Muerte de excombatientes de las Farc empañan seguridad en Ituango

      

De 15 homicidios registrados en este municipio del norte de Antioquia, cuatro corresponden a antiguos combatientes del Frente 18, situación que tiene en máxima alerta a los integrantes del movimiento político surgido tras los acuerdos de paz. Sin embargo, la situación de orden público de Ituango es mucho más compleja y preocupante.

La preocupación de la comunidad ituanguina pasa también por el aumento del microtráfico, actividad que al parecer es controlada por bandas criminales provenientes de Medellín. Foto: Juan Diego Restrepo E.Pudieron ser dos las personas asesinadas la tarde del pasado 13 de diciembre en Ituango si el excombatiente de las Farc, conocido con el remoquete de ‘Chinglete’, no se hubiera arrepentido a última hora de asistir a la reunión convocada por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) en la vereda El Cenizo.

Quien no dudo en acudir al llamado de los ‘gaitanistas’ fue John Jairo Ortiz, quien luego de recibir el beneficio del indulto contemplado en los Acuerdos Final para la terminación del conflicto, firmado con el gobierno nacional el 24 noviembre de 2016, decidió regresar a su pueblo natal, donde encontró la muerte al ser ultimado con tiros de revólver.

Con la muerte de Ortiz, ya son cuatro los excombatientes del extinguido grupo insurgente asesinados en esta población del norte de Antioquia en los últimos seis meses, situación que tiene preocupados a quienes integran el nuevo partido político Fuerza Alternativa Revolucionara del Común. Según Elmer Arrieta, vocero de la Farc en Ituango, también fueron proferidas amenazas de muerte contra los antiguos comandantes del Frente 18, que operó en buena parte de esta región del departamento durante más de 30 años.

“Luego del asesinato del compañero John Jairo se tuvieron que ir del pueblo otros dos muchachos que también habían llegado a Ituango luego de ser indultados”, señaló Arrieta. “En la región del San Jorge, que es ahí en los límites entre Ituango y Córdoba, también lanzaron amenazas contra unos muchachos -excombatientes- que se habían ido a vivir a una finca por allá. En mi caso personal también recibí amenazas”.

Todo indica que los responsables de estos hechos son las Agc, grupo armado posdesmovilización que viene avanzando desde el municipio de Tarazá hacía el corregimiento La Granja, de Ituango, pretendiendo copar las zonas que, en el pasado, dominó el Frente 18. En varias veredas de este corregimiento los campesinos denunciaron, durante este año, cómo esa estructura criminal ha convocado a sus habitantes a reuniones para informar que “ellos serán los nuevos amos y señores de la región”. (Leer más en: Los ‘gaitanistas’, ¿detrás del fortín de las Farc en Ituango?)

La llegada de los ‘gaitanistas’ a diversas zonas de Ituango ha estado acompañada de amenazas contra los líderes campesinos, desplazamientos forzados de varias familias, asesinatos selectivos, así como intimidaciones contra aquellos labriegos que decidieron participar en el proceso de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos pactado con las Farc en el Acuerdo Final. (Leer más en: En Ituango aún no se consolida la tranquilidad)

De acuerdo con Arrieta, “lo que ellos dicen, incluso a nosotros nos lo han dicho, es que quien denuncie a las autoridades se muere. Pero nos vemos en la obligación de denunciar porque ya somos un partido legal y debemos apostarle a la institucionalidad”.

Lo que más inquieta a quien en el pasado fuera uno de los responsables del componente político del Frente 18, es que tanto exguerrilleros como vecinos del Espacio de Capacitación Territorial de Santa Lucía no cuentan con ningún esquema de protección, ni colectivo ni individual: “Lo que nos dice la gente es que los miembros de la Ubicar (Unidad Básica de Carabineros), que se supone deben estar permanentemente en la zona para brindar seguridad a las comunidades, a veces están, otras veces no. Lo que siente la gente es que prácticamente están a merced de lo que quieran hacer con ellos”.

Año violento

El avance de las llamadas ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ (Agc) así como el posible arribo a la región del Eln han despertado temores entre los pobladores de este pueblo del norte de Antioquia. Foto: Ricardo Cruz.El 2017 no fue un año fácil para la seguridad para los habitantes de Ituango. Hasta la fecha, se han registrado por lo menos 15 homicidios de los cuales, cuatro corresponden a antiguos combatientes del Frente 18 de las Farc. El primer caso corresponde a Juan Fernando Amaya, asesinado en la vereda El Cenizo el 12 de julio en circunstancias que aún son materia de investigación; el 14 de agosto fue atacado en su vivienda, en un caserío a pocos kilómetros del Espacio Territorial de Capacitación de Santa Lucía, Jesús Adán Mazo, quien fuera jefe de milicias de las Farc en este municipio.

El 11 de noviembre, sicarios que se movilizaban en una motocicleta irrumpieron en un billar ubicado en zona céntrica del pueblo y dispararon indiscriminadamente contra los presentes, asesinando a Daladier de Jesús Vásquez, quien gozaba de su beneficio del indulto. En el hecho también resultaron heridas otras cuatro personas; y el 13 de diciembre fue ultimado a tiros John Jairo Ortiz.

“Dicen que se trata de una campaña para crear zozobra, de pasar ‘una cuenta de cobro’ para que abandonemos el proceso, pero seguiremos firmes” declaró Arrieta. Pero la violencia que ha vivido este municipio no sólo ha se ha ensañado contra los antiguos miembros de las Farc. Líderes campesinos, docentes, comerciantes y jóvenes han sido víctimas de amenazas, atentados y asesinatos selectivos.

En julio pasado, organizaciones sociales con presencia en Ituango denunciaron como una familia compuesta por seis integrantes, entre ellos cuatro mujeres, fue obligada a abandonar su finca, ubicada en jurisdicción del corregimiento La Granja, por hombres que se identificaron como integrantes de las Agc. (Leer más en: Seguridad en Ituango, ¿en alerta amarilla?)

La Mesa de Derechos Humanos del municipio también denunció el asesinato con arma blanca del labriego Francisco Javier Bedoya. El hecho ocurrió el 31 de mayo en la vereda El Tigre del corregimiento de Santa Rita. En la semana del 17 de mayo, en ese mismo corregimiento, fue asesinado un hombre conocido con el alias de ‘Serpa’, señalado por la comunidad como integrante de los ‘gaitanistas’.

En febrero de este año, la Alcaldía de Medellín y la Secretaría de Gobierno Departamental reconocieron que un grupo aproximadamente de 26 personas arribó a Medellín proveniente de Ituango solicitando refugio y protección. Dijeron en su momento que tuvieron que abandonar sus parcelas por cuenta de las intimidaciones de las Agc.

Por su parte, la Asociación Campesina de Ituango (Ascit) denunció en agosto las amenazas contra tres docentes y el desplazamiento de unos 70 estudiantes de la institución educativa Pedro Nel Gómez por problemas relacionados con las estructuras de microtráfico que se han tomado el casco urbano de esta localidad.

De ahí que la comunidad ituanguina exclame al unísono que, por ahora, las anheladas bondades del posconflicto aún están lejanas por cuenta del avance de las Agc, que pretende copar los espacios dejados por las Farc, lugares a los que institucionalidad ha sido incapaz de llegar.