“Llegó la hora de negociar con las AUC”: Carlos Castaño (Semana)

      
En diálogo exclusivo con SEMANA el jefe de las autodefensas, Carlos Castaño, explica porqué secuestró a los congresistas.

SEMANA: ¿Qué alcance tiene la frase que usted dijo en una entrevista radial hace un par de días: “Me rebelé contra el gobierno?
Carlos Castaño: Nuestra actitud es de rebelión contra el proceso de negociación, el cual consideramos incorrecto; mientras el gobierno hace reiteradas concesiones a la subversión la guerrilla no les ha ofrecido a los colombianos un solo gesto de consideración y menos hechos de paz. Si recordamos el desarrollo de este proceso, desde el inicio hasta hoy, encontramos que en repetidas ocasiones, posterior a la supuesta solución a una serie de impasses, el gobierno ha dicho “se salvó el proceso de paz”. No hay tal caso. Es frente a esta burla de la guerrilla al gobierno y a los colombianos que nos hemos rebelado contra el cacareado proceso de negociación con las Farc.

SEMANA: ¿Entonces esa rebelión es una protesta por la forma como el gobierno ha venido manejando el proceso de paz?
C.C.: Nuestra rebelión se debe interpretar como una oposición a que el gobierno continúe haciendo concesiones unilaterales a la subversión. Indistinto de la posible liberación futura de los congresistas retenidos, que en su momento se dará, continuaremos oponiéndonos, con cualquier método, a que se otorguen más beneficios a la guerrilla sin que ésta ofrezca hechos de paz.

SEMANA: Usted critica que las Farc no han hecho un solo gesto de paz. ¿Cuál sería el gesto suyo en favor de la paz?
C.C.: Estamos dispuestos a cesar nuestras acciones ofensivas cuando la guerrilla determine un cese de hostilidades. Es la guerrilla la que está en la obligación de ofrecer gestos de paz, es con ella que está negociando el gobierno y es a ella a la que se ha colmado de privilegios.

SEMANA: ¿Por qué razón usted, que ha sido enemigo del secuestro y las retenciones de personas, terminó prácticamente haciendo lo mismo?
C.C.: La subversión secuestra extorsivamente para fortalecer su aparato de guerra contra la Nación para dejar en la ruina económica las regiones y las personas honestas generadoras de empleo, secuestra indiscriminadamente en las carreteras, en los ríos, en los aviones y hasta en las iglesias. Las AUC jamás hemos secuestrado con fines económicos. Con la retención de los congresistas intentamos prender las luces de alerta en el país de los honestos, queremos demostrarle al gobierno que en Colombia comienza a surgir un movimiento de resistencia civil frente a la entrega paulatina del país a la guerrilla. Nos duele vernos obligados a recurrir a este método pero debemos aceptar que las medidas de hecho se han instaurado en Colombia, en muchos casos como método de oposición, en éste como método de reclamo a un gobierno que no escucha el clamor de la gente que pide explicación ante un inadecuado proceso de negociación.

SEMANA: ¿Por qué congresistas?
C.C.: Entiendo con su pregunta que lo censurable de lo que hicimos es haberlo hecho con congresistas. El secuestro es condenable con quien se haga y para lo que se haga. Frente a las contradicciones que ha originado el proceso de negociación nos vemos obligados a afectar a unos pocos con el fin de salvar a muchos. No hemos tenido la oportunidad de que se nos escuche en el Congreso dela República, como sí han invitado a la subversión, le han abierto escenarios nacionales e internacionales, espacios en la televisión, mientras nosotros nos vemos obligados a llamar la atención del país utilizando métodos extremos. Consideramos que con la presencia, desafortunadamente forzada, de estos parlamentarios en nuestros campamentos, tendremos la oportunidad de ser escuchados por representativos personajes de la vida nacional.

SEMANA: Los analistas dicen que lo que usted pretende es que las AUC tengan estatus político con este tipo de acciones. ¿Cómo lograr este reconocimiento con acciones terroristas?
C.C.: El estatus político de las AUC es innegable, nuestra realidad política es inocultable, pretender desconocer las características políticas de nuestra organización sería como pretender negar el carácter político del mismo Estado. Ese tema no precisa mayor explicación.

