Héctor Buitrago,Tripas

      
Buitrago alias ‘Tripas’ fue capturado en inmediaciones del Neusa, en Cundinamarca. Fundó las Autodefensas en los Llanos que dejaron miles de muertos, despojados y desplazados. 


Héctor Buitrago alias ‘Tripas’. Foto Policía Nacional

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Buitrago, padre del jefe paramilitar del Casanare Martín Llanos, uno de los hombres más buscados del país, fue detenido en un finca en Tausa, Cundinamarca, luego de cinco meses de investigación por parte de policías infiltrados.

Sobre Buitrago pesan 22 órdenes de captura por homicidio, secuestro, porte ilegal de armas, concierto para delinquir, confirmación de grupos armados ilegales y fuga de presos. “Este es un golpe a este violador de derechos humanos, fue una investigación que duró cinco meses de agentes encubiertos”, dijo el director de la Policía, general Óscar Naranjo.

Naranjo agregó que la Policía ubicó a Buitrago en una vía rural y que, aunque no opuso resistencia, intentó sobornar a los agentes que lo detuvieron.  

El paramilitar de 71 años condenado en marzo de 2008 por un juzgado de Villavicencio a 40 años de prisión por su participación en la masacre de cinco personas en la inspección de Surimena del municipio de San Carlos de Guaroa, Meta, donde asesinaron al alcalde Orlando Vargas, a su escolta un agente de la Policía y a tres civiles más.

En noviembre de 2002 Buitrago también fue condenado a 40 años de cárcel por un juez de Bogotá por el asesinato de 11 investigadores judiciales el 3 de octubre de 1997 en San Carlos de Guaroa.
 

Quién es Héctor Buitrago

Héctor José Buitrago Rodríguez nació en 1939 en Páez, Boyacá, pero llegó junto con su familia al sur de Casanare a finales de los años cincuenta. 

Héctor Buitrago es considerado el fundador de las Autodefensas Campesinas del Casanare a a finales de los años 70 con la colaboración de la familia Feliciano (Víctor y José Omar) además de Jaime Matiz Benítez, considerado por muchos como uno de los grandes jefes políticos de la organización.

A pesar de ser en principio un grupo contrainsurgente, las ACC fueron involucrándose más con el negocio del narcotráfico y otros delitos, como la expropiación de tierras y la extorsión a funcionarios públicos, empresas, políticos y ciudadanos.    

Tras la captura de Héctor Buitrago en 1998, acusado de una masacre en San Carlos de Guaroa (Meta), su hijo Héctor Germán, alias Martín Llanos’ o ‘Patezorro’, y Nelson Orlando alias ‘Caballo’, tomaron control sobre la organización de su padre. Un tiempo después iniciaron una guerra con sus antiguos socios de su padre, los Feliciano, debido a que esta familia hizo un acuerdo con la justicia para salirse del  proyecto paramilitar.  Martín Llanos’ entendió este paso como una traición a su padre y a la causa y les declaró la guerra.

Buitrago escapó de la prisión en complicidad con su hijo ‘Martín Llanos’ en noviembre de 1999 mientras era Transportado entre la Cárcel de Villavicencio al Hospital de la ciudad. Sin embargo, el proceso continuó hasta llegar a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia donde ambos fueron condenados el 16 de mayo de 2007 a 40 años de prisión.

En 2000, las ACC consolidaron su poder político, luego de eliminar a casi la totalidad de la familia Feliciano, a través del apoyo a campañas electorales como la de William Hernán Pérez, gobernador de Casanare desde 2001 hasta 2003, y actualmente inhabilitado por 20 años para ejercer cargos públicos precisamente por esta alianza.

 

Las ACC no entraron a las Autodefensas Unidas de Colombia, una especie de sombrilla que buscó avalar a todos los grupos paramilitares del país creada por los hermanos Castaño en 1997, pues consideraban que era un proyecto del narcotráfico. Esta reticencia terminó en una guerra sangrienta con un aliado de las AUC, Miguel Arroyave quien había comprado su entrada a la región.

 

El conflicto se desató entre 2003 y 2004 por el control del departamento de Casanare. La idea de las AUC era derrotar a Martín Llanos’y controlar además del territorio, las rutas del narcotráfico en el departamento.

 

Cuando la guerra se recrudeció, algunas versiones apuntan a asegurar que el Bloque Vencedores de Arauca (otro aliado de las AUC) llegó por el norte para apoyar a las tropas de Miguel Arroyave, mientras que las fuerzas de alias Guillermo Torres’(autodefensas autóctonas del corte de la de ‘Llanos’) entraban por el sur y hacían sus primeras apariciones en municipios como Maní. También dicen en la región que tropas al mando de alias Macaco’(otro de las AUC) empezaron a entrar por el occidente para cercar las tropas de Martín Llanos’.

