para que confiesen los crímenes que cometieron cuando fueron paramilitares del Frente Resistencia Motilona, un subgrupo del Bloque Norte que delinquió desde la Serranía de Perijá hasta las riveras del río Magdalena.

Los nombres de los políticos y otros funcionarios del Estado que al parecer fueron cómplices de los paramilitares también se reservan porque apenas han sido mencionados en versión libre, y por tanto la Fiscalía comenzó el proceso de compulsa de copias a la justicia ordinaria para que los investigue.

*La Fiscalía tendrá que investigar todo lo que han confesado los ex paramilitares en versión libre, que es una etapa preliminar antes de llevarlos a juicio ante un magistrado de Justicia y Paz.