El computador de “Jorge 40” (Semana)

      
Más de 50 asesinatos desde 2005 aparecen en los archivos secretos recién descifrados del jefe paramilitar.

Un computador que está hace seis meses en manos de la Fiscalía le puede enredar el futuro a Rodrigo Tovar Pupo ‘Jorge 40’, una de las cabezas más importantes de las autodefensas. El portátil contiene listas donde se describen de manera macabra los asesinatos de más de 60 personas, la relación de contratos en por lo menos dos municipios de la Costa, la nómina del Bloque Norte de las autodefensas e información completa sobre el cobro de extorsiones, entre otros datos explosivos. El computador estaba en manos de ‘Don Antonio’, también conocido como comandante ‘101’, quien fue capturado hace seis meses. Las autoridades tuvieron dificultades para decodificar la información, pues se encontraba encriptada en un sofisticado sistema de códigos y claves. SEMANA tuvo acceso a gran parte del espeluznante contenido del computador portátil.

Todo empezó el 11 de marzo a las 5:30 de la tarde, cuando funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía llegaron hasta el conjunto residencial Villa Canaria, ubicado cerca del aeropuerto de Santa Marta. Allí estaba Édgar Ignacio Fierro Flórez, ‘Don Antonio’, el hombre que buscaban desde hacía varios meses. ‘Don Antonio’ creyó que se trataba de un error. Apenas cinco días atrás se había desmovilizado en El Copey, Cesar, en presencia de ‘Jorge 40’, el alto comisionado Luis Carlos Restrepo y de todos los medios de comunicación. Por eso sacó el carné que lo acreditaba como reinsertado. Creía que en la versión libre que rindió al momento de desmovilizarse había ocultado todos sus delitos. No se imaginaba que la Unidad de Derechos Humanos lo requería por homicidio agravado y extorsión. Y que los organismos de inteligencia sabían mucho más de él. Que había salido del Ejército en 2002, por presuntos vínculos con los paramilitares y que desde entonces se había dedicado de lleno a las autodefensas. Como encargado del Atlántico, recibía órdenes directas de ‘Jorge 40’.

Lo que no esperaban los fiscales era que este hombre tuviera consigo una verdadera bomba de información que los llevaría a desentrañar los códigos secretos del Bloque Norte de las AUC.

‘Don Antonio’ tenía en su poder en ese momento 104 millones de pesos en efectivo, dos carros, uno de los cuales tenía matrícula oficial, tres armas y, lo más importante: dos computadores, dos memorias USB, varios discos compactos y gran cantidad de documentos escritos a mano.

La información decomisada le ha permitido a la Fiscalía conocer por primera vez las entrañas de un grupo paramilitar. Entre los archivos encontrados hay una relación de armas, automotores y personal de bloque; la nómina de las AUC en Barranquilla, un listado de colaboradores de las autodefensas y cuatro archivos dedicados con lujo de detalles a las actividades de este grupo en Soledad, Atlántico. Pero lo que dejó estupefactos a los fiscales fue el “informe de inteligencia de objetivos dados de baja” , es decir, la impresionante descripción de decenas de asesinatos.

El computador de ‘Jorge 40’ comprueba que las AUC tenían una campaña de exterminio contra líderes sociales y sindicales en Barranquilla. Esta campaña no cesó durante el proceso de paz de Ralito. La lista incluye algunos crímenes cometidos en 2004, pero la mayoría son personas asesinadas entre febrero de 2005 y marzo de este año. Como muchos de estos crímenes ocurrieron después de julio de 2005, cuando fue aprobada la Ley de Justicia y Paz, ‘Jorge 40’ no podrá obtener beneficios jurídicos por ellos. SEMANA confirmó con autoridades policiales y otras entidades que efectivamente cada una de las personas que aparecen allí, está muerta.

Quiénes estaban en la mira

Sólo en octubre del año pasado aparecen registrados siete asesinatos. La lista está encabezada por Pedro Pérez Orozco. Los paramilitares registraron su muerte diciendo de él “profesión abogado (ex concejal, ex secretario de gobierno y asesor de Enigsbert (sic). Actualmente se desempeñaba como defensor del pueblo”.

En realidad, Pedro Pérez era un reconocido líder social de 54 años, abogado de la Universidad del Atlántico. En 1991 se vinculó al movimiento ciudadano del padre Bernardo Hoyos y poco después tuvo un fugaz paso por el concejo de la ciudad. Durante la administración de Humberto Caiaffa (2000-2003) fue secretario general y de Gobierno del municipio. Se retiró para aspirar de nuevo al concejo, y como no salió elegido, se vinculó a la Defensoría del Pueblo, donde actuaba como defensor de derechos humanos. Algunos de los procesos que atendía tenían que ver con homicidios, extorsiones y desplazamiento forzado. Fue baleado el 3 de octubre de 2005 en la puerta de su casa, una semana después de haber recibido una llamada en la que le advertían que “lo iban a joder por estarse metiendo en pendejadas”.

