Próximo a cumplirse 10 años desde que una orden judicial ordenara garantizar el servicio de acueducto y agua potable, las comunidades rurales del municipio de María La Baja siguen sin gozar del líquido vital. Decenas de familias se quejan de infecciones gastrointestinales y reacciones cutáneas que atribuyen a la mala calidad del agua. Las mujeres abanderan esta lucha como lideresas y cabeza esencial del hogar.