Jair Prada Lozano, ex integrante de grupos de autodefensa, reconoció ante un fiscal de Derechos Humanos y DIH su responsabilidad en elcrimen de cuatro miembros del Cabildo Indígena de Balsillas en jurisdicción de Ortega (Tolima).
Prada Lozano en diligencia de sentencia anticipada aceptó cargos por homicidio agravado en concurso homogéneo y homicidio agravado en el grado de tentativa.
La masacre se presentó el 1 de julio de 1999, cuando paramilitares haciéndose pasar por guerrilleros llegaron al Cabildo Balsillas y asesinaron con disparos de arma de fuego a : María Estela Perdomo, Tiberio Martínez Perdomo, José del Carmen Martínez Perdomo y Fabio Méndez Martínez. Otras tres personas quedaron heridas.
Según reposa en varios expedientes, los sujetos vestidos con uniformes de las fuerzas militares llegaron hasta la vivienda de Stella Perdomo, ubicada en la Vereda Balsillas del Municipio de Ortega (Tolima), donde, tras anunciarse como miembros de la guerrilla, convocaron a una reunión para tratar los problemas de la Vereda y zanjar las diferencias entre los Cabildos de la región.
Las víctimas sobrevivientes aseguraron que los individuos se identificaron como miembros del Eln pero no llevaban los brazaletes e insignia. Reunieron parte del grupo familiar con lista en mano, insistieron en la presencia de Tiberio Martínez Perdomo y Olimpo Martínez, solo Tiberio asistió a la reunión y Olimpo se negó. A cada una de las víctimas los colocaron contra la pared, despojándolos de las machetas que llevaban consigo.
Se encargaron de reunir a los miembros del grupo familiar con el pretexto de hacer una reunión para hablar sobre el problema que tenía internamente el cabildo, es decir los problemas de la filial ACIT “los de arriba” al que pertenecían las víctimas y la filial CRIT “los de abajo”.
Alrededor de las 6:30 de la tarde con los asistentes que lograron convocar, los hombres simularon despedirse, comenzando a disparar.
La Investigación fue iniciada por el Fiscal 39 Local – Unidad Delegada ante los Juzgados Penales Municipales de Coyaima (Tolima), el 2 de julio de 1999. Posteriormente, por auto del 3 de abril de 2000, una Fiscal Especializada de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación, asumió el proceso.
La Fiscalía vinculó a la investigación a Isidoro Lozano Prada, William Lozano Prada y José Domingo Prada Martínez, y el 26 de diciembre de 2002 les dictó resolución de acusación en su contra por los delitos de homicidio agravado consumado y homicidio agravado en la modalidad de tentativa. Los tres fueron condenados a 38 años de prisión por los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo sucesivo, y homicidio agravado en la modalidad de tentativa.
William Lozano Prada trabajaba en la Empresa de Servicios de Administración Occidental S.A.O. Ltda., mientras que Isidoro Lozano Prada, es de Coyaima, Tolima, lo conocen con el alias de ‘Escopeta’, cuando fue detenido era vigilante de una casa quinta ubicada en la Calera (Cundinamarca), vivió en la vereda Balsillas hasta los 29 años cuando se trasladó a Bogotá. En el proceso que se le siguió afirmó no pertenecer a ningún Cabildo Indígena. Inicialmente trabajó en esta Balsillas como vigilante durante 18 meses en la empresa Seguridad Colón, y en la compañía Roberto Barragán. También en una finca por más de 3 años, ubicada en jurisdicción del barrio Boquerón de Ibagué.
Lozano Prada no hacía parte de la comunidad pero su padre si, tal como lo aseguró en su declaración ante los fiscales que adelantaron el caso.