Las pistas sobre el despojo de la Oficina de Envigado

      

Un juzgado en Antioquia le restituyó la finca a una familia que fue despojada por esta empresa criminal del Valle de Aburrá. Se abre un nuevo capítulo en la historia de la oficina de sicarios más famosa del país.

despojo oficina envigado 1 San Roque hace parte de los diez municipios que integran el nordeste antioqueño, una región en que confluyeron las Farc, el narcotráfico y los paramilitares. Foto suministrada Unidad de Restitución de Tierras.

Un Juzgado Especializado en Restitución de Caucasia reveló una faceta no tan conocida de la Oficina de Envigado, la empresa criminal que hizo parte del Cartel de Medellín y que por años se transformó en organización paramilitar integrada a las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Una sentencia determinó hace unos días que la Oficina le arrebató una finca a una familia en el municipio de San Roque, nordeste antioqueño. Esta decisión da luces sobre una realidad que se mantuvo silente por años y que puede tener pronto nuevos fallos.

Una investigadora de la Unidad de Tierras que documentó el caso le dijo a VerdadAbierta.com que en San Roque hay más casos con esta misma tipología, “pues el municipio tiene una ubicación estratégica que fue usada (por ese grupo criminal) para movilizarse hacia los municipios de Caracolí y Maceo”. En la actualidad, esta dependencia estatal documenta algunos despojos ocurridos en barrios de estrato alto en Medellín y que podrían ser atribuidos a la Oficina.

En la sentencia, el Juez ordenó a las autoridades garantías para que la familia pueda vivir con tranquilidad en la finca, que la Alcaldía los exonere del pago de 22 millones de pesos de impuestos que adeudan tras el desplazamiento forzado del que fue víctima, que el Banco Agrario los priorice con subsidios de vivienda rural, y que Finagro y Bancoldex les permita acceder a créditos para reactivar la productividad de la tierra. El fallo además anuló las transacciones que quedaron registradas en la Notaría Única de San Roque y en la Oficina de Instrumentos de Santo Domingo que transfirieron la propiedad a nombre de otra persona.

Según datos de la Unidad, en la actualidad en la región del Nordeste, en los municipios de San Roque, Yolombó y Santo Domingo, estudian las reclamaciones de tierras en 103 veredas donde fue persistente el abandono y el despojo durante el conflicto armado.

¿Quién manda?

despojo oficina envigado 4‘Don Berna’ y Pablo Escobar. Fotos: archivo Semana.

La historia de la familia Suárez*, cuya identidad se les reserva por razones de seguridad, es similar a las de otros campesinos que afrontaron todos los actores armados ilegales en menos de tres décadas. En 1991 se hicieron a una buena finca de 487 hectáreas producto de una herencia, donde prosperaron con los cultivos de pastos y la siembra de maíz y fríjol para el sustento diario.

Mientras los campesinos producían alimentos, la violencia arreciaba en la región. El primer grupo en llegar, en 1980, fue el Frente 9 de las Farc, que encontró en la zona un punto clave para movilizarse desde el oriente, atravesando los municipios de San Carlos, Alejandría y San Rafael para acceder al nordeste y norte de Antioquia. No demoraron en aparecer las autodefensas, que en la siguiente década se consolidaron como el brazo armado del narcotráfico, bajo la insignia de combatir a las guerrillas, pero con el propósito de proteger el ‘negocio’.

Bajo la figura de Cooperativas Rural de Vigilancia y Seguridad Privada (Convivir), las autodefensas se camuflaron para seguir cometiendo delitos en la región, entre ellas una conocida como El Cóndor. VerdadAbierta.com documentó a partir de una investigación de la Corporación Jurídica Libertad y el Instituto Popular de Capacitación, publicada en 2010, que dicha Convivir recibió su personería jurídica en noviembre de ese año con la firma de Álvaro Uribe Vélez, quien entonces era el Gobernador de Antioquia

Revelaciones del Caso Villegas

Según la investigación académica, en El Cóndor “se mimetizaba una organización paramilitar, la cual operaba entre los municipios de Cisneros y San Roque”, teniendo como base de operaciones el corregimiento San José del Nus. Precisamente, la finca de la familia Suárez estaba en este poblado que durante finales de los años 90 y principios del nuevo siglo fue disputado por las Farc, el Eln con los Frentes Carlos Alirio Buitrago y Bernardo López Arroyave, y los paramilitares.

