Un juez de Bogotá llamó a declarar a Salvatore Mancuso, ‘Don Berna’, ‘Ernesto Báez’, ‘El Alemán’ y ‘Jorge 40’, en el juicio a José Miguel Narváez sindicado del homicidio de Jaime Garzón.
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| Jaime Garzónfue asesinado el 13 de agosto de 1999 por sicarios enviados por Carlos Castaño. Foto Semana.
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Durante la audiencia preparatoria del juicio contra José Miguel Narváez, acusado por la Fiscalía como la persona que instigó a Carlos Castaño a asesinar al periodista y humorista Jaime Garzón, el juez Séptimo Penal Especializado de Bogotá llamó a rendir su versión a los ex jefes paramilitares Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo alias ‘Don Berna’, Freddy Rendón Herrera alias ‘El Alemán’, Iván Roberto Duque alias ‘Ernesto Báez’ y Rodrigo Tobar Pupo alias ‘Jorge 40’.
Una de las pruebas que presentará la Fiscalía será una memoria (usb) del desaparecido jefe paramilitar Carlos Castaño, que según fuentes consultadas por VerdadAbierta.com, contiene información que supuestamente Narváez le filtró a los paramilitares para que se cometiera el crimen. La Usb fue entregada por Ever Veloza, alias ‘HH’ a la justicia.
En la memoria digital también se encuentran archivos de varias de las operaciones ordenadas por Castaño, razón por la cual el juez ordenó un dictamen del grupo de informática del CTI que tiene la labor de evaluar la veracidad de los archivos contenidos en el dispositivo electrónico.
La ex senadora Piedad Córdoba, y otros exparamilitares como José Gregorio Díaz, alias ‘El Cirujano’, escolta de Castaño, y Jesús Emilio Pereira alias ‘Alfonso’ también rendirán su versión en el juicio.
El juez negó la repetición de los testimonios de los exjefes paramilitares Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’ y Raúl Hasbún al considerar que estos testimonios ya habían sido recogidos por la Fiscalía.
A la salida del juzgado el exsub director del DAS aseguró que es inocente del homicidio y que son bienvenidos todos los testimonios de los exjefes paramilitares.
El 13 de agosto de 1999, Jaime Garzón fue asesinado cuando se dirigía a las instalaciones de la emisora Radionet en Bogotá. Dos sicarios acabaron con la vida de uno de los periodistas más apreciados en el país. El proceso judicial culminó en 2004 con la condena del comandante de las AUC, Carlos Castaño Gil, como autor intelectual del hecho. El fallo nunca se hizo efectivo, y el mismo año de la decisión judicial el líder paramilitar fue asesinado.
En junio del año pasado la fiscalía 13 de Unidad de Derechos Humanos acusó a Narváez como presunto instigador del homicidio de Garzón. La decisión del ente acusador se fundamentó entre otras pruebas en el testimonio de varios paramilitares que lo señalan como asesor de los ‘paras’ y como determinador de la muerte del periodista.
Contra Narváez pesan los testimonios de cinco ex jefes paramilitares que lo señalaron como la persona que llevó a Carlos Castaño a dar la orden de asesinar a Garzón. Pero los señalamientos en su contra van mucho más allá del homicidio del humorista.
También está relacionado como uno de los personajes principales tras el secuestro de la senadora Piedad Córdoba por parte de los paramilitares.
En un informe de la revista SEMANA señala que: “no menos comprometedor es que en las diferentes versiones de los ex comandantes de las Auc no sólo lo vinculan con esos episodios, entre otros, sino que también queda en evidencia que desde hace por lo menos una décadas fue instructor, ideólogo y un hombre que pudo influir en los paramilitares para ejecutar muchas de sus acciones.
“Se reunió en varias ocasiones con Carlos Castaño y conmigo para enseñarnos a combatir a los comunistas. Estuvo en algunas escuelas de formación de cuadros de mando y tuvo la oportunidad de adoctrinar ideológicamente a esos hombres”, dijo Salvatore Mancuso en su versión libre desde la cárcel en Estados Unidos en febrero de 2009, al referirse a Narváez.
“Él disparaba contra todo el mundo y decía que era lícito combatir comunistas, sin importar donde se encontraran. Nos sorprendió por la fogosidad con la que habló. Luego nos dijo que tomáramos nota y sacó una lista de 50 ONG que, según él, eran propiedad de la guerrilla. Después le dije a Carlos: ‘ese señor es un gran terrorista’. Me sorprendió cuando lo vi de segundo de Noguera en el DAS”, afirmó Freddy Rendón, alias el ‘Alemán’.
Testimonios similares a los de estos dos ex paramilitares también han rendido ante las autoridades Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’ ; Iván Roberto Duque, alias ‘Ernesto Báez’ , y Jorge Iván Laverde, alias el ‘Iguano’. Son estas versiones, entre otras pruebas, las que hoy tienen tras las rejas a Narváez.
Lo sorprendente es que aunque algunas de esas versiones llevan años y algunos de los hechos que relacionaban a Narváez también son conocidos desde hace algún tiempo, sólo ahora la justicia ha puesto sus ojos sobre un personaje con una historia que puede abrir muchas puertas y dar respuesta a grandes preguntas que la justicia no ha podido resolver.
Narváez es un ex empresario, oficial de la reserva del Ejército, quien durante varios años trabajó como asesor del Ministerio de Defensa en temas de inteligencia. Fue catedrático de la Escuela Superior de Guerra y subdirector del DAS durante unos pocos meses en la administración de Jorge Noguera, también procesado por sus nexos con las Auc. En diferentes épocas ha sido asesor de la Federación de Ganaderos (Fedegán), cargo que ocupó hasta hace poco antes de ser arrestado. En las Fuerzas Militares siempre ha estado relacionado con militares cuestionados por sus vínculos con el paramilitarismo, como el general Rito Alejo Del Río.
El hecho de que Narváez tenga que enfrentar a la justicia para responder por los graves cargos sin duda es importante. Pero lo trascendental es que las investigaciones no se limiten a descubrir la punta del iceberg. Es evidente que Narváez no actuó solo. Por eso el reto de las autoridades es llegar a establecer quién o quiénes eran los que estaban detrás de las acciones e este polémico personaje.
