Luis Eduardo Zuluaga Arcila, alias ‘MacGiver’, ex integrante de
autodefensas, fue acusado por la Fiscalía como determinador del
secuestro y del homicidio de dos hermanas menores de edad.
De
acuerdo con la providencia de un fiscal de Derechos Humanos y DIH,
Zuluaga Arcila, yerno del ex cabecilla paramilitar Ramón María Isaza
Arango, incurrió, supuestamente, en los delitos de concierto para
delinquir agravado, secuestro simple y homicidio agravado.
Las dos jóvenes fueron sacadas por la
fuerza de la sede del Hogar Juvenil Campesino de esa localidad del
Oriente antioqueño alrededor de las cinco de la mañana del 26 de
septiembre del 2002. Al día siguiente, sus cuerpos aparecieron sin vida
cerca al lugar del secuestro. Versiones de los pobladores sindicaron del
crimen a un grupo paramilitar que hacía presencia en el pueblo y
señalaron a alias McGuiver como jefe de esa estructura, ligada a las Auc.
De acuerdo con la investigación de la
Fiscalía, el propósito del secuestro de Liliana y Lucila era obtener de
ellas una supuesta información relacionada con un frente de las Farc que
delinquía en la vereda Río Verde de los Montes, a varias horas de
camino de Argelia.
Los paramilitares
tenían conocimiento que en esa zona rural hacía presencia el frente 47
de las Farc y concluyeron que debido a los constantes viajes que
realizaban a esa vereda a visitar a su familia, las hermanas González
Cardona poseían algún vínculo con la guerrilla. Lo que se rumoraba enel
pueblo era que ellas llevaban y traían mensajes de ese frente
subversivo y conocían sus campamentos, lo que fue usado como
justificación para asesinarlas.
No
obstante las evidencias, que fueron aportadas por diversos pobladores de
la región, Zuluaga Arcila manifestó en una audiencia de versión libre,
realizada el 1 de agosto de 2006, que él no era el McGuiver al que
hacían referencia en Argelia y que hasta ese momento no conocía esa
localidad.
Sin embargo, varios
testimonios aportados al proceso desmintieron la versión del
paramilitar. El primero de ellos fue el de su suegro Ramón Isaza, jefe
de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, quien manifestó que
dentro de las zonas que le entregó a Zuluaga Arcila estaba el municipio
de Argelia.
El segundo testimonió lo
aportó John Jairo García, quien como miembro del frente José Luis
Zuluaga, que dirigía alias McGuiver, tenían como finalidad acabar con la
guerrilla, extorsionistas,milicianos y drogadictos, e indicó que en
una ocasión llegaron a matar en un solo día hasta 20 milicianos.
El tercer testimonio lo aportó Jesús Eneris
Salazar, miembro del mismo frente, quien precisó que una de las zonas
donde operaban era Argelia y no vaciló al señalar como jefe militar de
esa estructura paramilitar a alias McGuiver.
Este conjunto de testimonios llevó a Zuluaga Arcila a reconocer
en una nueva versión libre recepcionada el 4 de abril de 2008 que él era
el comandante del frente José Luis Zuluaga de las Acmm, que dentro de
sus territorios de operación estaba el municipio de Argelia y que él
daba todas las órdenes militares a sus hombres.
Como esa estrategia no le dio resultado, su
defensa entonces aportó el testimonio de John Jairo Durango
Valencia, un desmovilizado del frente 47 de las Farc, quien expuso que
la orden de matar a las jóvenes González Cardona fue dada por la
guerrillera Nelly Ávila Moreno, conocida con el alias Karina, comandante
de esa facción insurgente, en un intento por desviar la investigación
en contra del paramilitar Zuluaga Arcila.
Esta versión de los hechos no fue
aceptada por la Fiscalía, al considerar que “es suspicaz creer que si
las menores eran consideradas colaboradoras del grupo subversivo fueran
ellos mismos los que ordenaran matarlas”.
Para el ente acusador es claro que quien
daba las órdenes y tenía el control de las situaciones o hechos que se
presentaran era alias McGuiver, sobre quien los combatientes del frente José Luis Zuluaga no
podían actuar por su propia voluntad e independencia y todo aquello que
sucedía tenían que comunicárselo a él.
La
resolución de acusación proferida por la Fiscalía General de la Nación
contra el jefe paramilitar deja en evidencia que los atajos que toman
algunos paramilitares para evadir la acción de la justicia son muy
endebles y sólo a través de investigaciones consistentes pueden
desarticularse, para beneficio de las víctimas y el fortalecimiento de
la verdad y la justicia.
Zuluaga Arcila está privado de la libertad
en la cárcel La Picota de Bogotá.