Diez días después aparece registrada la muerte de Eislen Escalante Pérez, cucuteño de 41 años, quien era un reconocido líder de los desplazados. Escalante llegó a Barranquilla hace 11 años huyendo de las amenazas que estaba recibiendo en Cúcuta, donde era concejal por el partido Apertura Liberal y promotor comunitario. En esa ocasión, las amenazas provenían del ELN. Por eso resulta paradójica la nota que tienen los paramilitares en el computador, donde registran que fue “dado de baja”. Lo describen como “reinsertado del ELN, era coordinador de los desplazados a nivel nacional con sede en Barranquilla”. Según familiares y amigos consultados por SEMANA, Escalante estaba asesorando a un grupo de desplazados que habían tomado posesión de una isla de 60 hectáreas en el río Magdalena y que era reclamada por los paramilitares, por finqueros del Atlántico y hasta por algunos políticos. También hacía parte de la red de veedurías ciudadanas y se le conocía por constantes denuncias sobre malos manejos en los recursos para la población desplazada. A Eislen lo asesinaron dos sicarios, con dos tiros en la cabeza, cuando salía de una oficina del gobierno distrital.

También se puede leer en registro de meses anteriores, con fecha 2 de mayo de 2005, lo siguiente: “Fue dado de baja Adán Alberto Pacheco Rodríguez, alias ‘Claudio’. Integrante del PC3 y militante del Frente 19 de las Farc- Ep, grupo ejecutivo de zona GEZ, sociólogo de la Universidad Simón Bolívar, su tiempo de delinquir en estas organizaciones era aproximadamente 16 años, edad actual 46 años, residente en el barrio Las Palmas de Barranquilla… laboraba en Electricaribe y era presidente del sindicato de Electricaribe”.

A Pacheco Rodríguez lo asesinaron en la terraza de la casa de sus padres. Le dieron dos disparos en la espalda y dos en la cabeza. Desde hacía cinco años estaba amenazado y eran tan serias las advertencias, que no había vuelto a las marchas de protesta ni a los desfiles del primero de mayo. Llegaba a la casa y se encerraba. Después de la muerte de Adán hubo una llamada a su familia en la que les advertían que “no lloren perros hijueputas, que los muertos van a ser más”.

Uno de los líderes cuya muerte generó más estupor en Barranquilla fue Miguel Espinosa Rangel, desmovilizado de la Corriente de Renovación Socialista, asesinado el 30 de junio de 2004 en el barrio La Pradera. Este es un barrio de desplazados que se formó después de una invasión de terrenos supuestamente baldíos. Espinosa Rangel, que era abogado y sindicalista, defendió a los desplazados hasta el día de su muerte y logró la legalización y la normalización del barrio. Esta actividad selló su muerte. Según los documentos de ‘Jorge 40’, Espinosa fue “dado de baja en La Pradera. Invasor profesional y colaborador de las Farc-Ep en el sistema judicial”.

Los casos de sindicalistas no son los únicos. También fueron asesinadas prostitutas, ladrones y hasta un botánico, Jesús Caballero Escorcia, a quienes los paramilitares reseñan en su diario como ‘El brujo’.

¿Por qué tenía ‘Don Antonio’ estas listas? En la indagatoria que rindió ‘Don Antonio’ ante la Fiscalía aseguró que “los computadores no son de mi propiedad. Yo recibí todos esos elementos el día viernes de la semana anterior, de uno de los secretarios de mi jefe… para que los guardara fuera de la zona, ya que yo supuestamente podía salir sin ningún problema”. Sin embargo, dos testimonios recibidos por la Fiscalía en meses pasados lo señalan como la ficha clave de ‘Jorge 40’ en estos crímenes. Hace un año, Jorge Enrique Palacio, representante legal de una empresa fachada de los paramilitares llamada Asis Ltda; que estaba vinculado a la investigación por el asesinato del profesor Alfredo Correa de Andreis, declaró que “dicha muerte fue ordenada por alias ‘Antonio’, comandante de las autodefensas en el Atlántico y cuyo jefe inmediato es ‘Jorge 40′”. Otro paramilitar conocido con el alias de ‘Ruso’, también dijo que “el primer comandante de todo el Atlántico es ‘Don Antonio'”.