SEMANA: ¿Usted por qué se opone al canje de las Farc con el gobierno?
C.C.: En un país descuadernado y anarquizado como el nuestro cualquier grupo u organización armada podrá pretender secuestrar a cualquier tipo de personas para intentar rescatar de las cárceles a sus integrantes, sería desastroso sentar un precedente con las Farc, se pondría en riesgo la libertad y la misma vida de cualquier miembro de las familias de dirigentes nacionales.

SEMANA: ¿Cuál es su propuesta de canje?
C.C.: Consideramos que los integrantes de la subversión y de las AUC detenidos en cárceles colombianas deben permanecer allí hasta la etapa final del proceso de negociación, cuando no haya retorno a la guerra y los soldados y policías, igual que los civiles secuestrados por la guerrilla deben ser puestos en libertad en acatamiento al DIH, que prohíbe el secuestro como práctica de guerra, y me refiero a soldados y policías porque las Farc no tienen estatus de beligerancia y por lo tanto no se puede hablar de prisioneros de guerra. Si el gobierno persiste en su intención del canje, éste deberá incluir a todos los civiles secuestrados, al tiempo que deberá exigirse a la guerrilla un cese de hostilidades.

SEMANA: ¿Por qué cree usted que el gobierno no quiere abrirle a su movimiento una puerta de negociación?
C.C.: Es entendible que ante la prepotencia de la guerrilla y la falta de valor del gobierno, tema éste crear susceptibilidad frente a una subversión intransigente y radical.

SEMANA:¿Usted cree que las Farc se levantarían de la mesa de negociaciones en el momento en que el gobierno decida abrir una puerta de negociación con las AUC?
C.C.: Lo ideal sería mantener las negociaciones. Si todas las fuerzas vivas de la Nación y la comunidad internacional le piden al gobierno que le exija hechos de paz a la guerrilla, ésta tendrá que abandonar su actitud radical. Y si por esto se levantan de la mesa, las Farc quedarían solas contra el mundo.

SEMANA: Usted dijo, recién posesionado el presidente Pastrana,lo siguiente: “Vamos a trabajar para el patrón” y ahora está diciendo que se rebela contra él. ¿Qué lo llevó a cambiar de opinión?
C.C.: Efectivamente, recuerdo una entrevista que concedí a algún medio de comunicación y me referí en esos términos al presidente Pastrana. Con picardía el periodista lo interpretó y lo publicó a su manera. Quise referirme a la legitimidad que representan más de seis millones de votos con que fue elegido el doctor Pastrana y la autoridad que le otorga esa fuerza electoral para gobernar. Hoy, con decepción, me veo obligado a reclamar de esa autoridad del Presidente un comportamiento digno en la defensa de los intereses nacionales vulnerados por la subversión y por el comportamiento entreguista del gobierno.

SEMANA: Hay quienes sostienen que usted tienetantas guerras al frente como las tuvo en su momento Pablo Escobar . ¿Eso es así y estaría en capacidad de ganarlas todas?
C.C.: De ninguna manera se me puede comparar con un monstruo como ese, mientras él intentó destruir el país yo intento salvarlo. Tengo un solo enemigo, el mismo enemigo de la Nación colombiana: la subversión. A este enemigo le corresponde derrotarlo el país de los honestos, no a mí, sólo intento hacer lo humanamente posible para contribuir con esta obligación de colombiano.

SEMANA: ¿Hasta qué punto no teme usted recorrer el camino de Pablo Escobar en esa lucha por el reconocimiento de su legitimidad política?
C.C.: La pregunta por sí misma representa una ofensa a mi dignidad de colombiano comprometido con Colombia.

SEMANA: ¿Qué pasa si el gobierno se mantiene cerrado a la banda de no negociar con su movimiento? ¿Seguirán más secuestros de congresistas?
C.C.: Prefiero creer en la sensatez del gobierno y confío en la mía, que sin duda me permitirá actuar con prudencia.

SEMANA: ¿Hasta cuándo van a estar retenidos los siete congresistas que hoy tiene en sus manos? ¿Cómo piensa devolverlos?
C.C.: La evolución natural de esta situación trazará el derrotero a seguir. Anhelamos que estas personas puedan regresar muy pronto a sus hogares, esto depende de la sensatez del gobierno, ya hemos dado pasos importantes.