Para esa época ya existía la Oficina de Envigado. Como lo documenta el libro Las ‘vueltas’de la Oficina de Envigado, del periodista Juan Diego Restrepo, inicialmente se llamaba La Oficina y se trataba de un ‘despacho’ del capo Pablo Escobar en este municipio antioqueño desde donde coordinaba extorsiones, ofrecía ‘servicios de seguridad’, coordinaba la ‘formación’ de sicarios y mantenía el control de la exportación y comercialización de su principal músculo financiero: la cocaína.

En diciembre de 1993, Escobar murió en un operativo realizado por la Policía y en la que según confesaron varios desmovilizados de las Auc, participaron integrantes de los Perseguidos por Pablo Escobar, conocidos como ‘Pepes’, varios de ellos sus acérrimos enemigos del Cartel de Cali y los hermanos Castaño, fundadores de las Auc, además de agentes de los cuerpos de inteligencia del gobierno de Estados Unidos.

En Antioquia el paramilitarismo tomó fuerza. Los Castaño enviaron a varios de sus hombres entrenados en fincas de Córdoba al oriente y nordeste de Antioquia bajo las órdenes de Carlos Mauricio García alias ‘Doble Cero’, un exlancero del Ejército que se convirtió en el jefe del Bloque Metro de las Auc y que sumó a sus filas a jóvenes de las comunas de Medellín. Entre 1997 y 2002 este Bloque tuvo presencia en el municipio de San Roque, principalmente en el corregimiento de Cristales, delinquiendo en Santo Domingo, Cisneros, Yolombó y Maceo; mientras las Farc reaccionaron ampliando su presencia con el Frente 9. La guerra territorial persistía.

La cuota de ‘HH’ en el exterminio del Bloque Metro

De forma paralela, el narcotraficante Diego Fernando Murillo alias ‘Don Berna’ ya había tomado el control de la Oficina y había logrado portar el rótulo de las Auc tras su vieja amistad con los Castaño. En 2002, ‘Doble Cero’ expresó su inconformidad por esa decisión, lo que desató una guerra visceral entre el exmilitar y el narcotraficante, quien desde la Oficina dio origen a los Bloques Cacique Nutibara y Héroes de Granada.

Esta guerra no sólo se libró en las comunas de Medellín sino en el campo. En Justicia y Paz, varios desmovilizados, entre ellos Elkin Casarrubia alias ‘El Cura’, quien desde finales de 2000 fue jefe militar del Bloque Calima, confesaron que la guerra de ‘Don Berna’ fue apoyada por este Bloque y por el Central Bolívar, en cabeza también de los narcotraficantes Hébert Veloza alias ‘H.H.’ y Rodrigo Pérez Alzate alias ‘Julián Bolívar’.

¿Quién respondepor el despojo del Bloque Metro?

La tierra fue un botín de guerra de estos grupos. El primero en despojar fue el Bloque Metro, que originalmente estaba en la zona. Hasta diciembre de 2014 había 171 solicitudes de restitución de predios en el municipio de San Roque, en el que los presuntos responsables son antiguos comandantes de ese grupo. En 2003 esta guerra la ganó ‘Don Berna’ y el territorio fue repartido entre los grupo paramilitares que lo apoyaron.

¡Quéfirme la escritura!

despojo oficina envigado 2 En 2003, cuando se desató una guerra interna entre los paramilitares del Bloque Metro y el Bloque Cacique Nutibara de las Auc, 3 mil personas fueron desplazadas de San Roque. Foto suministrada Unidad de Restitución de Tierras.