Los contratos

Tan explosivos como los hallazgos del computador son los documentos escritos a mano que se encontraron. Centenares de nombres de políticos y comerciantes de Cesar, Magdalena, Atlántico y Bolívar están allí registrados. Especial atención le ha prestado la Fiscalía a dos listados que corresponden a Sucre. Por un lado, una relación de propiedades escritas en computador y que comienza diciendo “Casa en Venecia frente a la residencia del senador Álvaro García Romero” y que, según el acta de la Fiscalía, termina con “una carnicería ubicada aproximadamente a 500 metros del terminal de transportes Brasilia sobre la troncal de occidente, frente al mercado público, administrada por la amante llamada Adriana”. Según pudo establecer SEMANA, los bienes a los que se refiere ‘Don Antonio’ pertenecen a Rodrigo Peluffo ‘Cadena’, el temido jefe paramilitar que sembró el terror en el golfo de Morrosquillo, y que se encuentra desaparecido. ¿Qué hacía un lugarteniente de ‘Jorge 40’ con la lista de bienes de ‘Cadena’?

Las autoridades tienen indicios serios de que ‘Jorge 40’ ha dado la orden de recuperar toda la riqueza de ‘Cadena’ porque considera que les pertenece a las autodefensas y no a sus familiares o amigos.

El otro listado que llamó la atención de los fiscales es una relación de los contratos del año 2005 del municipio de Coveñas “que comienza por contratista Tercer Milenio y termina con mantenimiento de los caños Pitinga y Petróleo en la ciénaga la caimanera”. Y más adelante hay otro que se identifica como “informe de contratos y proyectos del municipio de Coveñas dirigido al doctor Rafael García Garay, alcalde”.

Fuentes consultadas por SEMANA explicaron que ‘Cadena’ extorsionaba a todos los contratistas de Coveñas, un municipio que aunque no tiene acueducto, podría nadar en la plata de las regalías petroleras. Al desaparecer ‘Cadena’, dos de sus más importantes lugartenientes, el médico Willer Cobos y Humberto Frazzer, habrían seguido cobrando las ‘vacunas’, esta vez a nombre de ‘Jorge 40’. Ambos personajes eran reconocidos por servir de enlace entre las autodefensas y los políticos de la región. En particular, las autoridades tienen evidencia de que Cobos estaba involucrado en la red de corrupción de Coveñas y Soledad. Frazzer fue asesinado hace dos meses, y Cobos el mes pasado, justamente en Barranquilla. Al momento de su muerte, portaba un carné que lo acreditaba como desmovilizado y, según informó la Policía, desapareció un computador portátil que portaba al momento de ser baleado.

El interés de los paramilitares en las regalías de Coveñas se evidencia también en el asesinato la semana pasada de Luis Alberto Guevara, destacado líder social que encabeza la red de veedurías ciudadanas de ese municipio y que venía denunciando la defraudación del presupuesto por parte de estos ‘nuevos paras’ que todos en la región vinculan con ‘Jorge 40’.

El otro municipio cuyos contratos estaban en poder de los paramilitares es Soledad, Atlántico. Al respecto, la Fiscalía encontró un “informe de ingresos y gastos ESE Hospital Materno Infantil de Soledad, del 16 de abril de 2004 a diciembre de 2005”. Casualmente, ‘Don Antonio’ reconoció en su indagatoria que su hermana es jefe de control interno de esta entidad y que su cuñado es subgerente de la misma. También se halló una fotocopia de 15 folios con todos los contratos firmados por la Alcaldía de Soledad.

¿Qué se viene?

Este computador pone a ‘Jorge 40’ en enormes dificultades. Por lo menos la mitad de los crímenes que allí se registran fueron cometidos después del 25 de julio de 2005 y jurídicamente es imposible que los cubra la Ley de Justicia y Paz. Su caso es muy diferente al de ‘Don Berna’, que está en la cárcel por el asesinato de un diputado en Córdoba cometido antes de que la Ley entrara en vigencia, o el del propio Vicente Castaño, que estuvo involucrado en el asesinato de su hermano y que también podría gozar de los beneficios de la ley.

Pero las implicaciones de la información contenida en los dos portátiles y en los archivos impresos va mucho más allá. Pone de presente que el gobierno y el país fueron burlados durante estos años por ‘Jorge 40’, que mataba en Barranquilla a decenas de personas, mientras en la mesa de Ralito exigía garantías, reclamaba generosidad e invocaba impunidad a cambio de paz. ‘Jorge 40’ no sólo fue el último de los jefes de Ralito en desmovilizarse, sino que teniendo uno de los bloques más poderosos, apenas entregó un arma por cada tres combatientes.

En cuanto a Barranquilla, la tasa de homicidios sigue siendo de las más altas del país. Y el narcotráfico -con traje paramilitar o sin él- parece haber infiltrado hasta las instituciones más confiables. Ya en meses pasados el ex director de informática del DAS Rafael García había advertido sobre los vínculos de funcionarios de esa institución con ‘Jorge 40’. Y la semana pasada estalló un nuevo y gravísimo escándalo en el Gaula del Ejército en esa ciudad. Según lo denunció el propio comandante de las Fuerzas Militares, Fredy Padilla de León, un grupo de soldados fingió el rescate de un secuestro para matar a seis personas, en lo que parece ser un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes. Tanta será la alarma en la ciudad, que el miércoles pasado, el propio vicepresidente Francisco Santos ordenó que se creara un grupo especial que investigue las denuncias por influencia paramilitar en todo el Atlántico. Posiblemente no se requiera mucho esfuerzo. El computador de ‘Jorge 40’ y los archivos encontrados tienen casi todas las pistas que se necesitan para acabar con los tentáculos de los mafiosos que quieren asfixiar a la Costa.

