La conexión antioqueña de los paras

      
Antioquia ha sido un punto clave en la expansión de la parapolítica. La situación del departamento es, en especial, compleja si se tiene en cuenta el alto número de grupos paramilitares presentes en su territorio y las presuntas relaciones de sus líderes con políticos electos.

 
Mario Uribe es uno de los políticos que mas polémica ha provocado, por ser primo y uno de los más cercanos aliados políticos del presidente Uribe. Foto Semana.

Varias regiones del departamento de Antioquia se vieron afectadas por distintas estructuras paramilitares siendo algunas de las más representativas el bloque Bananero y el bloque Elmer Cárdenas en Urabá; el bloque Mineros en el Bajo Cauca; El bloque Cacique Nutibara en el Valle de Aburrá; las Autodefensas del Magdalena Medio y el Bloque Héroes de Granada en el Oriente y Nordeste.

Un reciente estudio de la Corporación Nuevo Arco Iris refleja que hasta el momento siete senadores, un representante, tres ex senadores, siete ex representantes, un ex alcalde, y dos ex concejales, son investigados por supuestos vínculos con grupos paramilitares.

Cambio Radical, Colombia Democrática y Alas Equipo Colombia son algunos de los partidos implicados en la investigación. Entre ellos se destaca el caso del senador Mario Uribe, primo y principal compañero político del Presidente, electo al senado en 2006 por Colombia Democrática.

Pero no todo el proceso de la parapolítica en el departamento está relacionado con los partidos de coalición, debido a que de forma simultánea partidos de oposición como el Partido Liberal se han visto involucrados en investigaciones por sus relaciones con paramilitares. Uno de los casos más conocidos es el del senador Guillermo León Gaviria Zapata, electo en 2006 por el movimiento Convergencia Liberal.

Uno de los primeros casos de parapolítica en el departamento se remonta a finales de los años 80s cuando el liberal César Pérez García, cinco veces Representante a la Cámara, fue investigado y luego absuelto como presunto coautor de la masacre de Segovia, ocurrida el 11 de septiembre de 1988, cuando un grupo de paramilitares mató a 43 personas.

Otro caso representativo fue el del dirigente cafetero y ex senador conservador Ernesto Garcés Soto, vinculado a la investigación por la conformación del grupo paramilitar llamado “La Escopeta”. Tras ser retenido la investigación en su contra precluyó por por vencimiento de términos.

Desde 1997 la región de Urabá se convirtió en el focode principal influencia parapolítica. Allí Carlos Castaño y Fredy Rendón Herrera, conocido como “El Alemán” incidieron en la elección de alcaldes. Un ejemplo de ello fue el caso de Teodoro Díaz, ex alcalde de Apartadó, condenado por vínculos con los paramilitares.

En la región del Bajo Cauca y en el Nordeste, zona de explotación de oro, la relación entre paras y políticos también fue una constante. Municipios como Tarazá, Cáceres, Caucasia, Nechí, San Roque, Zaragoza y Segovia tuvieron una fuerte influencia del bloque Mineros, bajo el mando de Ramiro Vanoy Murillo, alias “Cuco Vanoy”, y el Bloque Central Bolívar (BCB), que dirigía Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’ desde mediados de los 90.

En esta región se consolidó la enorme votación de Rocío Arias, quien se presentó a la Cámara por el movimiento Dejen Jugar al Moreno en 2002 y que hoy está detenida por su relación con paramilitares.

La parapolítica también llegó al Suroeste de Antioquia. Uno de los casos más sonados es el del senador Mario Uribe, quien en la actualidad es investigado por las autoridades a razón de sus presuntos vínculos con paramilitares en la adquisición irregular de tierras en el Bajo Cauca. Las investigaciones adelantadas por la Fiscalía señalan las supuestas relaciones del político antioqueño con Juan Carlos “El Tuso” Sierra” y Jairo Castillo Peralta, alias “Pitirri”.

Medellín y el área metropolitana también se vieron afectadas por el fenómeno de la parapolítica, allí Diego Fernando Murillo, alias “Don Berna” consiguió votos para candidatos de su preferencia. Tal vez el caso más destacado es el de Carlos Arturo Clavijo, condenado a 3 años y 7 meses de prisión por haber recibido colaboración electoral de “Don Berna” para las elecciones del 2002.

Los hombres del Bloque Cacique Nutibara llegaron incluso a posesionarse en las juntas de acción comunal de la ciudad una vez terminada su desmovilización, como ocurrió con Jhon William López Echavarría, alias “Memín”. El ex paramilitar llegó a ser edil de la Comuna 8 en las elecciones de octubre de 2007 y luego fue capturado por constreñimiento de los electores.

Las otras dos ciudades donde “Don Berna” consiguió extender sus intereses políticos fueron Bello y Envigado aun cuando esta última corresponda más a un proyecto mafioso que paramilitar. Allí, dos congresistas del área metropolitana, Óscar Suárez de Alas Equipo Colombia y Mauricio Parodi del Partido Liberal, son investigados por sus presuntas alianzas con paramilitares.

Suárez empezó su relación con la política como conductor de la alcaldía de Bello, luego llegó a ser alcalde, después representante a la Cámara y, por último, senador. Parodi, por su parte, es un odontólogo y dirigente deportivo. A ambos las autoridades los investiga por su relación con Hugo Albeiro Quintero, el dueño de Bellanita de Transporte, hoy también investigado por la justicia.