El presidente Ávaro Uribe ordenó empezar con las capturas de miembros de la ‘Oficina de Envigado’, así como delincuentes de la banda de ‘Don Mario’. Sin embargo, aún se desconocen los rostros de los criminales.
“A uno le dicen que todavía queda el ‘Yiyo’ y ‘Douglas’ (…) Acábenlos por cuenta mía”. Esa fue la instrucción que el presidente Álvaro Uribe les dio a la Policía y al Ejército hace siete meses, haciendo referencia directa a la nueva cúpula de la tenebrosa banda sicarial con sede en Medellín, conocida como la ‘Oficina de Envigado’.
Y el pasado 19 de enero, la orden fue capturar a las bandas emergentes que siguen traficando en Antioquia, incluidas las de Daniel Rendón, alias ‘Don Mario’, y las de los herederos de Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’ y de Ramiro ‘Cuco’ Vanoy.
Pero la perentoria orden no ha podido ser ejecutada. Es más, públicamente no se conocen los rostros del tal ‘Yiyo’, de ‘Douglas’, del enigmático ‘Gancho’ –nuevo amo de Bello y socio de la ‘oficina’– y de la gente de ‘Don Mario’, cuya cabeza ya vale 3 mil millones.
La razón: aunque están plenamente identificados –como lo reveló hace una semana el director de la Policía Nacional, general Óscar Naranjo– varios no han podido ser judicializados por complicidad de autoridades locales y amenazas contra testigos y contra investigadores judiciales que fueron incluidos en el plan pistola dirigido a eliminar policías.
Sin embargo, en las próximas semanas se iniciará una seguidilla de capturas por parte de diferentes organismos, apoyados por una agencia extranjera que ya tiene en sus manos las pruebas que hacían falta en contra de estas estructuras que tienen a Antioquia rezagada en la disminución de muertes violentas.
“Ya hay testigos protegidos en E.U.”, dice una fuente extranjera quien accedió a entregarle a El Tiempo organigramas y prontuarios de los hasta hoy desconocidos cabecillas. Y agrega: “Si alguno cree que su inclusión es un error, que se acerque con abogado ala Policía, a la Fiscalía o al Ejército y aclaramos”.
¿Dónde están?
Según autoridades extranjeras, Mauricio López C., alias ‘Yiyo’, cabeza de la ‘Oficina de Envigado’ y desmovilizado del bloque Héroes de Granada, anda siguiendo los pasos de Carlos Mario Aguilar, ‘Rogelio’, quien negoció con Estados Unidos.
Su nombre apareció por primera vez en expedientes judiciales a mediados de los 90’s, cuando se empezó a investigar el asesinato de Jaime Piedrahíta, agente del CTI. Aunque logró salir libre, un papel que se le encontróa la víctima permitió identificarlo.
De Jader Botero, alias ‘Gancho’, desmovilizado del mismo bloque, al mando de ‘Berna’, se sabe que permanece en el barrio Bellavista del municipio de Bello, contiguo a la cárcel de su mismo nombre, y que desde allí controla los sectores de Pacheli, San Fernando y Ducado. Incluso, se sabe que uno de sus parientes fue ex candidato al Congreso.
Los alfiles de ‘Don Mario’
Roberto Vargas, alias ‘Gavilán’, ex jefe del bloque Mineros, es hoy el ‘comandante’ de la banda de ‘Don Mario’. En enero, estuvo a punto de ser capturado su segundo al mando, Marco Fidel Barba, ‘Mateo’, quien fue ubicado en un balneario en el Urabá.
Pero logró evadir la acción de las autoridades que crearon un efectivo cuerpo especial para perseguir a estas organizaciones.
El refugio de Rafael Álvarez Pineda, alias ‘Chepe’, jefe de la banda emergente de Ramiro ‘Cuco’ Vanoy en el bajo Cauca, es Medellín. Según dos testigos, siguiendo instrucciones de un ex narco, desde allí ordenó el plagio de hijos de ‘Cuco’ para que le escrituraran una hacienda que pertenecería a los herederos del extinto narco Pedro Pineda, ‘Pispi’, protegidos de Vanoy.
Y Ángel Pacheco Chancy, el famoso ‘Sebastián, lugarteniente de ‘Macaco’, es quien maneja la narcoguerra en el norte y nordeste antioqueño. En total, ya hay identificados 22 miembros de estas estructuras y a tres de ellos Estados Unidos ya les abrió su indicment (prontuario).
Publicado en el periódico El Tiempo – Unidad Investigativa