El ex representante por el Caquetá sostuvo que su proceso por nexos con paramilitares ha sido producto de una persecución de sus enemigos políticos.
En el inicio del juicio que le sigue la Corte Suprema de Justicia, el ex representante conservador por el Caquetá, Luis Fernando Almario Rojas, le dijo a los magistrados que lo enjuician que su proceso era el producto de una persecución política en su departamento y recordó que desde el comienzo de su carrera política en 1991 se encargó de denunciar los crímenes de la guerrilla y las relaciones de los grupos armados ilegales con políticos y personalidades del departamento.
Sostuvo además que ha sido víctima de un cartel de testigos falsos que han intentado enlodar su nombre para sacarlo del escenario político caqueteño. En este sentido, señaló que testigos como José Germán Senna Pico, alias ‘Nico’, han reversado sus declaraciones durante la investigación que lo incrimina con paramilitares.
Tanto ‘Nico’ como Carlos Fernando Mateus, alias ‘Paquita’, señalaron inicialmente que Almario recibió el apoyo político, electoral y militar del Bloque Central Bolívar de propiedad de Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, con quien el político al parecer se reunió en varias ocasiones.
Según la información de la Procuraduría, Almario, quien se encuentra preso desde julio de este año en la cárcel La Picota de Bogotá, se reunió en varias ocasiones con el ex paramilitar Carlos Fernando Mateus, alias ‘Paquita’, encargado de las finanzas del Frente Héroes de los Andaquíes, con quien coordinó el apoyó que recibiría del grupo de autodefensas.
En entrevista con VerdadAbierta.com, alias ‘Paquita’, principal testigo para la Corte Suprema y para la Procuraduría en el proceso en contra de Almario, afirmó que Luis Fernando Almario recibió el apoyo político, electoral y militar del Bloque Andaquíes que estaba a cargo del ex jefe paramilitar y narcotraficante Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, con quien supuestamente Almario se reunió en varias ocasiones.
Almario aseguró en una carta a VerdadAbierta.com que “ni inicialmente, ni nunca, alias ‘Nico’ y/o alias ‘Paquita’ han señalado dentro de la investigación que se me adelanta, que yo hubiera recibido apoyo político, electoral y militar del Bloque Central Bolívar y mucho menos que yo me hubiera reunido con Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’; por el contrario ambos han sostenido que nunca se reunieron conmigo, ni tuvieron conocimiento de que esto hubiera sucedido con comandantes del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas”
El ex congresista aseguró a los magistrados de la Sala Penal de la Corte que “nunca lo conoció ni se reunió con él”, refiriéndose al ex jefe paramilitar que fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2008, donde cumple una sentencia de 33 años por delitos asociados al tráfico de narcóticos.
Almario sostuvo que nunca fue intermediario ni “llevó razones” a los grupos paramilitares para que estos apoyaran a su ahijado político, Juan Carlos Claros Pinzón, quien fue electo como gobernador del Caquetá en los comicios de octubre de 2003, para el periodo 2004-2007.
Tanto ‘Paquita’ como alias ‘Nico’ y otros desmovilizados del Bloque Central Bolívar han asegurado que dentro de los acuerdos, los políticos apoyados por Almario se comprometieron a entregar parte del presupuesto de las gobernaciones y alcaldías a cambio del apoyo de las autodefensas.
En entrevista con VerdadAbierta.com, alias ‘Paquita’ dijo que para concretar el apoyo financiero el grupo paramilitar contactó a Almario y a Claros con un narcotraficante de la zona. En este sentido sostuvo que no entiende el por qué la Procuraduría lo destituyó e inhabilitó para ocupar cargos por 15 años y tildó ese proceso como amañado, además de precisar que interpuso una demanda ante el Consejo de Estado por “violación flagrante al debido proceso y por errores de hecho garrafales, como es el de darle credibilidad al testigo Fernando Bahamón Céspedes, cuando la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, determinó que era un falso testigo”.
En su momento el ministerio público ratificó la versión de que Almario se había reunido con el ex paramilitar alias ‘Paquita’, con quien coordinó el apoyo que recibió de las autodefensas.
