Eduardo Umaña – Abogado defensor de DDHH

      
Eduardo Umaña Mendoza, hijo del abogado y sociólogo Eduardo Umaña Luna, nació el 22 de noviembre de 1946 en Bogotá. Umaña Mendoza, amante de Beethoven, Mozart y Pablo Neruda, obtuvo su grado en Derecho en la Universidad Nacional en Bogotá, institución a la que estuvo ligado toda su vida como investigador y profesor. El jesuita Javier Giraldo, amigo y compañero de Umaña, lo recuerda como un hombre fogoso y apasionado.
Eduardo Umaña Mendoza, abogado asesinado en abril de 1998 cuando estaba investigando sobre los desaparecidos del Palacio de Justicia.

Fiel a sus convicciones, Eduardo Umaña denunció atropellos del Estado y asumió la defensa jurídica de sindicalistas, marginados y víctimas de violaciones de los Derechos Humanos. Era considerado como uno de los mejores penalistas del país.

Entre sus casos más emblemáticos, Eduardo Umaña se encargó de las víctimas del genocidio contra la Unión Patriótica (UP) y el Partido Comunista Colombiano.

Fue uno de los abogados que interpuso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una demanda contra el Estado colombiano por su responsabilidad y participación en los crímenes contra la UP.

Umaña Mendoza también asumió desde 1985 la defensa de las familias de los desaparecidos del Palacio de Justicia. El abogado siempre sostuvo que el Ejército capturó civiles en el Palacio de Justicia, los interrogó, los torturó y los desapareció, sin verificar si eran o no culpables. Hasta su último día Umaña luchó por tipificar el delito de desaparición forzada, tesis que llevó recientemente al juicio del ex coronel Alfonso Plazas Vegas, encargado del operativo y a exhumaciones en fosas comunes en Bogotá.

El abogado defendió sindicalistas de Telecom, de la ETB y de la USO. En el caso de la USO, en diciembre de 1996, 12 integrantes del sindicato de Ecopetrol fueron acusados de colaborar con el Eln para colocar bombas en los oleoductos. Umaña demostró que la Fiscalía, aprovechando la justicia “sin rostro”, “clonaba” los testigos. Estos declaraban, bajo diferentes identidades, varias veces en los mismos casos. Así lo evidenciaba la misma huella dactilar en todos los expedientes.

Poco antes de su muerte, Umaña Mendoza decidió revivir el caso del magnicidio del caudillo Liberal Jorge Eliécer Gaitán, asesinado el 9 de abril de 1948. Según sus amigos, Umaña pensaba que ningún crimen debía quedar impune

El crimen
El 18 de abril de 1998 dos hombres y una mujer haciéndose pasar por periodistas entraron en la oficina de Eduardo Umaña en Bogotá. Después de inmovilizar a su secretaria, los victimarios trataron de secuestrar a Umaña, pero ante la resistencia del abogado, le dispararon y lo asesinaron.

Aunque Umaña recibió muchas amenazas a lo largo de su vida, siempre sostuvo que “más vale morir por algo, que vivir por nada”.

Colombia perdió un penalista de gran calidad, que siempre se opuso a las verdades oficiales, defendiendo los derechos de los más desvalidos y buscando incansablemente la verdad.

El caso Umaña
Al principio la investigación puso en evidencia el papel de las fuerzas armadas y del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía. Pero a raíz de un “testimonio espontáneo” la investigación se reorientó hacia cinco acusados cuyos cargos, según la familia de Umaña, eran sumamente frágiles. Esto llevó el Tribunal a absolver los cinco acusados.

El caso permanece abierto en la Unidad de Derechos Humanos en Bogotá sin que ninguna diligencia haya llegado a algún resultado significativo.

Pero en una audiencia en abril 2009 Salvatore Mancuso reconoció que el asesinato de Eduardo Umaña Mendoza había sido planeado por algunos cabecillas de las autodefensas, entre ellos, Carlos Castaño.