#ResistiendoEnCuarentena. Abrimos este espacio para que víctimas y comunidades afectadas por el conflicto armado cuenten cuáles son sus necesidades y cómo lidian con la pandemia del Covid-19.
Por: Ruth Areli Muñoz Salazar, gobernadora indígena, Resguardo Bocana de Luzón
Desde que inicia el aislamiento preventivo obligatorio por el Covid-19 para evitar la propagación y su posible contagio, nosotros, los indígenas Cofán del Cabildo del Resguardo Bocana de Luzón, nos acogemos a las normas nacionales, departamentales y municipales, pero también somos conscientes de las problemáticas sociales y territoriales de las que venimos padeciendo desde la cuarentena.
El Cabildo del Resguardo Bocana de Luzón del Pueblo Cofán se encuentra ubicado en el extremo sur de Colombia, en el departamento de Putumayo, municipio de Orito, a la ribera del río Guamuéz. La única forma de llegar al Resguardo es la vía fluvial en lancha, o mejor como decimos nosotros, en bote. La ruta para salir al pueblo es 6 am y para bajar al lugar de residencia es 2 pm de cada día.
En un primer momento las autoridades departamentales y municipales tomaron medidas preventivas para evitar el contagio y la propagación del virus, para ello ponen en marcha la estrategia pico y cédula.
Dicha estrategia hace referencia que los números impares salen al pueblo en las mañanas y los números pares en las tardes, el horario sería de lunes a viernes impares de 8 am a 12:30 pm, impares de 1:30 pm a 6 pm; pueden salir a abastecerse de alimento y medicamento.
Hasta aquí, para la zona urbana, no hay ninguna dificultad y todo marcha bien, pero para la zona rural se convierte en un caos inminente, surgen muchos interrogantes y dinámicas que afectan las prácticas que, por cultura realizamos, una de las afectaciones es: los comuneros que tienen su pico y cédula impar pueden salir en las mañanas al pueblo, pero no hay un bote que los baje a las 12:30 pm. ¿Será que se merecen un comparendo por no acatar la ley?
Los comuneros que tienen pico y cédula par, ¿cómo hacen para salir al pueblo? Si sólo existe una ruta, la cual es en la mañana y la ruta baja hasta las 2 pm, ¿de qué manera nos podemos abastecer? O es cuestión de cumplir con las normas nacionales y locales para no afectar la propagación del Covid-19. Nos encontramos en un sin salida: por otro lado, las fuerzas armadas, Policía y Ejército, restringen las salidas y entradas a los pueblos. El interrogante es: ¿cómo nos abastecemos?
De otro lado, las fuerzas armadas ilegales se “unen” a la causa para evitar el contagio y la propagación del Covid-19 y prohíben la entrada y salida de las personas al pueblo, y manifiestan que sólo tres personas podrán salir a abastecer de alimentos y medicamentos a las familias del Resguardo. Mi interrogante es: ¿pueden tres personas abastecer a 72 familias? Y si no se acatan las normas, ‘balazo y pa’l río’ como nos manifiestan ellos.
Estamos en una crisis muy complicada donde lo único que nos queda es esperar, pero, ¿qué esperamos?
Como Resguardo, hemos decidido salvaguardarnos y por eso no salimos, hacemos reuniones y mingas cuando es necesario o también para defender el territorio, como lo hicimos el 21 de abril del presente año, cuando la armonía y el equilibrio ecológico del territorio y de los comuneros fueron irrumpidos por helicópteros de la Policía Nacional, los cuales aterrizaban en nuestro territorio con el Comando Jungla. (Ver denuncia pública)
Cuando los comuneros se dirigen al lugar de los hechos encuentran ocho integrantes de la Policía sin medicamentos ni medidas de protección que evite el contagio de Covid-19 y se realiza un diálogo exponiendo las normas del resguardo y se pronuncia una inconformidad por alertar el equilibrio armónico y exponer a todas las personas a un posible contagio.
En el conversatorio se da que algunos de nuestros comuneros son amenazados con armas de fuego. Con el diálogo se logra apaciguar la tensión presentada. Posteriormente, cada familia se dirige a sus casas a seguir realizando sus dinámicas culturales.
Algo importante que se me estaba pasando por alto: ¿recuerdan los $160.000 del bono humanitario presidencial? Nadie logró recibirlos. Unos no sabían que habían sido beneficiados y otros, cuando se acercaron a las instituciones competentes, les manifestaron que el recurso sólo duraba tres días hábiles y por tanto ese recurso fue devuelto. No es una ironía ¿Cuál es la ayuda que da el Gobierno? O, ¿para quiénes son las ayudas? Esto es “humanitario”, o a lo mejor inhumanitario.
Para concluir nos encontramos “entre la razón y el olvido” porque:
- Somos olvidados por el Gobierno Nacional, estamos abandonados y lo único que recibimos es la militarización de nuestro territorio.
- Los actores armados legales e ilegales toman medidas que afectan nuestras dinámicas culturales.
- Las ayudas humanitarias a nuestro territorio no han llegado.
- Nosotros, como pueblo Cofán de Bocana de Luzón, seguimos resistiendo para proteger el territorio como mandato de nuestros ancestros.
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