Le fallaron al Chocó (Semana)

      
La captura de sus dos únicos representantes a la Cámara no es sólo un capítulo más de la para-política. En Quibdó esperan que sea el principio del fin de una pesadilla.
Odín Sánchez y Édgar Eulises Torres confirmaron, que la clase política chocoana es la gran responsable de la miseria que afecta al departamento más pobre de Colombia. Fotos; Semana.

No es ninguna noticia decir que a los únicos dos representantes del Chocó -departamento carcomido por la corrupción de buena parte de su clase política- los capturaron. Pero lo que sí resulta novedoso es que ya no sólo pesan cargos de corrupción en su contra, sino una estrambótica combinación de nexos con los paramilitares, con la guerrilla del ELN y con el narcotráfico.

La sensación que tienen algunos de los habitantes de este departamento es que hay ciertos sectores políticos que ya no sólo se roban la plata sino que forman tenebrosas alianzas con las peores bandas criminales. “Esas capturas son el principio del fin de nuestra pesadilla política”, dijo un analista político en Quibdó.

Las sospechas sobre estos dos políticos se dispararon cuando el ex jefe paramilitar, Freddy Rendón, alias el ‘Alemán’, contó sobre los pactos que hizo su grupo criminal con un grupo de 23 políticos del Chocó. Por eso, cuando la semana pasada la Corte Suprema ordenó la captura de los congresistas Odín Sánchez, del partido de la U, y Édgar Torres, de Cambio Radical, ni siquiera ellos se sorprendieron.

Sus historias resumen, en buena parte, lo que ha sido del Chocó en la última década. Tanto Odín como Édgar nacieron en la política bajo el ala protectora de uno de los dirigentes más controvertidos que ha tenido este departamento: el ex senador Jorge Tadeo Lozano. A mediados de los 90 la Corte condenó a Tadeo por peculado y sus herederos políticos cogieron las riendas del Partido Liberal en el departamento. Cada uno armó rancho aparte y cada uno con su movimiento se dividieron electoralmente el departamento: Sánchez Montes de Oca quedó con la provincia del Atrato (en el norte) y Torres con la de San Juan (en el sur).

Sánchez ha aprovechado esa herencia política para montar todo un emporio familiar. Tres de sus hermanos hoy ocupan puestos importantes: Patrocinio, su hermano mayor, es el gobernador; Siris es la subdirectora de Salud del departamento y Orlene es la secretaria de Educación del municipio. Para nadie es un secreto que Patrocinio es quien mueve los hilos del poder en la región, incluso por encima de Odín. “Es el clan familiar más dañino que ha tenido el Chocó en toda su historia”, le dijo a SEMANA un personaje conocido en Quibdó.

Y estas son palabras mayores tratándose de un departamento que no ha podido levantar cabeza en toda su historia por culpa, en buena parte, de la corrupción de sus políticos.

Muchos habitantes de esa ciudad todavía se preguntan cómohizo Patrocinio para lograr la mayor votación en la historia de la gobernación (52.000 votos). Y lo hacen no sólo porque nunca le escucharon un discurso en su campaña sino porque siempre había figurado como el abogado que más demandas tenía en contra de la propia Gobernación. Además, Patrocinio tiene 40 investigaciones penales y más de 100 investigaciones disciplinarias por parte de la Procuraduría y ha estado tres veces detenido.

Pero un líder del municipio de Acandí da algunas pistas: “Un día, en época de campaña, Patrocinio vino y todos estábamos esperando que dijera qué iba a hacer por nosotros cuando llegara a la Gobernación. Pero lo único que hizo fue dejar una plata y largarse”.

Édgar Torres, por su parte, ha sido representante a la Cámara por cuatro períodos y lo paradójico es que a pesar de que ha llegado a ser vicepresidente de la Cámara, el pueblo donde nació, Primavera, sigue sin electricidad ni alcantarillado. En las declaraciones que dio el ‘Alemán’ a la Fiscalía, manifestó que: “Creo que las dos últimas elecciones de Édgar Eulises Torres a la Cámara de Representantes nos las debe a nosotros, tanto el trabajo como el apoyo económico”. Y muchos de sus contradictores políticos por estos días también recuerdan que hace cuatro meses Luis Ómar García, un desmovilizado del ELN, aseguró en versión libre que el congresista realizó un pacto con la guerrilla en 1998 para que apoyara su candidatura al Congreso de la República.

Dijo, además, que la reunión supuestamente se concretó gracias al hermano del parlamentario, a quien identifica como ‘José Milton’, quien habría manejado recursos para pagarles a los guerrilleros. A comienzos de este año, después de que Torres regresó de la posesión del Presidente de Estados Unidos, Barak Obama, a la que había sido invitado, la Corte lo llamó a indagación preliminar al igual que a Odín Sánchez por presuntos vínculos con el ELN.

Y como si esto fuera poco, una cinta grabada por las autoridades el 8 de junio 2007, dejó en evidencia cómo el representante Édgar Torres fue el principal gestor de un contrato millonario entre el narcotraficante Olmes Durán (alias ‘El Señor del Pacífico’) y la Gobernación del departamento a través de la Licorera del Chocó. Este caso, que también compromete al gobernador en ese entonces, Julio Mosquera, aún es investigado por la Fiscalía.

La captura de estos dos congresistas fue recibida con una dosis de esperanza y escepticismo en Quibdó. Hay quienes creen que es una señal de esperanza. Pero hay otros que pronostican que en algunos meses, cuando Odín Sánchez y Édgar Torres vuelvan a la libertad, se les verá haciendo proselitismo en los barrios más lujosos de Quibdó: IVA y Villa Peculado, donde viven sus amigos políticos.

Publicado por Semana, edición 1427. Fecha 05/09/09