La familia Suárez quedó en medio de esa batalla pero al igual que otras 3 mil familias de San Roque, según datos del Registro Único de Víctimas, fueron desplazadas. El Frente 9 de las Farc intentó retomar los antiguos territorios del Bloque Metro y en 2004 amenazó a los Suárez, que salieron despavoridos por la violencia que no cesaba.

Según le relataron a los investigadores de la Unidad, una vez fue abandonada la finca en enero de 2005, la guerrilla les quemó la vivienda. Cuando pensaron que la situación mermaría con la desmovilización del Bloque Cacique Nutibara el 25 de noviembre de 2003 en Medellín, la Oficina de Envigado seguía viva y coleando y se camufló en el Bloque Héroes de Granada.

El libro del periodista Restrepo revela que la fórmula de esta empresa criminal para echar raíces durante tres décadas fue mantener alianzas no sólo con militares sino con empresarios, como fue el caso de Gustavo Upegui López, entonces máximo accionista del equipo de fútbol Envigado Fútbol Club, incluido en la Lista Clinton.

Mientras ‘Don Berna’ se mantenía supuestamente en la negociación con el Gobierno para desmovilizar a las Auc, dentro de la Oficina de Envigado se desató una guerra interna por quién heredaba ese poder criminal. En julio de 2006 Upegui fue asesinado por Daniel Alberto Mejía alias ‘Danielito’, quien quería quedarse con la ‘compañía’ de sicarios. Pero este a su vez, un año más tarde, fue asesinado por Carlos Mario Aguilar, alias ‘Rogelio’, un exintegrante del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI), quien decidió a finales de 2007 entregarse a la justicia de Estados Unidos.

La desmovilización del Bloque Héroes de Granada, en agosto de 2005 justamente en el corregimiento Cristales, de San Roque, bajo el mando de Carlos Arturo Hernández, alias ‘Jerónimo’, no fue tan efectiva como inicialmente se supuso, advierte Restrepo.

De hecho, varias de las reclamaciones que reposan en la Unidad de Tierras están relacionadas con despojos cometidos por ‘Jerónimo’ aún después de su supuesta dejación de armas, entre ellas la de la familia Suárez.

“Vivía en Caracolí y me contactaron, me dijeron que vendiera la tierra y que un tal Jhon el que venía de la Oficina de Envigado. Me dijo que el patrón necesitaba la tierra, es decir, alias ‘Jerónimo’, y que necesitaba hablar conmigo. Me hicieron ir tres veces”, relató el reclamante durante el juicio.

A la familia Suárez la obligaron en 2007 a firmar una escritura que con anticipación había sido elaborada en la Notaría Segunda de San Roque, a nombre de una persona que desconocían. “… Me estaban esperando tres personas, entre ellas el hijo del notario. Ya tenían la escritura hecha. La firmé y nunca recibí un peso”, dijo un integrante de las familia reclamante.

Según los reportes de la prensa, alias ‘Jerónimo’ fue capturado en noviembre de 2008 por un grupo especial de la Dijín de la Policía. Pero en mayo de 2010 el entonces cabecilla de la Oficina de Envigado se fugó después de que un mes antes un juez de ejecución de penas le otorgó el beneficio de casa por cárcel. En la actualidad alias ‘Jerónimo’ sigue profugo mientras la Unidad de Tierras trata de documentar otros casos de despojo en el nordeste antioqueño. “Sobre ‘Jerónimo’ tendrá que explorarse muchos otros casos en otros municipios”, dijo una de las investigadoras de la Unidad.

En esta región, la Unidad ha encontrado complicidad de funcionarios públicos, sobre todo notarios, en la trasnferencias de tierras pero es la Fiscalía quien decide si abre o no una investigación formal.

Esta sentencia es la primera pista para desentrañar la maquinaria de guerra que heredaron narcotraficantes y paramilitares para mantener ‘el control’ en los territorios no sólo a punta de extorsiones y asesinatos, sino de de robo de tierras.

*El nombre de la familia fue cambiado por razones de seguridad.