Una porción de las tierras donde se construirá el terminal marítimo en el Golfo de Urabá está afectada por un complejo litigio jurídico impulsado por comunidades negras que llevan más de 60 años ocupando ese territorio y el Estado les ha demorado la titulación. Esta investigación da cuenta de una historia de conflicto armado y resistencia en medio de este ambicioso proyecto.