Almario en la carta a VerdadAbierta.com asegura que “en el caso de alias ‘Nico’ en sus versiones iniciales manifestó que esto nunca ocurrió en el Caquetá”. También aclara que “cuando posteriormente ‘Nico’ es contactado para que declare en mi contra a cambio de recibir ayudas de todo tipo, de lo cual existen pruebas al respecto, incluyendo n audio de una conversación telefónica, cambia su versión inicial y dice que escuchó en una reunión de mayo de 2003, en el sector rural del municipio de Morelia, Caquetá, que alias ‘Peruano’ entonces comandante del Frente Sur Andaquíes que operaba en el Caquetá, cuando le ordenó a alias ‘Chiqui’ que se reuniera conmigo para que sirviera de garante de que se e diera la contratación de la gobernación a ingenieros y arquitectos relacionados con las autodefensas y amigos de alias ‘Paquita’ y alias ‘Chiqui’, para que de esta manera ellos apoyar a Juan Carlos Claros como candidato a la gobernación del Caquetá; pero que no se acuerda de ningún nombre de los profesionales antes nombrados y que el único contrato del que si recuerda es la construcción del puente sobre el río Pescado de Valparaíso” y que además esa contratación no la hizo la administración departamental sino el “Invías a nivel nacional”.
El ex parlamentario también asegura que alias ‘Nico’ se retractó de su declaración inicial en la que aseguró que hubiera participado en esa reunión de mayo de 2003, porque entre el 25 de abril y el 22 de junio de ese año se encontraba en Bogotá recuperándose de una herida en una mano.
Aunque esta audiencia es el inicio del juicio por los delitos de concierto para delinquir con los paramilitares que estuvieron en Caquetá, Almario se refirió al proceso que también se le adelanta por su presunta participación en el crimen de la familia Turbay, señaló que no tuvo nada que ver con estos asesinatos y recordó que se alió con Rodrigo para lanzar candidatos conjuntos a la alcaldía de Florencia y la Gobernación del Caquetá en 1997.
Diego Turbay, su madre Inés y siete personas más fueron asesinados por integrantes de las Farc, cuando se dirigían en la vía de Florencia a Puerto Rico con una comitiva de seguidores a la posesión del alcalde de ese municipio, José Lizardo Rojas.
En 2011, el noticiero de televisión Noticias Uno divulgó un video en el que dos guerrilleros del Bloque Sur, Mauricio Gareca y Rubén Polanco, sostuvieron que el político conservador rival de los Turbay, Luis Fernando Almario tenía nexos con las Farc y era quien les había pedido “sacar de la arena política a los Turbay”.
“En el caso del representante Rodrigo Turbay, se nos informó de la forma en la que se estaba apropiando de unas partidas del contrato de la carretera Suaza-Florencia, entonces decidimos detenerlo para hacer una investigación y hacerle un juicio político”, dijo Gareca en el video.
Sobre este video, Almario aseguró que “los dos guerrilleros del mencionado video los denuncié por injuria y calumnia, pues cualquier observador responsable facilmente se puede dar cuenta que están faltando a la verdad y entonces su propósito es contribuir con los instigadores del fraude procesal en mi contra…”. Agregó además que en un informe de inteligecia del B2 del Ejército de 29 de diciembre de 2000, el día que ocurrió la masacre de la familia Turbay se “iba a atentar contra mi vida, donde las Farc nos sindicaban a los Turbay y a mi de auspiciar el paramilitarismo, y donde además tenían como propósito abrir espacios políticos para el entonces gobernador Pablo Adriano Muñoz Parra que según múltiples pruebas fue apoyado por las Farc para ser electo a la gobernación de Caquetá y quien era entonces el que tenía alianzas con este grupo guerrillero”, dice la carta enviada a VerdadAbierta.com
El político dijo que el departamento había sido escenario de la peor crisis política en la que fueron asesinados líderes del turbayismo y de la Unión Patriótica, y que desde 1994 los conservadores empezaron a ser objetivo militar de la guerrilla.
“En 2000, con el lanzamiento del movimiento bolivariano, las Farc dicen que los partidos tradicionales son sus enemigos, nos señalan de haber llevado a los paramilitares a Caquetá, simplemente por ser voceros de los partidos tradicionales”, explicó Almario en la Corte Suprema.
El político caqueteño dijo que en la investigación reposa en la Sala Penal hay pruebas que mostrarían que el era objetivo de la guerrilla y además sostuvo que varios testigos que vinculan con la muerte de los Turbay Cote fueron incitados por el directorio liberal de Caquetá a testificar en su contra. Por estos asesinatos, ocurridos el 29 de diciembre de 2000, Almario también enfrenta otro proceso con vínculos con la guerrilla de las Farc en la Corte Suprema.
En cuanto a los paramilitares que son testigos en este proceso, la justicia tendrá que determinar si están diciendo la verdad o no, ya que han cambiado sus versiones originales y de encontrarse que están mintiendo pueden perder los beneficios de la justicia transicional.