En una semana las Farc dejarán todas sus armas

      

El segundo de tres periodos de entrega del armamento se oficializó desde La Elvira, Cauca, para sumar poco más del 60 por ciento del material entregado. Ante esos avances el expresidente José Mujica sostuvo que “Colombia es un laboratorio de la historia”. Esta fase concluyó en cuatro días.

<spanclass=”wf_caption” style=”display: inherit; max-width: 622px;”>desarme 60 1Los contenedores de la ONU están en todas las 26 zonas veredales que hay en el país para almacenar las armas de cerca de 7.000 guerrilleros de las Farc. Fotografía: Cortesía de la Misión Política de la ONU.

Actualización del 16 de junio:

la Misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) informó este viernes que terminó de recoger el 60 por ciento de las casi 7 mil armas de las Farc que tiene registradas en las 26 Zonas Veredales y Puntos Transitorios de Normalización. De este modo, concluyó esta segunda fase del proceso de dejación de armas que inició el pasado martes en la zona veredal de La Elvira, Cauca.

Asimismo, el organismo multilateral indicó que a las zonas de concentración han llegado 1.613 milicianos y que continúa la extracción del armamento y material inestable de las caletas.

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Actualización del 15 de junio:

Tras culminar la segunda fase de dejación de armas, la Misión de la ONU, encargada de almacenarlas en contendores mientras las extrae de las zonas veredales y las funde para realizar tres monumentos, emitió un balance sobre esa jornada.

“Al finalizar esta segunda fase del proceso de Dejación de Armas, la Misión tiene bajo su custodia aproximadamente un 40% de las cerca de 7.000 armas individuales registradas, monitoreadas y verificadas por la Misión desde el pasado 1 de marzo del presente año en las 26 Zonas Veredales Transitorias de Normalizción y Puntos Transitorios de Normalización”. Asimismo, señaló que a la fecha han llegado 1.180 milicianos a las zonas de concentración para realizar su transición hacia la vida civil.

Por otro lado, la Misión espera que el proceso de dejación de armas continúe su desarrollo en los próximos días para cumplir el nuevo cronograma acordado: “La Misión alienta a las partes a continuar con el compromiso de cumplir con la hoja de ruta del 29 de mayo y en especial en lo referente al Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de Armas”.

En diálogo con Semana.com, el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, indicó que “el gobierno entiende, como dijo el Presidente, que se inició la segunda fase del desarme y que en unos días se debe cumplir. Esperamos que sea así. A la vez seguimos acreditando a los milicianos que están llegando a las zonas y a los miembros de las Farc que han dejado las armas”.

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Versión incial del artículo:

Decenas de guerrilleros de las Farc se encontraban en La Elvira, Cauca y, contrario a lo que años atrás podría pensarse, estaban vestidos de civil, con chalecos blancos y listos para firmar las actas de una nueva dejación de armas, un acto trascendental para el proceso con ese grupo insurgente.

Los tiempos de este proceso de desarme pactado entre el gobierno nacional y las Farc, ajustados al nuevo cronograma que acordaron el pasado 29 de mayo, indican que el 100 por ciento de las armas estarán en manos de la Misión Política de la ONU el próximo 20 de junio. (Ver comunicado de 29 de mayo)

El evento de la firma de actas fue bastante emotivo en La Elvira, un territorio que en el pasado fue hostigado sin cuartel por las Farc. Contrario a la primera entrega, en esta ocasión se hizo a vista de la opinión pública nacional e internacional, que en parte reclamó que este tipo de actos fuera público.

Incluso, se tenía programada la asistencia del presidente Juan Manuel Santos y de los expresidentes Felipe González, de España, y José Mujica, de Uruguay, quienes integran el componente internacional de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación (CSIVI), que le hace un detallado monitoreo al proceso de paz con las Farc, pero el mal tiempo impidió que llegaran a la zona veredal de La Elvira.

