¿Verdad o montaje en el caso de Luis Fernando Velasco? (Semana)

      
La investigación que le abrió la Corte al senador Luis Fernando Velasco sorprendió a muchos. Él tiene pruebas de que sería una trampa de los paras.

El senador liberal Luis Fernando Velasco es investigado
por vínculos con paramilitares y guerrilleros. Foto Juan
Carlos Sierra

En los más calientes debates en el Congreso sobre los paramilitares y la Ley de Justicia y Paz uno de los congresistas que más guerra daban era Luis Fernando Velasco. Por eso, a muchos de sus colegas les ha sorprendido la investigación que le abrió esta semana la Corte Suprema en el llamado proceso de la para-política.

¿Qué pudo haber ocurrido para que quien se opuso con vehemencia a que el paramilitarismo fuera considerado un delito político termine en el banquillo de los acusados.

Según Velasco, todo se trata de un montaje. Y la cabeza visible del mismo, en su hipótesis, sería la ex representante a la Cámara Rocío Arias, siguiendo un libreto dado por el ala paramilitar de ‘Ernesto Báez’, ‘H. H.’ y ‘Macaco’. Desde cuando se confirmó que era inminente su paso a la cárcel, Arias empezó a repetir el nombre del entonces representante y hoy senador caucano a cualquier micrófono que se le atravesara.

¿Cuáles son las pruebas que lo señalan? ¿Qué tan fuertes son? Al parecer, las evidencias que Arias presentará contra el senador tienen que ver con la época en que los dos fueron compañeros en la comisión de paz de la Cámara de Representantes y trabajaron juntos varios proyectos de ley que tenían que ver con el marco jurídico que requería el proceso que recién empezaba el gobierno con los paramilitares.

El primero es un supuesto vuelo chárter que Velasco les habría exigido a los paras para ir a hablar con ellos. En ese tiempo, Arias y Velasco, junto con otros parlamentarios, iban y venían hablando de paz. En ese clima, y ya con el acuerdo de Ralito firmado, ella lo llevó en 2003 a dos reuniones en Antioquia con los paras. Una de estas veces, volaron a Caucasia en una avioneta que, según Velasco, Arias le dijo que era de un ganadero amigo. Allá se reunieron con el jefe paramilitar ‘Berna’ y de ese encuentro habló Velasco en la plenaria de la Cámara.

La otra prueba es la aceptación de una invitación a un foro en Barcelona en 2004, al que Velasco viajó con Arias y en el que se habló del proceso de desmonte que empezaban las autodefensas. Velasco argumenta que pudo haber sido asaltado en su buena fe, porque él consideró que se trataba de una invitación oficial de una reconocida organización. Ahora resulta que la invitación era ‘made in Ralito’. Esto también tendrá que demostrarlo a la justicia. Así como unos dólares que habría recibido para ese viaje, y que serían la tercera prueba de sus supuestos nexos con los paras.

El senador liberal caucano relata que comenzó a darse cuenta de que algo raro estaba pasando desde noviembre pasado. La primera alerta le llegó por teléfono. Un día, estando él en su oficina, le entró una llamada extraña de un supuesto paramilitar que estaba preso en la cárcel de Palmira. El hombre lo ponía sobre aviso de la orden impartida por algunos ex jefes paras recluidos en la penitenciaría de Itagüí, para hacer un montaje a través de alias ‘Lugo’, un desmovilizado del bloque Calima de las autodefensas.

Tras ese telefonazo vinieron otros. Empezó una extorsión a la cual él le siguió la corriente, de común acuerdo con la Fiscalía, y luego colaboró en la operación para capturar a los delincuentes. El viernes pasado uno de los detenidos fue condenado en el juzgado 19 de Bogotá. Este caso se ha convertido en una de las principales pruebas que tiene Velasco para demostrar que algo tramaban en su contra.

También guarda otra carta. El paramilitar ‘H. H.’ habló en su versión libre de favores de los paras recibidos por el congresista. Velasco pidió que le tomarán declaración juramentada para poder demostrar después que estaba mintiendo y así hacerle perder los beneficios de la Ley de Justicia y Paz. Tras esta solicitud, ‘H. H’ se retractó.

Será la Corte la que dictamine si Luis Fernando Velasco tuvo vínculos con los paramilitares o no. Y como su caso hay otros más y quedan abiertas inquietudes que, más allá de definir la suerte del senador caucano, son claves para el proceso de la para-política ¿Por qué la emprenden contra Velasco y no contra otros congresistas declarados enemigos de la negociación con los paras? ¿Será una estrategia para involucrar a todos los políticos posibles y así ambientar en el Congreso una ley de punto final?

Publicado en www.semana.com Fecha 07/02/08