Pobre Barranquilla, tan lejos de Dios y tan cerca de ‘Jorge 40’.

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El listado de la muerte

En el “informe de inteligencia de objetivos dados de baja” del grupo Barranquilla, encontrado en los archivos de ‘Jorge 40’, sorprende el detalle con el que se registran el lugar y la fecha de los crímenes, al igual que la frialdad y la justificación de cada uno de los asesinatos. A muchas de las víctimas la organización paramilitar las acusa de ser colaboradores de los frentes 19 y 37 de las Farc. Pocos se salvan de esa señalización. En un fallido atentado contra un líder comunitario en mayo de 2005, mataron a su pariente de San Onofre que aparentemente estaba en el lugar equivocado. Pero en el documento se aclara que “se pudo establecer que era colaborador del frente de las Farc-EP en esa región”.

Queda en evidencia que la prioridad de esta organización paramilitar eran las organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos. De allí que la gran mayoría de los muertos provengan de estos sectores. Pero no son lo únicos sacrificados por este grupo de pistoleros. También murieron ex policías acusados de hacerles inteligencia a lo que llaman ‘la empresa’ y otros ex integrantes de la AUC, calificados de traidores. “Este sujeto ex integrante de la Policía se dedicaba a dar información a la sillín (sic)… fue dado de baja en el barrio San José”, reza el informe del 30 de abril

Igualmente se hace gala de la labor policiva del grupo al “dar de baja” a delincuentes comunes. Por ejemplo, el 11 de octubre de 2005 asesinaron a dos mujeres de 24 y 19 años “que se dedicaban a delinquir”.

Este informe de inteligencia es apenas uno de los que se encontraron sobre las actividades del llamado grupo Barranquilla de las autodefensas. El nombre de cada archivo de computador se explica por sí solo: personal y automotores, nómina Barranquilla, inteligencia, información de primos (eufemismo para las Farc), objetivos militares Soledad.

Según lo confirmado por alias ‘Don Antonio’ y otros integrantes de las AUC como alias ‘El Ruso’, esta información era enviada mensualmente al jefe paramilitar ‘Jorge 40’. Como a cualquier gerente de empresa.

¿Ordenó ‘Jorge 40’ el asesinato de Correa de Andreis?

Un testimonio que reposa en la Fiscalía desde hace un año señala a ‘Don Antonio’ como el directo responsable de la muerte del prestigiosos profesor barranquillero.
 
E­n agosto del año pasado el nombre de ‘Don Antonio’ quedó consignado en la Fiscalía como la persona que ordenó el asesinato de Alfredo Correa de Andreis, intelectual y profesor universitario que fue asesinado a balazos en septiembre de 2004 en Barranquilla. ‘Don Antonio’ fue mencionado por Jorge Palacio Salas, abogado de los paramilitares, y representante de Asis, una empresa de vigilancia que servía como fachada a las AUC para cometer los asesinatos.

De acuerdo con la versión que rindió Palacio, siendo abogado de Wílmer Samper, alias ‘Pupy’, de las AUC, éste le contó que habían matado a un duro de Barranquilla, y que éste le aseguró que la muerte del profesor fue coordinada por Édgar Fierro Flórez, alias ‘Antonio’, un ex capitán del Ejército, inspector de las AUC, quien obedecía órdenes de su jefe ‘Jorge 40’. Según su testimonio, ‘Pupy’ le dio plata a un sicario llamado Felipe para el operativo. “Quien disparó fue ‘el Gato’ y después se fue caminando. Se montó en una moto y luego se pasó a un taxi. Se gastaron ocho millones de pesos en viáticos. Al muerto lo acompañaron hasta la clínica de El Prado para asegurarse de que no estuviera vivo o si no había que rematarlo” ,aseguró Palacio.

En la declaración, el abogado explicó que “el malestar de los miembros de las autodefensas era que el señor Correa tiraba más para el lado de la guerrilla que para el de los paramilitares y también les causaba molestia que siempre le reclamaba a la Red de Solidaridad lo mejor para los desplazados”.

Jorge Palacio fue asesinado poco después de darle su versión a la Fiscalía. El 20 de enero de este año fue baleado en una calle de Barranquilla.

Publicado en SEMANA, Fecha: 09/02/2006 – Edición 1270