Avances

Con esta entrega, poco más del 60% de las armas de las Farc ya están en manos de la ONU y se está cada vez más cerca de cumplir el cronograma de entrega total. Durante el evento, Jean Arnault, jefe de la Misión Política de la ONU en Colombia aseguró que este proceso de paz se ha caracterizado por “la determinación del gobierno y de las Farc de persistir y superar una y otra vez los desafíos en el camino de la paz”.

Inicialmente estaba planeado que la dejación de las armas se hiciera entre los meses de marzo y abril, pero ese objetivo se modificó debido a la dificultad para transportar los contenedores de la ONU donde se guardan las armas a algunas de las zonas y sobre todo porque la guerrilla exigía un cumplimiento en la terminación de todas las zonas veredales antes de entregar las armas, obras que todavía hoy están inconclusas en por lo menos ocho de las 26 zonas.

Por su parte, las Farc expresaron que siguen firmes en su postura de que no quieren dejarse fotografiar mientras dejan las armas, con el temor de que esto se registre como un acto de rendición, por ello lo que se observó fue la firma de las actas que certifican que cada guerrillero que la rubrica hizo dejación de su arma de dotación.

Ante la presión de que se publicara información al respecto, lo que sí mostró la Misión de la ONU durante el evento en La Elvira fue un video de cómo un observador vestido con el chaleco azul de la organización internacional desarmaba una por una las pistolas, los fusiles y los lanzacohetes que habían entregado previamente los guerrilleros, para después guardarlos en el contendor. También ante las cámaras, cinco guerrilleros firmaron las actas de entrega de armas.

“Queremos mostrar a Colombia y el país que estamos cerrando una página de la historia en nuestro país y empezando a escribir otra: la de la paz”, expresó ‘Pablo Catatumbo’, miembro del Secretariado de las Farc.

Según sus cifras, este cese bilateral que lleva poco menos de un año, ha evitado la muerte de más de 2.500 muertos de guerrilleros y de los miembros de la Fuerza Pública, “quienes ahora podrán aportar al desarrollo de la nueva Colombia”, reiteró ‘Catatumbo’.

En su discurso, este jefe guerrillero hizo un llamado “urgente” para que comience a operar laUnidad de Desmantelamiento del Paramilitarismo que creó el acuerdo de paz y que como explicó VerdadAbierta.com ha tenido unos problemas internos tras la renuncia de su directora.

“El paramilitarismo es la principal amenaza que hoy se yergue sobre la paz de nuestro país”, precisó Catatumbo.

Paso a paso de la entrega de armas

desarme 60 2Esta fotografía fue tomada en la zona veredal de Caldono, Cauca, durante la primera entrega de armas. Fotografía: Cortesía de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.

Una de las labores de la Misión Política de la ONU en Colombia es identificar, marcar y registrar cada una de las armas de los cerca de 7 mil guerrillerosque están en las zonas veredales.

En el evento, Jean Arnault, jefe de esa Misión, aseguró que se registraron más de 7 mil armas, lo que significa al menos un arma por hombre. Según el funcionario, esto hace que “el proceso de paz de Colombia cuente dentro de los más exitosos verificados internacionalmente”.

Luego del registro, sigue la entrega que, con esta, ya suma poco más del 60% del total del armamento: 2.300 armas entregadas el 8 de junio y una suma que todavía no se conoce de las entregadas hoy.

“No dejemos que la contabilidad de armas eclipse el significado profundo del cese al fuego”, exclamó Arnault. Para él, ésta es una oportunidad para que las Farc se incorporen “en condiciones de seguridad y dignidad a la vida civil y política del país”, mientras que con esto este gobierno y los venideros pueden afianzar la “construcción de una sociedad plenamente integrada y justa”.

Tras la entrega oficial, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz les da un documento a los guerrilleros de certifica que dejaron las armas. Además, cada insurgente debe firmar otra acta en la que se compromete a no volver a usar las armas y a cumplir con todo lo acordado durante el proceso de paz.

