La olla de ‘Macaco’ (Semana)

      
Estados Unidos no sólo pidió en extradición al jefe paramilitar. También a su esposa y a 11 de sus hombres de confianza. SEMANA revela qué les espera en Miami.

Varios intentos de enviar cocaína al exterior y al menos ocho transacciones irregulares entre entidades bancarias de México y Estados Unidos tienen contra las cuerdas al ex jefe paramilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo (alias ‘Macaco’), a su esposa y a 12 de sus colaboradores. De hecho, la semana pasada las autoridades estadounidenses oficializaron la solicitud de extradición de todos ellos por cargos relacionados connarcotráfico y lavado de activos.

Pero la verdad es que la suerte de ‘Macaco’ y su esposa, Rosa Edelmira Luna Córdoba, se empezó a sellar desde agosto de 2005, cuando la Unidad de Información y Análisis Financiero del Ministerio de Hacienda (Uiaf) le envió a la Fiscalía General de la Nación un informe que daba cuenta de que ‘Macaco’ y su círculo familiar aparecían con transacciones bancarias irregulares y como miembros de sociedades sospechosas. Además, para las justicias de Bogotá y Washington era poco normal que Jiménez Naranjo, en menos de una década, hubiera pasado de ser un humilde carnicero a un multimillonario ‘empresario’.

El 24 de agosto pasado, el gobierno nacional anunció que ‘Macaco’ quedaba por fuera del proceso de paz y que, en consecuencia, en adelante no tendría derecho a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz. En ese momento, todo el mundo daba por descontado que el temible jefe paramilitar seguía delinquiendo desde prisión, pero nadie sabía cuáles eran esos crímenes por los que Estados Unidos lo tenía en la mira a él y a su organización.

El primer batatazo judicial contra ‘Macaco’ se produjo el 7 de septiembre pasado. Ese día, la Policía Antinarcóticos anunció el desmantelamiento de una red de narcotráfico encabezada directamente por ‘Macaco’ y su esposa. Once hombres de confianza del matrimonio Jiménez Luna cayeron en las redadas que la Policía, en 19 allanamientos, tendió en varias ciudades de Antioquia y en algunos lugares de Atlántico y Bolívar. Entre los 11 aprehendidos figuraron Melbin Caicedo Sánchez (alias ‘Pelos’), Elkin Darío Guerrero Agámez (alias el ‘Brujo’), Enot Chaverra Vargas (alias ‘Bemba’), Fernando Abuchar González (alias ‘Mello’), Nebardo Antonio Estrada Muñoz (alias ‘Poty’), Elkin Darío Cantillo Salas (alias ’33’) y Héctor Eduardo Salazar Muñoz (alias ‘Villazón’). Estas siete personas al servicio de ‘Macaco’ fueron pedidas en extradición dentro del documento de 12 páginas que un Tribunal del Distrito Sur de Florida envió la semana pasada a Colombia.

Según la pesquisa, la organización de ‘Macaco’ enviaba por alta mar grandes barcos de pesca. Desde allí, en lanchas pequeñas, cargaban cocaína y la dirigían a costas de países centroamericanos como Panamá, Honduras y Nicaragua. Finalmente, desde estos países el alcaloide terminaba en los mercados de Europa y Estados Unidos. Las mismas investigaciones lograron establecer que los cargamentos de droga eran movilizados desde capitales como Medellín y Cartagena, y municipios como San Antero (Córdoba) y Turbo (Antioquia).

Las transacciones bancarias

El indictment de las autoridades norteamericanas, redactado por los fiscales Alexánder Acosta, Alejandro Soto, Andrea G. Hoffman y Todd W. Mestepey, da cuenta de que los delitos de ‘Macaco’ y su organización fueron cometidos entre octubre de 2004 y mediados de este año. Lo más llamativo del documento conocido por SEMANA es que, según Estados Unidos, ‘Macaco’, su esposa y su red delictiva utilizaron México para mover el dinero proveniente de la cocaína.

Es así como el 25 de julio de 2005, Carlos Mario Jiménez Naranjo, “a sabiendas, realizó e intentó realizar una transacción financiera que afecta el comercio interestatal y extranjero (…) y que involucraba el producto de una actividad ilegal especificada”. Se habla entonces, el 25 de julio de 2005, “de una transferencia electrónica de aproximadamente 8.943 dólares de una cuenta en Casa de Cambio Puebla Reforma S. A., en México, a través de Miami (Florida), a una cuenta en Bank of America, en Oklahoma City”. Ese mismo día, ‘Macaco’ realizó otras dos transacciones -con idéntica triangulación- por un valor de 159.804 dólares. Al día siguiente (26 de julio de 2005), el otrora comandante del Bloque Central Bolívar se despachó con otras cinco transacciones. La cadena: México-Miami-Oklahoma. El valor: 356.703 dólares.

Aparte de este concurso de crímenes contra los intereses de Estados Unidos, el indictment también incluye testimonios de personas conocedoras de la actividad delincuencial de los Naranjo Luna y su entorno. Que se sepa, hasta ahora, la esposa de ‘Macaco’ no ha sido detenida. Ella, según la Uiaf, es la principal testaferro de todas las actividades al margen de la ley de su cónyuge. De hecho, una cantidad considerable de empresas y sociedades ubicadas en Medellín y otros municipios antioqueños figura a nombre de la señora. Ahora ya no cabe duda de que esos negocios eran producto del narcotráfico.

El nuevo embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, dijo el jueves pasado que su país esperaba con celeridad la extradición de ‘Macaco’, quien hace poco logró que lo llevaran a una cárcel en tierra firme (Bellavista, en Medellín), luego de pasar una temporada en una fragata de la Armada Nacional en el océano Atlántico. Es evidente que sus días en Colombia están contados.

Publicado en SEMANA, Fecha: 5/11/2007 – Edición 1331