SEMANA: ¿Qué pasos se han dado? ¿Ya ha habido acercamientos formales con el gobierno?
C.C.: No hemos tenido acercamientos formales ni informales con el gobierno para lograr la liberación de los congresistas. Tampoco ha escuchado el gobierno nuestras inquietudes y reclamos que hemos deseado hacer desde que inició el proceso de negociación. A través de un representante de la Iglesia el gobierno ha ofrecido enviar al Ministro del Interior en labor humanitaria para conseguir la liberación de los congresistas. Le decimos al Presidente que no nos interesa recibir a un delegado del alto gobierno para hacer un engreído aporte pasivo a la paz de Colombia.

SEMANA: ¿Al secuestrar a los congresistas no está corriendo el riesgo de perder el respaldo político que puede tener en el Congreso y entre algunos sectores?
C.C.: Es innegable que las AUC tienen cada día una base social y política más fuerte, esto se debe más a la actitud radical de la guerrilla. Sin duda que algunos de nuestros seguidores podrían resultar afectados con nuestra actitud, pero si logramos que el gobierno retome el rumbo correcto de la negociación con la guerrilla los afectados comprenderán que su cautiverio no fue en vano.

SEMANA: ¿Qué legitimidad puede tener un Congreso que legisla bajo presión y bajo las amenazas?
C.C.: Nuestra intención es que el Congreso escuche nuestros planteamientos y discrepancias con algunos parágrafos de la ley de canje, es solicitar que se estudie la necesidad de incluir a los civiles en el proyecto de canje. Se debe entender que este proyecto de ley fue concertado con las Farc y que nosotros somos actores de este conflicto y que representamos el deseo de muchos colombianos. Cuando los congresistas recobren su libertad podrán tomar la decisión que consideren conveniente para el país, tratamos de equilibrar las imposiciones de la guerrilla con nuestras recomendaciones. Está demostrado que es el Congreso el que debe recuperar su autonomía y legislar con independencia y honestidad, así no tendríamos que intervenir.

SEMANA: ¿Por qué todos los congresistas que están en sus manos son liberales? ¿Es una coincidencia o tiene algún propósito?
C.C.: Consideramos que el Partido Liberal debe actuar no con revanchismo, sino representar la oposición, y hacer oposición es impedir los errores del gobierno y no transar con él cuando le conviene. También es oposición lo que estamos haciendo las AUC. Retener miembros del partido de gobierno sería darle otra dimensión a nuestra estrategia. No quisiéramos llegar a ella.

SEMANA: ¿Ha pensado en reunirse con el Alto Comisionado de Paz?
C.C.: Las AUC siempre hemos estado dispuestas a reunirnos con funcionarios del gobierno, pero el gobierno del presidente Pastrana inexplicablemente se ha negado a hablar con nosotros.

SEMANA: Al gobierno colombiano, por los compromisos internacionales que ha adquirido en materia de derechos humanos, le queda prácticamente imposible sentarse a dialogar con usted sin romper esos acuerdos. ¿Qué espera que haga el gobierno al respecto?
C.C.: El gobierno colombiano, por compromisos internacionales adquiridos en materia de derechos humanos, debe asumir una actitud imparcial y demostrar a la comunidad internacional que las guerrillas colombianas llevan 40 años violando los derechos humanos, varios de sus miembros son buscados por el gobierno norteamericano por crímenes de lesa humanidad. Recientemente escuchamos decir a un alto funcionario norteamericano que se debe hablar con las autodefensas. Sólo habrá paz en Colombia mediante un proceso de concertación nacional que incluya a todos los actores del conflicto.

SEMANA: El Ministro del Interior ha dicho que el gobierno no negocia con los paramilitares. ¿Qué piensa de esta decisión?

C.C.: Sabemos, y el gobierno también, que en un momento dado tendremos que ser llamados a la negociación. Creemos que es ahora.

SEMANA:¿Cómo sería esa negociación?
C.C.: Con la designación de uno o varios funcionarios gubernamentales en contacto permanente con las AUC. Así tendríamos la posibilidad de facilitar y contribuir al proceso con las guerrillas y también discrepar y oponernos a acuerdos incorrectos sin tener que recurrir a las medidas de hecho.

SEMANA: ¿Usted cree que el Congreso debe tomar las riendas del proceso de paz?
C.C.: El Congreso de la República ha venido actuando con indiferencia frente al proceso de paz, algunos de sus miembros han legislado por presión en defensa de intereses de la subversión. Cuando el Congreso legisle con honestidad y con independencia nosotros lo respetaremos y celebraremos su actitud.

Publicado en SEMANA, Fecha: 6/11/2000 – Edición 966