Ambos documentos son contrastados con la lista de quiénes son los guerrilleros, que tiene la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, y luego de estos trámites pueden iniciar su tránsito a la vida civil.

Respaldo internacional

desarme 60 3Este es un ejemplo del acta que firman los guerrilleros de las Farc al dejar las armas. Foto: Cortesía de la Misión Política de la ONU.

Pese a que el presidente Santos y los expresidentes González y Mujica no pudieron llegar a La Elvira, se realizó en Cali un evento donde unos y otros hicieron referencia al proceso con las Farc y lo que significa no solo para Colombia sino para América Latina.

Uno de los primeros en tomar la palabra fue el expresidente uruguayo José Mujica, quien en un breve discurso lanzó tres mensajes muy sentidos. Inicialmente dijo que “Defender la sociedad es terciar en los conflictos que existen, que van a existir siempre, ese es el papel de la política”; luego calificó de “difícil” el desafío que impone la paz de Colombia, sobre todo “en esta coyuntura de la historia”; y finalmente aseguró que “Colombia es un laboratorio de la historia” y pidió que “no lo hagamos fracasar, por favor pueblo colombiano”.

Luego habló el expresidente de España, Felipe González, quien inició su intervención con una anécdota que vivió durante el traslado en helicóptero al lado de un miembro de la Fuerza Aérea Colombiana, quien le contó al exmandatario que la aeronave en la que viajaban había transportado en los últimos años entre 400 y 500 víctimas por año, entre muertos y heridos. Y dijo, además, que en este año, solo han transportado una víctima, y el año pasado tres.

“De 500 a 1, esto es un hecho, no es una opinión; esto es una información, no es una opinión”, reiteró González, y celebró que ahora el helicóptero tenga que servir “para otra cosa”. E insistió que esos son “datos sobrecogedores que la opinión pública debe conocer”.

A su juicio la paz es una condición necesaria, pero no suficiente: “sin paz no se construye desarrollo ni justicia social, no se hace política incluyente. Hace falta una participación activa de todos para construir una Colombia con una democracia más influente y más prospera”.

Para reforzar aquellos datos que dio González, el vicepresidente Óscar Naranjo destacó las consecuencias del proceso de paz con las Farc. Durante el 2017 se tienen las tasas más bajas de los delitos de homicidios y extorsiones, así como la reducción de las emboscadas y los ataques a poblaciones; también destacó las reducciones de los accidentes ocasionados por las minas antipersonales: “en 2006 se registraron 1.300 víctimas y en lo que va de este año solo 16”.

Naranjo agregó que se trabaja en un Pacto Político para un Nunca Más alrededor del uso de las armas, “de tal manera que solo sea el Estado el que tenga el monopolio de las armas”.

Por su parte el presidente colombiano Juan Manuel Santos exaltó el avance en la entrega de armas y pese a reconocer las dificultades que ha sufrido el proceso, expuso que “hoy es un día histórico”. Y volvió a invocar una de sus frases favoritas: “hacer la paz es más difícil que hacer la guerra”.

Aseveró Santos que el actual acuerdo con las Farc, firmado el 24 de noviembre del año pasado en el Teatro Colón, de Bogotá, es “un acuerdo bueno para terminar el conflicto, y también es un buen acuerdo para evitar que ese conflicto se repita”, citando a expertos internacionales.

Destacó el mandatario nacional que, pese a las dificultades, no solo se está cumpliendo con la dejación de las armas, sino con el resto de los componentes del acuerdo, pero con dificultades: “No es fácil, ninguno se da de la noche a la mañana, pero en la medida que podamos ir avanzado, vamos generando esa palabra mágica que es la que tenemos que alimentar todos los días, y es la confianza”.

Y confianza es lo que requieren los guerrilleros de las Farc comprometidos en este proceso de dejación de armas y reincorporación a la vida legal, para que al final de este proceso inicien, muchos de ellos, una vida dedicada a la política sin armas.