El hecho se presentó apenas días después del asesinato de Nelly Amaya Páez, otra activista defensora de derechos humanos, en la región del Catatumbo.
El pasado 26 de enero, en fincas de la vereda Trocha Ganadera del corregimiento de La Gabarra, Tibú, en Norte de Santander fueron encontradas algunas de sus pertenencias. Aseguran sus familiares que recientemente no había recibido amenazas y que a pesar de la tensa calma que se vive en la región su trabajo no se había visto afectado.
Según los habitantes de esta zona del Catatumbo hay varias versiones sobre su desaparición, la primera es que salió de su casa en dirección a la finca de su hermana para trabajar dentro de su proyecto productivo (de siembra de limones y piña) y, la segunda, que había ido a cumplir una cita a uno de los actores armados de la región. Lo cierto es que, a pesar de los rumores, ya se van a cumplir dos semanas y no se tiene certeza de qué haya ocurrido.
Henry Pérez es uno de los líderes sociales más visibles del Catatumbo, desde hace más de cinco años estaba trabajando dentro del proceso de reparación colectiva que se adelanta en La Gabarra, hasta 2012 fue presidente de la Asociación de Juntas de Acciones Comunales y fue certificado como “conciliador en equidad”, como son llamada a las personas capacitadas por el Ministerio de Justicia en un programa especial para mediar entre la comunidad y los actores armados. Pérez fue además candidato al Concejo de Tibú por el Partido Liberal en las elecciones de octubre de 2015 y ha trabajado con la Misión de Apoyo al Proceso de Paz Maap-OEA.
Esta misma organización internacional, mediante comunicado fechado el 27 de enero, manifestó que de confirmase la desaparición forzada o el secuestro del líder comunitario, se concretaría una flagrante vulneración a los derechos de las comunidades, las víctimas y las organizaciones de bases. “Este tipo de hecho siembra temor y debilita las acciones que se han venido emprendiendo a nivel territorial para llevar y fortalecer la justicia transicional y la paz” se lee en la misiva.
De igual manera, los movimientos sociales y las organizaciones de derechos humanos de la región han hecho manifestaciones de solidaridad con la familia de Henry, exhortando al Estado a que se refuerce el mecanismo de búsqueda implementado por la Defensoría del Pueblo y Naciones Unidas para hallar con el paradero del líder.
Fuentes en la región cercanas a VerdadAbierta.com aseguraron que los grupos armados ilegales de la zona han dicho que no tienen en supoder a Henry. “No hay señales por ningún lado y si ningún grupo lo tiene ¿qué pasó?, el Estado nos debe ayudar con acciones inmediatas”, señaló uno de los líderes.
¿Paz territorial?
No es un secreto en Colombia que siempre que se ha querido llegar a un acuerdo para ponerle fin a la guerra se han incrementado las amenazas y la violencia contra organizaciones sociales, partidos políticos de izquierda y líderes sociales. El Catatumbo es un ejemplo de ello, en lo corrido del año pasado más de 50 activistas fueron asesinados y por lo menos 400 amenazados según la ONG Somos Defensores, varios de esta región.
A ello se suma la vigencia de los actores armados, a la fecha siguen operando el frente 33 de las Farc; el frente Camilo Torres del Eln: los denominados “Megas”, nombre heredado de Ramón Navarro, alias ‘Megateo’, extinto jefe de la guerrilla del Epl; las llamadas ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’, conocidas también como ‘Los Urabeños’ que se organizó en la región con hombres que no se desmovilización del Bloque Catatumbo de las Auc y la banda criminal de ‘Los Rastrojos’.
Para dos líderes de la región consultados por VerdadAbierta.com la preocupación recae en que mientras se avanza en La Habana en las regiones el conflicto no de tregua. “Este año vamos varios amenazados, un asesinado y ahora debemos sumar un desaparecido, lo que realmente importa es que lo que está en la letra se haga en la realidad y no es así, acá el Estado prácticamente no existe más allá de las dos o tres instituciones que hay, acá hemos hecho gobierno nosotros mismos”, aseguró una representante campesina quien prefirió no revelar su nombre.
Preocupación que respalda la Asociación Campesina del Catatumbo, Ascamcat, una de las principales organizaciones de la región, quienes señalan que a menos de dos meses de darse la firma final del acuerdo con las Farc las bandas criminales y los reductos de los paramilitares siguen delinquiendo en las regiones manejando la economía y restringiendo la movilidad lo cual, a juicio de uno de sus voceros, complica el aterrizaje de los acuerdos “de seguir la persecución política contra las organizaciones y líderes sociales el panorama se va a complicar para los desmovilizados, el Estado debe actuar, afirmó quién un vocero de Ascamcat.
Por ahora, las organizaciones de la zona han conformado varios grupos que trabajan en La Gabarra y en otros corregimientos de Tibú para dar con el paradero de Henry. Las ONG han pedido pronunciamiento del Estado y han seguido adelantando acercamientos con los grupos armados y la comunidad para mediar las tenciones que se han presentado.