Indígenas Awá, confinados por combates en Nariño

      
42 familias de esta etnia del sur del país se vieron obligadas a confinarse en una escuela por los enfrentamientos entre el Ejército y las Farc.


Autoridades nacionales e internacionales han ordenado la protección de los Awá, pero no han dejado de ser víctimas del conflicto armado. Imagen: Semana.com.

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Los combates que sostuvieron miembros de la Fuerza Pública y de la guerrilla más numerosa del país entre el 24 y el 26 de marzo, irrumpieron en el diario vivir de 227 indígenas del resguardo Gran Sábalo, situado en límites con Ecuador.

Para salvar sus vidas, los indígenas se vieron obligados a dejar sus hogares y a refugiarse en una escuela del sector. Según la Organización Nacional Indígena (Onic), los desplazados han pasado los últimos días llenos de zozobra y temor, por la posible presencia de campos minados en sus territorios.

La Onic registró que la crisis humanitaria ha ido en aumento, debido a que el número de personas confinadas pasó de 26 a 227, en tan sólo una semana; el sitio de albergue no cuenta con los servicios para tal número de personas y han empezado a brotar enfermedades. Por esa razón, la Onic solicitó a entidades estatales y organizaciones humanitarias aporten víveres y elementos para la atención de los desplazados.

Por último, la organización indígena hizo un llamado para que “los diferentes actores armados del conflicto, llámense legales e ilegales, quienes se encuentran dentro de nuestro territorio ancestral y sitios sagrados, a respetar física, psicológica, cultural y espiritualmente a la población Awá”.

Condenados a vivir el azote de la guerra
A pesar de que la Corte Constitucional y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le han ordenado al Estado colombiano proteger a los indígenas Awá, esta comunidad no ha dejado de ser víctima de todos los grupos armados. 

En marzo del año pasado, dos líderes indígenas denunciaron ante la Comisión el incumplimiento del Estado. Relataron que en los primeros meses de 2012 fueron víctimas de varias desapariciones forzadas, asesinatos y el desplazamiento forzado de 800 personas en el municipio de Ricaurte. Además, varias comunidades estuvieron cercadas por campos de minas antipersonal y se presentaron casos de niños desnutridos por la confinación.

Meses más tarde, en junio de 2012, el Observatorio por los Derechos y la Supervivencia de los Pueblos Indígenas, presentó un informe en España sobre las violaciones a los derechos humanos de los Awá, e hicieron un llamado para que las autoridades internacionales intervengan en este desangre.

En dicho reporte, documentó que los indígenas del sur de Nariño han padecido la violencia de las Farc, el Eln, Los Rastrojos y otros grupos ilegales que nacieron tras la desmovilización de las autodefensas. El Observatorio registró que entre noviembre de 2010 y mayo de 2011, los grupos armados asesinaron a 11 personas, ocho fueron heridas por minas antipersona, tres mujeres fueron violadas, once indígenas desaparecidos de manera forzada y también sufrieron constantes amenazas de todos los actores armados.

En los primeros días del pasado mes de diciembre también se presentó un caso de desplazamiento masivo por enfrentamientosentre la Fuerza Pública y las Farc. En esa ocasión fue abatido el jefe guerrillero ‘Guillermo Pequeño’ y 850 indígenas se desplazaron por los bombardeos en Ricaurte.