 

‘Martín Llanos’alcanzó a pensar la posibilidad de desmovilizarse. No obstante, Luis Eduardo Linares alias ‘HK’, mando militar de las ACC asesinado en diciembre de 2005,  fue el gran impedimento para la desmovilización puesto que sus deudas con la justicia lo llevaron a pensar que era imposible desmovilizarse. En una entrevista con Llalnos Siete Días en medio de los proceso de desmovilización de los ‘paras’ Héctor Buitrago declaró además que no estaría dispuesto a pagar entre 5 y 10 años de prisión como lo contempla la ley de Justicia y Paz y que quería un indulto para paramilitares y guerrilleros.

 

Hoy en día ‘Martín Llanos’y sus hermanos se encuentran prófugos. El gobierno ofrece un recompensa de un millón y medio de dólares por informaciones que lleven a su captura.

Casanare una historia de guerra
La guerra en el Casanare comenzó desde mediados de 1986, cuando Héctor Buitrago, alias ‘Tripas’, organizó un grupo paramilitar, que fue conocido en la región como ‘los Buitragueños’, para enfrentar a la guerrilla. El grupo se movía en el Casanare, parte del Meta y la subregión del Ariari, donde ya delinquían Manuel de Jesús Pirabán, alias ‘Pirata’, y Pedro Oliverio Guerrero, alias ‘Cuchillo’del Bloque Centauros.

“Fue en esa época (a partir de 1991) en la que los Buitrago, los Ramírez y los Feliciano(ambas familias de la región con grandes extensiones de tierra), empezaron a montar laboratorios (para procesar cocaína) en Monterrey, Aguazul y Tauramena. Pero también comenzaron a asesinar gente por montones y frente a los miembros del grupo Guías de Casanare. En ese entonces los ganaderos que estaban al lado de las autodefensas le regalaron una finca al Ejército para que montaran la base militar. Se la compraron a don Julio Rojas”, aseguró un lugareño que fue testigo de la expansión de los ‘Buitragueños’.

“Reunían a la gente en el parque y sacaban a los estudiantes de clases para alertarlos sobre una supuesta toma subversiva y advertir que no salieran de las casas porque corrían peligro, pero lo cierto fue que la presión para que la gente se encerrara, buscaba que nadie se enterara del paso de los camiones llenos de ‘paracos’ o cargados con químicos (para procesar cocaína). Todo fue una gran mentira porque la guerrilla no se asomó a Monterrey”, aseguró un ex funcionario de una alcaldía del Casanare.

El poder de ‘los Buitragueños’ no se limitó a inventarse amenazas guerrilleras sino que, después de 1995 comenzaron, de manera sistemática, a apoderarse de tierras donde supuestamente existían yacimientos de petróleo o para desalojar campesinos de zonas aledañas a las zonas de exploración.

“Desde Monterrey hasta Tauramena y Aguazul, llegaban a fincas y hatos ganaderos de una vez con las escrituras hechas y a nombre de otras personas. ‘O firma o firma’, le decían a los dueños. Lo mismo sucedía con las muchachas que no accedían a sus coqueteos: eran violadas o desterradas cuando no se acostaban con ellos”,asegura una persona que vivió en la zona.

Mientras ‘Martín Llanos’ lograba consolidarse en el sur y el norte de Casanare con las Autodefensas Campesinas del Casanare (ACC), los paramilitares de Carlos Castaño comenzaban a incursionar en parte del Guaviare, Meta, Casanare y Araca.

Castaño, al lado de Salvatore Mancusoy apoyado por miembros de la Fuerza Pública llegó a los Llanos con integrantes de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu)y asesinaron a más de 50 personas en Mapiripán (Meta), entre el 15 y el 20 de julio de 1997. (Ver artículo El camino despejado hacia Mapiripán)

La masacre contó con el apoyo de las Autodefensas del Casanare. Pero al poco tiempo ‘Martín Llanos’ no calculó que los hombres de Castaño llamados ‘los Urabeños’ comenzaran a desalojarlo de sus feudos. El distanciamiento entre los paramilitares del Casanare y los de Castaño se ahondó con la masacre de once miembros de una comisión judicial en octubre de 1997 entre San Martín y San Carlos de Guarda, Meta, que iba a realizar un allanamiento en la finca Alcarabán.

La matanza, ejecutada por hombres de Jaime Matiz y ordenada por ‘Martín Llanos’, no contó con la aprobación de Carlos Castaño. A los cinco meses de la masacre, Matiz fue asesinado por el DAS, según testimonios de ex paramilitares de Villanueva, Casanare.

Ya para ese entonces, Castaño había iniciado su entrada al Casanare y Arauca, que comenzó con enfrentamientos con las guerrillas de las Farc y el Eln.

La llegada de los hombres de Castaño también produjo divisiones entre las Autodefensas Campesinas del Casanare: las del sur y las del norte, éstas últimas bajo el mando de Luís Eduardo Ramírez Vargas, alias ‘HK’, quien después sería abatido por la policía en Bogotá el 27 de diciembre de 2005.